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EL ESCONDITE DE IVÁN

CRITICAS CINE

LA GUERRA DE LOS MUNDOS ( Steven Spielberg, U.S.A, 2005)

LA GUERRA DE LOS MUNDOS ( Steven Spielberg, U.S.A, 2005)

Spielberg ha vuelto. Y yo he vuelto a disfrutar.
Defenestrarán esta película por su final. Pero es que probablemente muchos no conozcan la trama de la novela original con el mismo nombre de HG WELLS, la adaptación radiofónica de Orson Welles o no vieron la película original de Byron Haskin del 52. (Ver foto de este post)
Aquel guión de Barré Lyndon lamentablemente ya se precipitaba en el último tercio y también nos sorprendía con un final para nada complaciente. Hubo después en el 88 una versión televisiva en formato serie, 48 capítulos de una hora bajo el título: “La guerra de los mundos” La segunda invasión.
Para llegar a esta nueva película de invasiones extraterrestres de la mano de Spielberg, hemos pasado por muchas otras antes y alguna de ellas muy destacables:
Existe una película dirigida cuatro años más tarde, en 1956, “La invasión de los ladrones de cuerpos”, de Don Siegel, muy parecida a la original de “La guerra de los mundos”, y que narraba una invasión extraterrestre también terrorífica y prácticamente imparable, muy acorde con el trasfondo de la guerra fría de aquellos años. Se hizo un remake en 1978 dirigida por Philip Kaufman, sin final feliz y con el título “La invasión de los ultracuerpos”. (Un remake muy bueno y para mí, sin duda, la mejor de las tres.) Abel Ferrara dirigió finalmente en 1994 el último remake donde todo transcurría en una base militar y se recuperaba el final feliz.
En 1985 también causó furor en medio mundo la serie de ciencia ficción "V". (En nuestro país fue un autentico bombazo mientras que en otros países europeos nadie la recuerda.)
Hay otras, "The Arrival" (Han llegado) de 1996 o "The Faculty" en 1998 de Robert Rodriguez, pero fue en el 96 cuando llegó “Independence day”, de Emmerich, que calcó con descaro la invasión relatada por HG Wells en una nueva versión más moderna, no vendida como tal, que ya cambiaba, como en esta otra nueva versión de Spielberg, el escenario de la vieja Inglaterra (como antigua potencia mundial) por la actualmente todopoderosa nación de los Estados Unidos. Spielberg, que se hiciera hace unos años con los derechos del guión original de la adaptación de Welles, retrasó el proyecto por el éxito de “Independence Day”, donde incluso el desenlace final hablaba igualmente de bacterias y virus, aunque en esta versión moderna era un virus informático el encargado de acabar con los malévolos planes de los invasores.
Lo que mucha gente aun no sabe es que Spielberg volvió a cambiar la fecha del rodaje de su propio remake, pero esta vez para adelantarlo. Esto debido al comienzo de una nueva versión oficial de la versión de HG Wells por una productora independiente, Pendragon Pictures. Esta versión, mucho más modesta, pero que incluso comenzó con el rodaje bastante antes, ya planeaba su estreno para esta misma primavera. Ha existido, sin embargo, en secreto una desproporcionada carrera legal y de durísima competición entre el mega proyecto de los colosos Spielberg y Cruise y estos productores independientes. No hay rastro del estreno de la versión de Pendragon Pictures. Según parece, esta vez Goliat venció a David. Pero tranquilos, para los curiosos he conseguido fotos y una entrevista con su director AQUÍ y el trailer de esta versión derrotada por el poder de los estudios de Hollywood AQUÍ.

