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EL ESCONDITE DE IVÁN

HOMBRES Y MUJERES

PASARELA

PASARELA

Irreversibles trastornos psicológicos y físicos. Anorexia. Bulimia. Abusos sexuales. Prostitución. Trafico y consumo de drogas. Supuestos prototipos a envidiar, transformadas, desde la adolescencia, en victimas enfermas y decadentes, en verdaderas esclavas de la moda.
¿Te apuntas?

GUERRILLA URBANA

GUERRILLA URBANA

Protestáis porque decís que os quieren arrebatar la palabra “matrimonio” y ahora resulta también que el sistema educativo español es de repente malísimo, únicamente, claro, porque os tocan vuestras dichosas clases de religión católica y para apoyar políticamente al partido que más os interesa.

¿Y el derecho a las demás religiones? ¿Y el buen o mal funcionamiento de las demás asignaturas? ¿Dónde os metéis cuando las manifestaciones en las calles son a favor de la paz, o en defensa de la igualdad de las mujeres, de los homosexuales, o contra el hambre, o contra la pedofilia, o contra las dictaduras, o contra las guerras, o a favor de los derechos humanos, o a favor de la lucha contra el SIDA?

Eso sí, mientras, vosotros calláis en el Vaticano ante cualquier canallez que incremente vuestras arcas. Ocultáis, defendéis y escudáis a vuestros curas pedófilos y criminales y os apropiáis injustamente de la palabra “familia”.
Pero señores míos, esto ya no es el medievo, ni tampoco la dictadura que vosotros ahora tanto añoráis o que tanto desearíais y, gracias a Dios (el de todos), ahora engañáis cada día a muchos menos incautos.
Salid, manifestaros, disfrutad de esta libertad y de todos estos derechos democráticos por los que vosotros nunca habéis luchado.
Esa misma libertad que a mi me permite hoy quedarme tranquilamente en mi casita y escribiros desde aquí estas verdades como puños. Y que dure.

DÍA DEL ORGULLO GAY

DÍA DEL ORGULLO GAY

Hoy, día del orgullo gay, quiero romper una lanza en favor de los católicos.
Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos. Es un error tratar de impedírselo. El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.

Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Y que incluso, a veces, podrán esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Y también que muchas de sus costumbres, como la
exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos.

Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.

Algunos podrán argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la
iglesia, algunos podrán considerar que permitir que los católicos se casen incrementaría el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio),incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestructuradas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familias católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.

Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruin de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: Aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia.
Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: También estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos.

Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¿Esos niños podrán hacerse católicos?".
Veo ese tipo de críticas y respondo: Si bien es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.

Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de
adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres.

En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitírseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción. Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.

ANÓNIMO

LA FAMILIA

LA FAMILIA

¿Es la familia únicamente un estamento hombre, mujer con hijos?
Según eso, una pareja homosexual no lo es, pero una mujer o un hombre separado con hijos tampoco es una familia. Ni una madre soltera con hijos tampoco. ¿Y una viuda? ¿Y las parejas que no pueden o no desean tener hijos?
Para mí la familia no tiene que ver con la religión, ni con la católica ni con ninguna de las demás. Es un asco la politización de estos temas.

Debe de ser muy triste ser del PP hoy en día y ser homosexual. Que ironía observar a los arzobispos manifestarse y apoyar esta absurda movida, cuando por todos es sabido que, en sus filas, hay más cantidad de homosexuales por metro cuadrado que en un concierto de Alaska. Cuando hasta ahora, estos, no han salido a la calle para manifestarse en contra de la guerra, el hambre o para, por ejemplo, defender a la mujer en cualquiera de sus problemáticas más graves.

Pobre PP, con el lastre de refugiar por inercia aún a esos fachosos recalcitrantes del neolítico con argumentos como: Los homosexuales son unos enfermos. La homosexualidad es un trastorno innatural de maduración afectiva. Una familia que no aporta hijos, no aporta a la sociedad, etc.

Hace muy poco, los que estaban en contra de la guerra ilegal y cruel en Irak, eran tachados prácticamente de pro terroristas en nuestro país, o incluso de traidores de la patria en U.S.A. Ahora, no apoyar una manifestación que está descaradamente a favor de la discriminación social a los homosexuales, pero disfrazada de “apoyo a la familia”,significa, según estos, no respetar el estamento familiar. Pues miren señores, yo estoy a favor de las familias, de las católicas, pero también de todas las demás, las civiles, las homosexuales, las judías, las árabes y las de los no creyentes. Estoy a favor de las familias unidas y felices, con hijos propios, adoptados o sin ellos, y por una educación de estos, basada en el respeto, la tolerancia y el cariño. ¿Llevaréis vosotros a vuestros hijos para educarlos a esta manifestación descaradamente homofoba y en contra de los derechos de los homosexuales? Mirad lo que dice el diccionario sobre esta palabra:

HOMOFOBIA: f. Rechazo a la homosexualidad y a los homosexuales: la homofobia revela intolerancia.

Lo importante es que los niños se sientan realmente queridos y el amor no entiende de políticas ni de religiones. Pero amigos, esta es, únicamente y como siempre, mi humilde opinión.

Iván Sáinz-Pardo

HAMBRE

HAMBRE

Miles de personas mueren al día de hambre y desnutrición en una parte del mundo, sin remedio, mientras en la otra, otros tantos practican, por mera pijería, la desnutrición y el hambre como moda.
El futuro de este país dentro de poco estará en manos de una generación desquiciada y mermada por gravísimos desarreglos emocionales, psicológicos y nutricionales.
Donuts light, Pepsi light, mantequilla light, mayonesa light, queso bajo en calorías, ponte guapa, cuida tu imagen, adelgaza con pastillas, parches, kellogs, ¿liposucción? ... Rebaja esos kilos, ponte estos trapitos, tallas, laxantes, diuréticos, adelgaza, reduce, vomita... Eres gorda, estas gorda. Eres fea... no te quieres. Nadie te quiere.
Engorda, compra, dame tu dinero. Adelgaza, compra, dame tu dinero. Engorda, compra, dame tu dinero. Adelgaza, compra, dame tu dinero...

Iván Sáinz-Pardo

FELICIDADES

FELICIDADES

Al igual que el dinero por si solo no puede comprar ni el intelecto, ni la educación, la tendencia sexual no determina la calidad de la educación de un niño.
El sexo y nuestra naturaleza no entiende de política ni de partidos, quien comprenda eso primero, sabrá captar más votos y entender, lo que es infinitamente mejor, la voluntad del pueblo. Pero lo importante, al fin y al cabo, es comprobar, en días tan especiales como este, como un pequeño paso para el Congreso, puede ser un gran salto para la libertad.