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EL ESCONDITE DE IVÁN

XABIER

XABIER


Hubo un tiempo en el que hacer cine aún era únicamente un sueño para mí, y lo demás a mí alrededor, era tan solo una extensa colección de trabajillos temporales en el extranjero, algunos realmente bastante mal pagados, pero sin grandes responsabilidades a cambio. En Munich hice de Babysitter, vendí vinos y quesos en una tienda de productos españoles, trabajé en un Mc Donalds, en Wienerwald, en Asado Steak y en Pizza Hut.

Recuerdo que, trabajando de camarero en Pizza Hut, conocí a unos clientes españoles que andaban de turismo y que también como yo compartían la afición por el cine. Ellos fueron los que me hablaron por primera vez de un tal Xabier.

-Es un vasco que nos encontró así, por la calle, y se animó a hacernos de guía. El tío se lo conoce absolutamente todo en Munich, dice que es guía oficial de la ciudad, y autor, y cineasta, y profesor, y… se ha venido varios días con nosotros, aunque hoy ya ha iniciado una nueva ruta turística con otra gente que conoció en el restaurante español en el que trabaja de relaciones públicas. Si quieres, te damos la dirección del restaurante.

Una tarde, me presenté en el restaurante, así sin más, y nos pusimos a charlar. Ya no recuerdo muy bien aquel primer encuentro, pero lo cierto es que hubo muchos más como aquel primero. También lo visité varias veces en su mini buhardilla en Schwabing. Como Xabier siempre cuenta, puso una línea de teléfono allí por primera vez para ahorrarme a mi un puñado de visitas frustradas a un ático sin ascensor y a casi cuarenta minutos del apartamento que compartía con mi ex novia alemana Corinna en Frankfurter Ring.

Xabier, un día, me acompañó a una entrega de premios en la Muffathalle, donde me dieron un premio por "Descanse en Paz", uno de mis cortos en video. Después, a propósito, me dio a conocer la existencia de la Escuela de Televisión y Cine de Munich y fue, además, quien me animó primero a que me presentara a las pruebas de admisión.

De los 500 que nos inscribimos y presentamos proyecto ese año, únicamente fuimos invitados a las pruebas finales 50. Al final, en el departamento de Dirección fuimos admitidos 3 estudiantes extranjeros, But, de Mongolia, Philipp Escobar, de Puerto Rico y yo, junto a otros diez estudiantes alemanes. En total formamos una clase de 13 alumnos.
Mi ingreso en la Escuela iba a cambiar mi vida por completo, pero de momento, todas las clases, los seminarios y los exámenes eran en alemán, y el espíritu de competitividad no terminaría con las pruebas de acceso. Recuerdo con desazón las clases de técnica en “bavaro” del profesor Herr Müller. Para “celebrarlo”, el día de fin de año, me rapé el pelo y me conjuré al cielo muniqués, me esperaba un primer año de Escuela durísimo.

Lo cierto es que Xabier, un día, mientras yo andaba liado editando mi primer cortometraje en formato cine "El Sueño del Caracol", me preguntó si me apetecía acompañarle a una exposición en la Escuela de Fotografía de Munich. Se trataba de los trabajos fin de carrera de la última promoción de alumnos.
Una fotógrafa de padre catalán y madre holandesa, utilizando la táctica del propio Xabier de abordar a la gente por la calle, fue quien le propuso a él participar en su proyecto fotográfico posando para ella, y Xabier aceptó. Esta fotógrafa era Lucy, quien hoy en día es mi mujer. (La foto que acompaña este post es la foto en cuestión, que acompañaba a otros 19 retratos, todos ellos a tamaño de 50cm por 60cm)
Los padres de Lucy también estaban allí y Xavier me presentó muy correctamente.