David Koepp y Josh Friedman, los guionistas de la versión de Spielberg, después de tantas películas, versiones y series parecidas, no han querido o no han sabido desligarse en demasía del original y tampoco han sido capaces de regalarnos un final que no se precipite y no defraude. En el momento de satisfacer con las enormes expectativas creadas durante una magistral primera hora, la historia se olvida poco a poco de darnos respuestas a algunas preguntas básicas (La reacción de los gobiernos durante la crisis, las plantas rojas, la sangre espolvoreada, etc) y la trama acaba perdiéndose en una completa nube de confusión durante la aparición en escena del personaje encarnado por Tim Robbins, para terminar en un forzadísimo y nada creíble happy-end.
Pero nada de esto importa.
La progresiva aparición de la tormenta con unos geniales efectos de sonido y el formidable trabajo musical de John Williams durante toda la cinta. La repentina y escalofriante aparición de las máquinas, la destrucción, el polvo, (creí ver algo parecido a un recuerdo al 11 de septiembre), el suspense, la impotencia, la tensión, unos efectos especiales muy realistas y aterradores, una acción trepidante, sobria, magistral. Escenas como la conversación durante la huida en el coche, con un movimiento de cámara inquietante e imposible. Los cadáveres flotando en el río, la población americana convertida en refugiados, en “zombies” desesperados, el caos en el barco, las ropas cayendo del cielo como una lluvia apocalíptica y las muy destacables y sobresalientes actuaciones de Cruise, de Dakota Fanning y de todo el resto.
Spielberg devuelve a M. Night. Shyamalan con su “Señales”, a su sitio. Demuestra quien es el verdadero rey del suspense, nos recuerda que fue el, y no ningún otro, quien ya en su día aterrara al mundo con “El diablo sobre ruedas”, “Tiburón” o incluso con algunos excelentes momentos en “Jurasic Park”. Spielberg no siempre es el de las más recientes “La lista de Schlinder” o “Salvad al soldado Ryan” y no consigue mantener siempre la regularidad esperada por tantos seguidores, (entre los que me incluyo) pero lo cierto es que, desde el estreno de este remake, (que mejora con creces a su original) “Independence day” ya solo parece un carrusel de feria. Ahora en cartelera tenemos una de la obras más oscuras, violentas y tenebrosas del gran maestro.
Spielberg ha vuelto. Y yo he vuelto a disfrutar.

Iván Sáinz-Pardo

LOS ÚLTIMOS DÍAS

LOS ÚLTIMOS DÍAS El 11 de Abril de 1994 Kurt Cobain, músico de Seattle y vocalista del grupo Nirvana, se suicidó de un tiro en la cabeza.
¿Quien no lo recuerda?
Gus Van Sant, director entre otras de las interesantes “Drugstore Cowboy”, “El indomable Hill Hunting”, “Mi Idaho Privado”, “Elefant” y de engendros soporíferos como “Encontrando a Forrester” o “Gerry”, intenta ahora con “Last Days” narrar el infierno personal de los últimos días antes de la trágica muerte de este ídolo internacional y representante del movimiento Grounge. Una muerte provocada según parece por el peso de la fama, la depresión, una evidente adicción a las drogas y una relación tormentosa con la que, por aquellos entonces, era su mujer, la también cantante y actriz Courtney Love. Una muerte aquella que se vendió en todo el mundo y que en su día convirtió el suicidio adolescente en una truculenta moda mucho más allá de las fronteras de Seattle.
Michael Pitt, hermano de Brad Pitt, que ya actuara en “Soñadores” de Bertolucci, interpreta a Kobain, en parte ayudado por su asombroso parecido físico con el cantante. (No hay más que ver la foto)
La música también se parecerá a la original, pero solo eso, los derechos siguen en manos de la recelosa señora Love, acusada, entre otras muchas cosas, de plagiar y robar los restos músicales de su marido en beneficio de su propia banda (Hole), esto durante y sobretodo tras su muerte.
Hay muchas oportunidades y posibilidades distintas de abordar los temas de una película como esta. Despierta mi curiosidad. La película no se estrenará en nuestro país hasta Septiembre, pero podéis ver el trailer si queréis AQUÍ.

