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EL ESCONDITE DE IVÁN

PERCEVAL

PERCEVAL Perceval, os estoy perdiendo, como las olas se pierden en el mar.
Os estoy destruyendo, como las guerras destruyen las ciudades.
Mi pequeña barca va a la deriva de una forma cada vez más peligrosa, pero porque os quiero con toda el alma, os pido con humildad perdón y otra oportunidad.
Siento tanto haberte hecho daño… pero la vida, a veces, te juega estas malas pasadas.
Sigue escribiendo, que lo haces muy bien y puedes ayudar a otras personas.

Merche. 3-11-93

"El sendero de la oveja negra"
N 33042/1997
R.P.I: VA-1329

5 comentarios

Luis Gallardo -

Me ha impresionado muchisimo encontrarme a tu madre (mi tia) en medio de la web, aunque debería haber intuido que en tu blog lo logico era encontramela. Yo recuerdo mucho de ella y añoro muchisimo no poder hablar con ella. Un abrazo enorme, me encanta tu trabajo que en cierto modo es el de Merche.

ladesordenada -

Me sabe a carta de despedida. Es hermoso tu recuerdo y tu homenaje.
Un beso.

IVAN -

Yo también la recuerdo como una fortificación sin murallas. Donde acogía a cualquiera en el poco espacio que restaba de la tiranía agridulce de su enfermedad.
La falta de razones para vivir pesan aun más que las razones para morir.
Pasiego, precioso tu escrito. ¿Recuerdas como le gustaban las cartas y los escritos? Este espacio le hubiera encantado. A mi me ilusiona compartirlo contigo.
Un saludo para todos.

Pasiego -

Era vertiginosa,
fortificación sin murallas,
sal de vida,
huracán apasionado,
madre tierra,
naturaleza con nieve y noche.

Volaba cual golondrina
rauda y sin aparene rumbo,
como nadando a favor de los caprichosos vientos.

Y se entregaba a los demás
suave como el algodón,
salvaje como las espinas;
desatando odios y pasiones
y buscándose a sí misma
entre el follaje
que habitamos.
...
De nuevo es maná y es agua,
de nuevo nos inunda y nos mantiene,
y vuela despues y nos eleva,
pero sus manos, como el vapor,
solo soportan el arcoiris.
...
Merced que todo lo quieres;
que buscas el amor en cada esquina
y no lo encuentras;
la lluvia fria de tus sórdidos temores,
las razones que aportas;
para no seguir viviendo son suficientes.

cpunto -

a la deriva en olas que son como ciudades,
...me trajo un recuerdo que dormía en la botella,

C.