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EL ESCONDITE DE IVÁN

SUPERBIPOLAR (Rescatado)

SUPERBIPOLAR (Rescatado)

1-Se siente todopoderoso o como un super héroe con poderes especiales. (Observen el traje)

2-Aumento de energía desmedido y la habilidad de poder seguir durante días sin dormir y sin sentirse cansado. (Mami, yo nunca duermo, solo descanso)

3-Se siente demasiado contento, o demasiado irritable, enfadado, agitado o agresivo. (Quiero enfadarme como Hulk)

4-Su atención se mueve de una cosa a otra constantemente, habla muy rápido, cambia de tema constantemente y no permite a penas que lo interrumpan. (He dicho)

Los síntomas maniacos típicos del desorden bipolar en niños fueron durante mucho tiempo mis superpoderes secretos favoritos. Y esa calle que se ve en el fondo de la foto es la calle Tudela, en Valladolid, hace unos 27 años.

4 comentarios

Lucia -

Hola Marina:

Sólo decirte que me encanta como escribes. L.

Sisterboy -

Un niño, un balcón y un traje de Superman. Glups recuerdo las leyendas urbanas de la época que incluian esos tres elementos

Soledad -

Creo que todos en nuestra niñez fuimos superbipolares jaja. A ti te dio por la S de Superman, a otros por la B de Batman y a los más tímidos por la Z del Zorro jeje. Muy buen post y también muy buen blog. Un saludo

Marina Khalo -

Me encanta el nombre “Superbipolar”. Me gustan todas las palabras que contienen POLAR: estrella polar, círculo polar, polar-oid …También lo bien que interpretas el papel de superhéroe embutido en esos leotardos mitad juglar, mitad príncipe. Tu estela energética debió influir en la planta, de cuya rama pareces asirte, quedando ésta tan calcinada como el Monte Penteli en Atenas.
En mi caso, de niña me disfrazaban de gitana (los volantes los realzaban con un fino alambre que pasaban por el dobladillo de la tela, dejando al aire, cada vez que me sentaba, mis inmaculadas bragas de ganchillo). Aquel disfraz fue presagio y sortilegio de mis días de nómada indomable. La carreta anduvo ( a veces imbécil, pero luego se recuperó) por caminos. Tampoco yo engrasé lo ejes y estos fueron el soniquete dulce de mi ruta.
Volviendo a tu foto. La sombrilla del fondo recuerda antiguos veranos y éste mío que se acaba. Lo que sin duda abre una depresión profunda, en mi gélida capa de síndrome posvacacional. Adivino que el hábito no hace al monje y que tienes poderes especiales seas o no superbipolar. Yo tengo algún que otro síntoma extraño, que alguna vez disfracé, pero que a estas alturas de mi vida aireo, eso sí, sin mucha gracia. Entre algunos, nunca estuvo la rapidez verbal. No es que tenga problemas para hablar en público, aunque las veces que lo hago he de respirar profundamente antes de meter pata y palabra. Mas bien me ocurre lo contrario. Necesito un ritmo pausado y lento que pudiera poner bipolares a los que me escuchan.
Como puedes observar, te hago la radiografía de algunas de mis manías. Una forma de compartir contigo la simpática y entrañable travesura de tu post al que sólo se le podría poner un beso.