LILA DICE (Ziad Doueiri, Francia / Italia/ Reino Unido, 2004)

LILA DICE (Ziad Doueiri, Francia / Italia/ Reino Unido, 2004)

Ayer fui a los Verdi a ver “Lila dice”.
Entré a verla sin haber oído nunca hablar de ella, con la única esperanza de ver un poco de cine independiente, con la única pista de saber que se trataría de una producción europea.
Lolita y el primer amor adolescente. Estos son los dos pilares fundamentales con los que se sostiene esta segunda película de Ziad Doueiri, quien debutara en 1998 con “West Beirut”.
Una voz en off es la que nos abre al mundo interior de Chimo, el adolescente protagonista, y nos sirve prácticamente como único antídoto ante la pasividad casi desesperante del personaje interpretado por Mohammed Khouas.
A mi parecer, los personajes secundarios y todos los trasfondos dramáticos están lamentablemente cogidos por alfileres, la madre de Chimo, sus amigos, la tia gorda con la que vive Lila, etc. Pero no importa demasiado, por que incluso, de lo presumiblemente predecible en el guión, resurge la sorpresa, y por si no fuese esto suficiente para muchos, aún está la figura de la bellísima Vahina Giocante, que consigue trasmitir la carga sensual y erótica que propone y necesita el personaje de Lila. Pero eso no es todo, además consigue enamorar al espectador catapultándolo de vuelta en la memoria a aquel primer enamoramiento y aquel excitante descubrimiento de la sexualidad adolescente. La película especula con nuestros propios recuerdos, aquella inocencia, aquella inexperiencia, aquellos olores, imágenes, sentimientos. Por esto la película no acaba al terminar la proyección. Fresca y muy recomendable.

Iván Sáinz-Pardo

LA INTÉRPRETE (Sydney Pollack, Reino Unido / U.S.A, 2005)

LA INTÉRPRETE (Sydney Pollack, Reino Unido / U.S.A, 2005)

Hoy ha estado todo el día lloviendo. Un mal día para ir en bici a clase. Después de una semana pasada de teoría sobre la producción y la postproducción digital, esta semana tocaba la practica. Y nada mejor para practicar, que ver de cerca la nueva cámara digital de ARRI D20, (aun un prototipo) y volver a visitar las instalaciones con los Arrilaser, Arriscanners y mesas de postproducción que ofrecen la empresa ARRI en Munich.
Fue sin duda una visita muy interesante que al parecer completaremos mañana.
Después de la clase, de poner una lavadora y escribir un poco, quedé con un amiguete para ir al cine.
¿La interprete?
Y ya estamos dentro de la sala.
Creo que de esta peli opino algo parecido a lo que opino con la carrera en general de su director, Sydney Pollack. Momentos estupendos, cine correcto e interesante y la sensación al final de que quizás falto algo o bastante para la genialidad. Momentos de suspense del bueno, intriga y acción mesurados y bien racionados, conflictos personales, pasados oscuros, un romance sin llegar a desarrollarse (que están muy de moda) y la ONU como escenario de candente actualidad. Un Senn Penn que me gusta, pero que me sabe a un poco de lo mismo, y una Kidman a su altura, que es la altura de ser capaz de demostrar, con cada una de sus interpretaciones, que es una de las mejores actrices del momento.
Después, mi amigo y yo, nos tomamos unas cervezas en un bar y nos reímos un buen rato. Son ya las doce y nos acabamos una última birra, esta vez de lata, mientras termina por aparecer su metro.
Y después sigue lloviendo, y yo paseo hasta casa contento, bajo la lluvia, pensando en la Arri D20, en la magnífica primera escena de “La interprete”, esa con los niños en el campo de fútbol. Y pienso también en lo bonita que es Nicole. Hasta que cambio de parecer y pienso entonces que realmente no es bonita sino simplemente bellísima.
Camino por la Dachauerstrasse hasta que de pronto, veo a una mujer con un chubasquero blanco acercándose por mi acera. Se detiene justo delante de mi, observándome, atravesándome sin piedad con una maravillosa mirada azul. Me sonríe sin moverse un apice de ahí, sin impórtale la lluvia incesante y testaruda que cala su rubísima melena. No hay ninguna duda, es Nicole Kidman.

-Hola Nicole, me gustaste mucho en la película que acabo de ver con un amigo. A el también le gustaste. Bueno, a mí me gustaste mucho más. Y eso que a él le gustaste muchísimo. ¿Hablas español?

Ella sigue sonriendo mientras se aproxima a mí muy despacio, sin dejar de mirarme a los ojos. Muy delicadamente me besa en una de las mejillas. Y antes de desaparecer calle abajo, me susurra en un castellano perfecto:

-Olvidaste poner el centrifugado.

