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EL ESCONDITE DE IVÁN

NO HABLAR DE POLÍTICA

NO HABLAR DE POLÍTICA

No hablar hoy en día de política o decir, “yo de la política paso” es ser un completo necio. Es como esconder la cabeza debajo de la tierra y poner el culo a quienes están dispuestos a arrasar con todo.

Por como están las cosas, con un país en quiebra, con todas y cada una de las instituciones del Estado podridas y en descrédito y una población abocada al desastre social, no posicionarse políticamente, no hacer un mínimo esfuerzo social, ya sea mediante los movimientos sociales, las redes o en los bares, oficinas o en nuestras reuniones familiares, me parece una irresponsabilidad.

Legitimar a unos o a otros con nuestro voto hoy, con toda la información que ha sido publicada durante los últimos años y en gran parte, solo gracias a Internet, a las redes sociales o a las publicaciones digitales e independientes y no sometidas a la agenda de los intereses a los que pertenecen los mass media, ya no solo es una cuestión política, ahora más que nunca es una cuestión ética. O se está con los criminales, con los corruptos e hijos de la grandísima puta de las tarjetas Black, las cacerías, las mariscadas, las comisiones, los sobres, las financiaciones ilegales y todo el resto de las innumerables tramas criminales o no se está.

No nos olvidemos que los estudios dicen que cada año en España son saqueados más de 40.000 millones de euros con la corrupción de la cleptocracia que nos gobierna. Dinero de las arcas públicas, de nuestros impuestos, que luego no se puede dedicar a paliar la pobreza infantil, gente enferma o al mantenimiento básico de nuestro estado de bienestar.

A mi, los contactos y conocidos que nunca se posicionan, que nunca reaccionan a las noticias escandalosas y dramáticas sobre la situación desesperada de nuestro país y de sus ciudadanos, los contactos en las redes que nunca hablan de política, me hacen sospechar, mucho. Y es que, o se está indignado o se está con los indignos y quien no esté entendiendo esto es que vive sin saber por donde le llega el viento.

Cuándo estafan a tus abuelos, los arruinan, los humillan, los desahucian. Cuando tus hermanas se plantean renunciar a la maternidad por la inseguridad, la miseria, el paro. Cuando tus amigos entran en depresión, son excluidos socialmente, ven frustrados sus sueños y sus esperanzas de prosperar. Cuando a la gente la apalean al llevar a cabo su derecho a manifestarse y las familias y las parejas son separadas y forzadas al exilio. Cuando saquean el dinero para la educación de nuestros hijos, el de la protección social para los más necesitados o el de los ciudadanos con discapacidades. Cuando desmantelan lo publico, la sanidad, el tejido industrial, la investigación científica. Cuando nos humillan, cuando se mean públicamente y a diario en nuestras caras, nos dicen que “nos jodamos” a la vez que a ellos les tocan docenas de veces la lotería, enchufan a sus amiguitos del alma y a sus familiares y nos roban con total impunidad, hay algo que ya no nos podemos permitir en absoluto y es callar y obedecer.

Denunciar esto públicamente, no es hacer política, no es hablar de política, es una necesidad que tiene que ver con la ética ciudadana, con la dignidad como persona. Si fuesen los músicos los que estuviesen provocando todo este dolor, pues yo denunciaría y hablaría de los músicos y de su música.

Decir que quienes votan a criminales y a gente corrupta, quienes legitiman con su derecho al voto a gente que mienten, violan y ultrajan de forma reiterada su compromiso democrático con los electores y con la gente a la que se supone representan son o IMBÉCILES o unos HIJOS DE PUTA, no es presuntuoso, no es un agravio, es UNA REALIDAD. O te estás lucrando con las políticas infames de esta gentuza a costa del dolor de los demás y prefieres que todo se quede como está, o les votas por creer que al hacerlo vas a entrar en esa minoría o, simplemente, eres un irresponsable cegado por la estupidez supina.

Votar es libre, como lo son la cordura y la estupidez. No posicionarse no es una opción, es una posición, que en si misma, ya habla de quienes realmente e irremediablemente somos.

Iván Sáinz-Pardo

1 comentario

carlos sainz-pardo -

Enhorabuena hijo por tu reflexión. Estoy de acuerdo con ella. Tanto es así, que yo pienso lo mismo, pero ya desde hace varios lustros.
O nos mentalizamos de que hay que vigilar de cerca a los que nos gobiernan, o terminan por saquearnos, ¡¡¡castigos ejemplares para los políticos, jueces, fiscales, etc corruptos!!!