LA TEORIA DE LA TIRITA
Mary, nuestra vecina, nos regaló un pepino de su huerta. Yo compré unos tomates, unas cebollas, pimientos verdes, atún, aceitunas rellenas de anchoas, unas gambitas y me ofrecí a hacer un salpicón con aceite de oliva y vinagre de vino.
Cortándolo todo bien pequeñito me di un tajo con el cuchillo en la yema del dedo, profundo y limpio. Apreté los dientes, me lavé el dedo y lo puse en alto. Lucy me dio una tirita y lo tapé. El dedo me palpitaba, había sangrado abundantemente. Cortarse da mucha rabia, pone de mala ostia, porque siempre se piensa que es error de uno, un fallo inútil, evitable, que denota nuestra imperfección y fragilidad. Me miré el dedo vendado, pillé un retulador y le dibujé una cara sonriente.
Las tiritas evitan que la herida se le llene a uno de mierda y sobretodo, evita el que se te olvide que la tienes y te golpees involuntariamente o te golpeen los demás en ella. Los golpes son muy traidores, al igual que los pisotones, los apretones, los pellizcos, los empujones o los agarrones. Todos ellos huelen el olor a sangre y a tirita y buscan, implacables, la zona afectada. Yo no paro de maldecir desde que tengo esta tirita. Todas las desgracias me dan en el dedo. Quise dibujar una sonrisa, un hombrecillo gracioso y feliz, para contrarrestar la mala ostia de cada encuentro con el dolor y el infortunio. Sin embargo, y como podéis comprobar, mi dedo sonriente no para de mirarme fijamente con cara de sádico cabroncete y yo, para disimular, cada una de las veces, apretando los dientes y disimulando el dolor, lo miro sonriente como si no pasara nada.
¿Y el salpicón?
Riquísimo, gracias.
10 comentarios
Ainhoa -
pita -
artista por confirmar -
e. -
colita de rana
si no sanas hoy
sanarás mañana...
monocamy -
Sana, sanaaaa, culito de rana! :D
Jose -
Jacko -
bubisonica -
bubisonica -
noemi -