Iván Sáinz-Pardo

EL SEÑOR DE LOS ANILLOS \

EL SEÑOR DE LOS ANILLOS \

No hay suerte con las trilogías últimamente (aunque ahora estén tan de moda). Después del patético desplome de la saga Matrix, con dos secuelas, a cada cual peor, y para nada dignas ni necesarias por muchas pajas mentales que nos quieran vender, ahora le toca el turno, para decepción de seguidores y amantes del cine, a Peter Jackson. Y voy a hablar de cine, porque lo que cuentan los tres libros de "El Señor de los anillos" me importa, para la argumentación de esta crítica, más bien poco. Soy partidario de separar la literatura del cine, porque lo de la fidelidad a los libros originales, es algo secundario mientras la película funcione y cumpla los objetivos y expectativas que este denominado séptimo arte precisa.
Al igual que para leerse un libro no te recomiendan verte un video antes, nadie debería poder esperar que una peli nos guste mas o menos, nos parezca mejor o peor, o se nos de o no la oportunidad de entenderla, dependiendo únicamente de habernos leído o no antes la novela en la que se basa. La versión de Jackson pudiera ser una de las más ambiciosas y mejores adaptaciones en toda la historia del cine. Creo que el director ha ganado con creces la guerra inevitable de contentar y corresponder a la agresiva y masiva expectación que tan ambiciosa misión suponía. Pero también creo que casi todas las batallas no ganadas o perdidas (inevitables en toda guerra) se concentran de forma casi bochornosa en esta tercera entrega.

En la primera película se sacrificó el ritmo y la acción para no dejar a un lado la tan necesaria como extensa presentación de los personajes, una elaboradísima introducción del mundo de Tolkien y la trama principal de la saga.
Si esta primera entrega sale airosa, es sin embargo, por que cuenta con el factor sorpresa, que nos aplasta con la grandiosidad de una multimillonaria producción, la majestuosidad de un mundo fantástico, (recreado de forma impecable) y la ampliación de las fronteras en el uso de los efectos digitales hasta limites como para reunir filas enteras de bocas abiertas y kilos de palomitas esperando al borde de estas.

La segunda parte es, sin duda, del mejor Jackson.
Liberado de esas labores inevitables de la primera entrega, decide aplazar también para la tercera parte todo lo que le ata y, nos regala así, lo mejor de su talento. Épica, acción trepidante, humor negro, monstruos aterradoramente reales, nuevos personajes (Gollum por ejemplo) y una trama interesante y muy emocionante. El insoportable y lastimoso Frodo es prácticamente expulsado (gracias a Dios) de la acción de esta segunda entrega, y Aragorn (ese si es un héroe en condiciones) toma protagonismo. Que decir que para mí, sin duda alguna, la segunda parte es la mejor de todas con mucha diferencia y la que salva los muebles en esta monumental empresa cinematografica.