Pocos meses después, y tan solo a dos meses de estrenar "El Sueño del Caracol", cuando mi relación con Corinna, tras cinco años de noviazgo, se vino abajo, me vi en la obligación de tenerme que buscar un lugar nuevo donde vivir. En aquellos momentos, Corinna y yo vivíamos en un apartamento en Pasing, un hogar bastante mejor que aquellos tristes 25 metros cuadrados en la ruidosa Frankfurter Ring. Actualmente, Corinna aún vive en Pasing y mantenemos una buena relación de amistad. (Creo que, en realidad, mal de no volver a hablarnos, no he terminado nunca con ninguna de mis ex novias.)
También me puse a buscar otro trabajo. El supermercado en donde yo estaba trabajando en esos momentos como reponedor, ya no me pillaría cerca de casa. Entonces, fue también idea de Xabier el que yo fuese a preguntar por una habitación en el Colegio Español, una residencia con estudiantes españoles en la Dachauerstrasse.
Me llamaron del Colegio a las dos semanas de presentar mi solicitud de admisión, y entré a vivir en la única habitación libre que había por aquel entonces, un mini cuarto abuhardillado más pequeño aún que el de Xabier. A esta habitación se la conocía en el colegio como el zulo. Con una ventana en el techo con goteras. El problema de las goteras, cuando de lo que hablamos es de un espacio de menos de 6 metros cuadrados, termina por transformarse en un diluvio, en un verdadero drama en donde hay que olvidarse de dormir en la cama y hay que achicar agua hasta de dentro de la impresora cada maldito día de lluvia. Creo recordar que estuve así durante varios meses antes de que me arreglaran aquello. Después del primer año, conseguí trasladarme al segundo piso, a una habitación bastante grande y con un magnífico balcón con vistas al jardín interior.

El Colegio español ha sido mi hogar durante 4 años, allí conviví e hice muchos amigos y he podido conocer a gente realmente interesante y estupenda.
No más entrar a vivir allí, invité a todo el Colegio al completo a la Premiere de "El Sueño del Caracol", un día tal como hoy, pero hace 6 años exactamente, y también coincidiendo casualmente con el día del cumpleaños de Xabier.

Pero la gran sorpresa de esta historia fue que, cuando entré a vivir al Colegio, descubrí que aquella fotógrafa catalana-holandesa también vivía allí y, además, en mi misma planta. Su novio por aquel entonces, un escalador medio catalán y medio alemán, vivía igualmente con nosotros en otra de las habitaciones de la quinta planta.

Recuerdo que no comencé demasiado bien con Lucy, robándole, involuntariamente, su palangana de la ropa. En un rincón lleno de trastos, encontré una vieja palangana de plástico con un mono azul y unas sabanas viejas llenas de pintura. Parecía abandonada, así que yo lo vacié allí mismo y me la quedé con la intención de darle un mejor uso y ya de paso acortar mis paseos a la lavadora situada en el sótano. Lucy, sin embargo, no tardó en presentarse ante mi puerta para preguntarme si yo había visto su palangana. Yo, como podía, trataba de explicarle el mal entendido, mientras que ella, desde la puerta, miraba de reojo y con cara de muy pocos amigos su palangana con mi ropa dentro. Fue esta nuestra primera conversación. A mi, ella, me sonaba de algo, pero lo cierto es que tardamos un tiempo hasta darnos cuenta de que ya nos conocíamos, fugazmente, de aquel día en su exposición. Tardamos un poco más de tres semanas en darnos cuenta de ello y un poco menos de cuatro años en casarnos.

Xabier ha sido un buen amigo durante mi larga estancia en Munich y ha ido de alguna forma compartiendo algunos de mis más importantes proyectos profesionales y personales. Ha asistido a fiestas y a cenas en el Colegio, ha participado como actor o como guionista de proyectos para la Escuela de Cine y hemos charlado tardes y noches enteras. Xabier es un vasco bavarizado, o un bavaro vascuence, es un superviviente, un autentico cuatro por cuatro de verborrea infinita, un tipo extrovertido, sensible, cascarrabias, dicharachero, bonachón, curioso, peculiar, un sabio, un embaucador, un guía excepcional, un mujeriego, un anarquista, un artista, un soñador, un vividor, un rebelde, un bohemio, un maestro, un loco, en definitiva, un personaje realmente peculiar, auténtico, especial y entrañable, siempre dispuesto a ayudar, a ofrecerse, a crear, a compartir y a imaginar.

Querido amigo, hoy es tu cumpleaños y Lucy y yo te mandamos desde aquí un fuerte abrazo. También deseamos que te recuperes muy pronto de esos achaques tuyos, fruto de tus maratones como escribano apasionado y como el lector inquieto e insaciable que eres. Xabier, hoy, este post es enterito para ti. Muchísimas gracias por tu amistad y muchísimas felicidades.

11 comentarios

IVAN -

Hola Marina, bienvenida de nuevo, que sepas que por aqui te hemos echado de menos.
Munich es una ciudad estupenda. Me trae recuerdos gratos solo leyendote.
Descansa y reposa como mereces.
Un abrazo.

