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EL ESCONDITE DE IVÁN

EN PENUMBRAS

EN PENUMBRAS

Si ustedes están leyendo estas líneas es que la batería de mi ordenador ha resistido hasta la publicación de este espontáneo e improvisado post.
Parece mentira, se va la luz, en nuestro caso, los cabrones de Endesa nos la quitan, y el mundo cambia. Es la segunda vez que nos ocurre, la última, estuvimos allí personalmente y aclaramos el mal entendido. Al parecer, por un error, le pasan las facturas al penúltimo inquilino o algo parecido, vamos, un error meramente burocrático y que pensábamos que desde aquella vez ya estaba totalmente aclarado. Hemos vuelto a pagar esta mañana y a arreglar, supuestamente, el problema, pero estos desgraciados nos dejan sin luz hasta mañana.
No hay luz, ni televisión, ni agua caliente, ni vitro cerámica, ni microondas, ni Internet.
La nevera suda y nuestra casita esta noche parece un santuario, silencioso y a la luz tenue de las velas.
Al mal tiempo, buena cara, charlaremos, retomaremos esos libros medio abandonados y aprovecharemos, con mucha imaginación y alegría, la intimidad y el romanticismo de la situación. Ya se me empiezan a ocurrir un par de cosas más.

11 comentarios

Xabier Aurtenetxe -

Es cierto que, como sugiere el pictograma, el fornicio y sus alegrías pueden ser un buen banderín de enganche para apelar al disfrute de estas situaciones (paradójicamente cada vez menos raras)que, personalmente, me trasportan a mi infancia, en aquel país del estraperlo y las líneas eléctricas de 125 voltios.
Unplugged, creo que llaman a esto del desenchufe los súbditos del imperio con alma poética e ínfulas musicales.

En el amplio espectro de la gastrosofía se va extendiendo, cual reguero de pólvora animado por la yesca, la práctica de las cenas a oscuras. Por un lado aportan la experiencia, políticamente correcta, de acercarnos al universo de los invidentes -correcto: personas con visión limitada- y por otro, se da por evidente que la falta de visión agudiza el resto de los sentidos (ese leer pornografía en Braille, que tan certeramente apunta Marina).

Pero la falta de luz no tiene por qué potenciar únicamente la líbido (imagínate sino los esquimales que carecen de ella durante seis meses, ni encomendándose a San Viagra...), también puede uno acercarse a otro tipo de placeres terrenales. Que no funciona la placa vitrocerámica de inducción, pues se echa mano de un pa amb tomàquet i pernil, con un chorrito de aceite de oliva arbequina. Pura delicia a veces ninguneada por obvia. Pero, como explica Claude Levy-Strauss en "Lo crudo y lo cocido" los descubrimientos condicionan no sólo nuestros conocimientos, sino incluso nuestra manera de pensar (los pueblos que no conocen el fuego no tienen una palabra para decir "cocido", pero, evidentemente, tampoco una para decir "crudo", puesto que la diferencia excluyente no se presenta). No nos vendría mal, de vez en cuando, mirar hacia lugar del que venimos.

En lo que respecta al frigorífico, no creo que lo necesites ahora. Al menos que quieras absolutamente hielo picado para hacerte una caipirinha, pero para eso también te ofrezco una alternativa: cuelga un calcetín húmedo (limpio de preferencia) durante toda una noche en el balcón y recoge la preciada escarcha al día siguiente.

Que te has quedado sin la música enlatada en el MP3, pues olvida esa timidez innata y ponte a berrear, aunque termines por despertar el ,hasta ahora aletargado, instinto asesino de tus vecinos. Ya, sólo nos queda la caja tonta. De acuerdo que no es fácil, pero sabido es que un ayuno de imágenes televisivas, un par de semanas antes de llegar a la primavera, tiene influencias salutarias sobre el organismo.

Disfruta de todo ello, como si fuera el último corte de energía eléctrica, y cuando suspires, satisfecho, piensa en la merluza que se muerde la cola y no olvides los deleites del fornicio. Y así ad libitum.

P.S. Mientras tú estás sin luz, tus productores se disponen a afrontar los cegadores focos de Hollywood. "Das Leben der Anderen" de Florian Henckel von Donnersmarck, ha sido nominada al Oscar de la mejor película extranjera. Veo ya a Quirin y Max dentro de una limusina, subiendo y bajando el Hollywood Boulevard hasta emborracharse, al par que se les escapa una sonrisita de felicidad cada vez que pasan delante del Kodak Theater. Henchidos de orgullo (con razón) el uno crecerá un par de centímetros, mientras que el otro engordará un par de kilos (aunque eso lo veo más difícil. Quirin Berg y Max Wiedemann, el eco de sus nombres irá de una pared a otra de la sala, rebotando en cientos de tetas siliconadas y casi otros tantos diamentes prestados por la ocasión.
Cualquiera les tose cuando vuelvan a la escuela!
Desde aquí les deseo suerte.

Capitán Pescanova -

Mira, una tarde y una noche distinta, sin una parte de los confores de la civilización.
Un saludo.

Paulinchen -

Yo no veo donde está el problema...será qe no hay luz, jeje.
Disfrutad del momento, pero que no os dure mucho la oscuridad por obligación, que la luz ya os la apagaréis vosotros cuando queráis.

Un beso.

MaGiCa -

Sin luz ,ala luz de las velas, Y con semejante compañia...mmm Yo creo que dejaria un tiempo mas sin pagar la luz .. jajaja

Marina Khalo -

Como en “Bananas”, ¿leyendo pornografía en Braille?.

Pita -

...yo creia que su mundo civilizado no pasaban esas cosas, solo aqui esta isla perteneciente al terce mundo...eso irrita cada celula del cuerpo, se lo que es eso.

humilde -

....adaptación.... la mejor de las estrategias ante cualquier imprevisto.... :)

Ybris -

Mi amigo Paco -aquejado de una retinitis que prácticamente le tenía ciego- solía decir a las amigas: "Conmigo no tendríais problemas en desnudaros sin preocuparos de mí. Al fin y al cabo yo sólo puedo guiarme por el tacto"
Pues eso. Como nosotros en los apagones.
(Genial cartel, Iván).

Un abrazo.

bubi -

A mi tambien se me ocurren muchas cosas, a la luz de las velas,...
Pero es increible, lo lisiados que quedamos, sin electricidad,...

Alegria De La Huerta -

De momentos como estos se generaron muchos baby-boom ... diles a los del Katrina.

monocamy -

Me ha pasado alguna vez, también. Es un fastidio porque no puedes hacer nada pero donde más se pierde es en la comida que se estropea, por estar la nevera apagada.

Una vez vi una película en la que un estado entero o algo así se quedaban sin luz y cundía el caos, porque dejó de funcionar TODO hasta el punto de que la gente se armaba y emboscaba en sus propias casas para defenderse.

Si alguien te atacaba, no podías avisar a nadie y todo se volvió insostenible cuando, además, los coches empezaron a quedarse sin gasolina...

Saludos oscuros :D