Pero hay que cerrar la saga y abordar todos los flecos y asuntos abiertos. Hay que volver a contentar a los todopoderosos de Hollywood, y Jackson, nos muestra una noñez que dejaría a la sombra al Spielberg de los peores momentos. En la tercera parte desaparece un Legolas reducido a un numerito totalmente ridículo (hasta para los niños) con un elefante gigante, cargado de enemigos, por el que trepa a la carrera en un pis pas (por ordenador) y finalmente extermina, (en otro pis pas) para el bochorno y las risas de hasta el acomodador. Esta escenita es fruto sin duda alguna de un: “!Coño, se nos olvidó Legolas! ¿Qué hacemos?”
El Gollum repite y esta muy bien hecho y todo esas cosas, pero lamentablemente, pierde el interés porque ya sabemos, gracias a la insistencia de la segunda parte, que sufre de esquizofrenia galopante y lo que es mucho peor, que es malo, remalo y que va a traicionar a la nueva pareja estrella de la "Gay Parade" Sam y Frodo.
Después hay que soportar a la princesita encarnada por Liv Tyler, que se pasea por ahí, sin sentido alguno, poniendo siempre carita de circunstancias hasta unos limites realmente insoportables.
La historia entre un Faramir exiliado hacia el sacrificio y su malvado padre no es interesante, parece amputada y narrada con desgana, como por compromiso.
El enano (que fue uno de los personajes que más me entretuvo en la segunda) pierde toda la inspiración y sus chistes (no siempre igual de afortunados) desaparecen o se repiten de una forma cansina. (el chiste de contar, por ejemplo, el número de los malos que se cepilla durante los combates.)
Esta vez es Aragorn quien es desplazado en gran parte de la acción para ir a buscar a un ejército de muertos, que terminan por trasformarse en una especie de nube verde de "Ántrax" que hace las labores, al final de la batalla, de séptimo de caballería y que huele a juego sucio. (Así cualquiera, aunque estén del lado de los buenos)
Frodo, nuestro heroe, se arrastra babeando como un cretino toda la maldita película, con cara de perro abandonado, transformándose posiblemente en el héroe más memo y patético de la historia. Este es acompañado por el, aún casi tan nena, Sam, que parece haber aprendido interpretación en la escuela de Maryl Streept. Toda su búsqueda resulta una tortura, y no solo para ellos, sino para el espectador que no llega nunca a creerse nada de nada de lo que allí aburre, digo ocurre.

Uno podría escribir ahora todo un libro, pero por ejemplo:
Primero: ¿Abandonaría alguien a su mejor amigo del alma, con el que ya esta cerca del culo de la tierra media, a dos películas y media de distancia de su maravilloso hogar, (mandándole a una muerte segura) por mucho que dudásemos por un momento de que se haya comido el maldito último currusco de pan? (Hala, majete, vuélvete a casita que ya no te ajunto. Así, sin más, sin comida, recórrete todos los millones de kilómetros de vuelta a casa y que te den) ¿Quien se puede creer eso?
Segundo: ¿Quién se creé que el pequeño Sam pueda nunca vencer con un ridículo puñal a una araña del tamaño de un concesionario de coches? Por otro lado el realismo de la araña, para los que ya hayan visto, por ejemplo, “Arack Attack”, tampoco se verán realmente sorprendidos por el virtualismo digital.
Tercero: Aun creyéndonos que alguien fuese capaz de sobrevivir la situación de tener que permanecer en una roca rodeados por un mar de lava sin derramar una gota de sudor, ¿Cómo es que esas águilas gigantes salvadoras que los rescatan no los llevaron volando hasta su destino desde un principio? (Podían haber hecho un corto)
Pero otra escenita graciosísima es la de la rubita decapitando de un golpe de espada a un dragón asesino con el cuello de un diplodocus y matando después al malo malísimo. (Puff…)

Y nada, después para acabar, la explosión de las explosiones y nada menos que otros cuarenta y cinco minutos de burocracia del reino, despedidas y de interminables seudo finales continuados. Todo como bajo el logo: “Rodamos cinco posibles finales y si no nos decidimos por cual, pues venga, todos valen uno detrás del otro.”
Estaréis de acuerdo conmigo en que la escenita de la habitación con los distintos personajes retozando en la cama con Frodo, es como para vomitar la Coca cola entera y las palomitas. Además, como esa miradita final tan pillina entre Frodo y Sam, ya si que termina de rematar todas las sospechas y define el carácter de la extraña relación, pues por que no otra escenita más de cómo Sam se casa con la rubia del anuncio de Milka. Para despistar. Que por otro lado, hubiera sido bonito y atrevido mostrar de todas, todas, una relación homosexual, ¿no? (No es cosa mía, creedme, recuerdo que en el final de la primera parte, con la parejita lloriqueando y anunciando las aventuras venideras, delante de aquel cielo en plan "Titanic", la gente en el cine gritaban al unísono: -!Que se besen!, !Que se besen!)

Señores, la intención de pegarme un maratón con los amigos, para ver la trilogía entera con sus versiones extendidas, se ha visto truncada gracias a esta horripilante tercera entrega, que por mi parte, bien se merece un suspenso, y que tristemente baja la media de esta, después de todo, fabulosa saga.


Iván Sáinz-Pardo