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EL ESCONDITE DE IVÁN

A UN MILLON DE PASOS DE TI

A UN MILLON DE PASOS DE TI

Prometiste ser la llave que abriera todas las puertas, para después convertirte en el candado que selló todas nuestras esperanzas. No te culpo por ello. La culpa es como un bote agujereado. Bajo el mar termina por perder su sentido de ser.

Las irresistibles luces de la urbe cegaron nuestro camino. Los recuerdos bronceados, las promesas y las lluvias de verano no perduran para siempre.

A un millón de pasos de ti los besos entregados ahora yacen sepultados. Ya no estas y creo me olvidé de contarte algo importante: No te canses nunca de andar, no dudes en correr con todas tus fuerzas, pero siempre hacia delante. Huyendo de uno mismo se pueden ganar los cien metros lisos sin a penas llegar a sospechar que, las grandes hazañas del corazón, solo se alcanzan entendiendo la vida como una marathon multitudinaria, pero con meta en cada uno de nosotros mismos.

Iván Sáinz-Pardo
"En la avioneta sobró un sitio" ©2011

7 comentarios

NepTunia -

Así me siento ahora...

Tami -

Me ha gustado mucho el escrito. Profundo pero ligero.

Pilar -

Me encanto :)

Cariños ..

V. -

Muy bien expresado, como siempre. Espero que estés bien, de verdad.

ysa -

Que agradable expirar encontre en una llave de recibimiento, siempre pensaba pero nunca de tantas puertas a la vez... me resulto muy aceptable mas que solamente a la vista.

Nunca conocemos del todo hasta donde pueden llegar nuestras capacidades si las expresamos hacia un recto camino del cual algun dia podemos alcanzar, sino individualmente, una mayoria.

Un placer,

Ysa

Ivan -

Pero odiarnos y amarnos solo merecerá la pena cuando compartamos el mismo metro cuadrado.

Klaudia -

Y que si te acuerdas de mi en silencio que sea con la fuerza del odio, porque "...tan solo se odia lo querido"