Marina Khalo -

Hola Xabier, Iván…

Estos días he estado ausente. Continuando con esas casualidades de la vida, carambolas del destino, si quieres, un tanto mágicas; yo andaba en Munich desde tu post “El último viaje del Almirante”. Tú, Iván, escribías de tu experiencia y encuentro con Xabier; mientras me pateaba, su querido barrio de Schwabing, Marienplatz, Laimer Platz…por no hablar de los Beer Gardens, de los museos y galerías de arte de la ciudad. Es curioso volver y poder rescatar de tu personal calendario de lecturas, los cruces del camino, la intersección en que las vidas transcurren con elementos comunes en diferente plano.

Del viaje vine admirada y posiblemente, con mejor final que tu Almirante. Si éste es la muerte. Pero hoy, mi crecimiento en inspiración es cero absoluto, mi involución es manifiesta y del amable guerrero, me quedo con el reposo, el silencio que otorga veracidad a lo que no contamos.

Xabier, me reservo para escribirte otro momento, no solo para felicitarte; también para reanudar la partida.
Nos encontraremos.

Un saludo a los dos.

IVAN -

Angeline, bienvenida y gracias por tu comentario.

Yoliyolie, ni papara, pero Xabi seguro que lo entenderá. Saludos.

Irene, un beso. El cartel al que te refieres supongo que será el de EL SUEÑO DEL CARACOL, la peli a la que tu te refieres es una colombiana, si no me falla la memoria.
Escribes desde mi habitacion. ¿Lo ves? Otra casualidad...
Aunque, como tu dices, a todos nos pasa si nos remontamos al pasado. Yo podria empezar por la casualidad de haber nacido entre dos abortos naturales, o mucho antes si mis padres no...

Irene -

Es bonito leer tu historia, y ver que, salvando las distancias es un poco la historia de todos nosotros, pero aun le da un toque especial leerla en la 207 del Spk...pues por avatares de la vida, he vuelto a Munich y vivo en la que era tu habitacion, y tu cartel de la estrategia del caracol sigue ahi donde tu lo pusiste. Un beso, Irene

yolijolie -

Urte askotarako!, Xabier.
Ongi/ondo pasa aurtengo egun.
Barkamena eskatu: Nire euskara da catalán, baina aurtengo da Nire txiki erregalu.
Nahi onartu mis barkamena, ere.

Agur

Yolanda Montesinos

Angéline -

Una historia entrañable, es increíble lo sencillo que es para el azar barajar sus cartas mezclando las vidas de la gente. Me encanta esa imagen de un dominó vital. Felicidades a todos, amistad, amor, qué gran suerte. Un saludo.

IVAN -

Pues así es, este es un relato sobre las casualidades, el destino, sobre la estadística de probabilidades, sobre las moleculas y las señales del tráfico de nuestras vidas.

Aquellos turistas, el día que decidí preguntar por el trabajo de camarero en aquel Pizza Hut y no en cualquier otro de la ciudad, el jefe que decidió contratarme, que la objeción de conciencia y la mili terminasen de competir entre si y nos dejasen en esos tiempos en paz y libres, aquel momento cuando decidí regresar a Munich o, mucho antes, cuando decidí abandonar mis estudios de Filologia Alemana para irme de Au pair a Alemania, o cuando tambien, casualmente, conocí a Corinna...

Xabier es una de esas piezas que van formando mi dominó vital, pero hoy es esta pieza, sin la que yo no estaría donde estoy ahora (estaria en otro sitio), la que cumple años y es la protagonista.

CARPE DIEM

Y un saludo a todos.

Maria Del -

Son las coincidencias las que hacen nuestra vida.
Si aquel dia esos españoles no hubiesen ido al restaurante....
Al menos la historia suena bien, y se ve que has tenido suerte, ademas de currartelo, claro.
A ver cuando encuentro yo a mi Xavier, en fin...

Ruth -

Este hombre se merece una película, y que suerte la tuya haberle encontrado.

ecléctica -

Es emocionante. Xabier, felicidades por tu aniversario pero, sobre todo, por ser como eres, por tener tan buenos amigos y por vivir de forma tan apasionada la vida. Y a ti, Iván, por el relato.

Josmachine -

Maravillosa historia. Felicidades pues, a Xavier y también a vosotros.

Un saludo.