LA FRONTERA SILENCIOSA
Agosto. Llueve en Nürnberg. Escribimos sin parar.
Sevenrain se desarrolla ágilmente. Crece, grita, exige su espacio.
Los proyectos son así, manuales de instrucciones para decenas de trabajadores, trabajos en equipo moldeados por factores multi direccionales y a veces inesperados. Historias arrancadas de lo individual para alcanzar a un público general y desconocido. Historias a merced de las casualidades, circunstancias, mareas de inspiración o decisiones que se toman voluntariamente, involuntariamente o que incluso otros deben de tomar por ti.
En mi caso, veo como Sevenrain se transforma en algo voluptuoso e ilusionante, y como el traje de cortometraje ya le queda muy pequeño. Abandonada la idea del formato corto nos hemos puesto a escribir en formato largo. Como suele ocurrir, hemos cambiado incluso de titulo de trabajo. Hemos querido recuperar y homenajear uno de mis antiguos cortometrajes en video, donde trabajé por primera vez acompañado de mi amigo Dirk.
Esta nueva historia recoge en parte el espíritu de aquel cortometraje y, de esta forma, Sevenrain ha pasado a llamarse, en esta su recientísima primera versión de guión para largometraje, La frontera silenciosa
Por otro lado, he decidido aparcar de momento mi antiguo proyecto Ainhoa en algún lugar cercano y a la vista. Mientras, tomo notas para mi documental Mi querida tristeza y leo algunos guiones, planeo y escribo algunas otras cosas.
Me siento como un jugador en la feria de su pueblo. Retozando, victima de mi innata ludopatía. Invirtiendo mi tiempo, mi energía, todas mis fuerzas. Me siento como un jugador delante de la máquina de carreras de dromedarios. Allí perpetuado en un único fin. En donde todos los dromedarios que allí corren y que van adelantándose los unos a los otros, son míos y en donde ya ni siquiera consigo saber con certeza quien deseo que haga sonar la campana primero.
Desde detrás de mi portátil, veo llover y pienso en que seguiré trabajando duro, seguiré armándome de paciencia, me dedicaré a disfrutar de la carrera y que gane el mejor.
Sevenrain se desarrolla ágilmente. Crece, grita, exige su espacio.
Los proyectos son así, manuales de instrucciones para decenas de trabajadores, trabajos en equipo moldeados por factores multi direccionales y a veces inesperados. Historias arrancadas de lo individual para alcanzar a un público general y desconocido. Historias a merced de las casualidades, circunstancias, mareas de inspiración o decisiones que se toman voluntariamente, involuntariamente o que incluso otros deben de tomar por ti.
En mi caso, veo como Sevenrain se transforma en algo voluptuoso e ilusionante, y como el traje de cortometraje ya le queda muy pequeño. Abandonada la idea del formato corto nos hemos puesto a escribir en formato largo. Como suele ocurrir, hemos cambiado incluso de titulo de trabajo. Hemos querido recuperar y homenajear uno de mis antiguos cortometrajes en video, donde trabajé por primera vez acompañado de mi amigo Dirk.
Esta nueva historia recoge en parte el espíritu de aquel cortometraje y, de esta forma, Sevenrain ha pasado a llamarse, en esta su recientísima primera versión de guión para largometraje, La frontera silenciosa
Por otro lado, he decidido aparcar de momento mi antiguo proyecto Ainhoa en algún lugar cercano y a la vista. Mientras, tomo notas para mi documental Mi querida tristeza y leo algunos guiones, planeo y escribo algunas otras cosas.
Me siento como un jugador en la feria de su pueblo. Retozando, victima de mi innata ludopatía. Invirtiendo mi tiempo, mi energía, todas mis fuerzas. Me siento como un jugador delante de la máquina de carreras de dromedarios. Allí perpetuado en un único fin. En donde todos los dromedarios que allí corren y que van adelantándose los unos a los otros, son míos y en donde ya ni siquiera consigo saber con certeza quien deseo que haga sonar la campana primero.
Desde detrás de mi portátil, veo llover y pienso en que seguiré trabajando duro, seguiré armándome de paciencia, me dedicaré a disfrutar de la carrera y que gane el mejor.
7 comentarios
jota -
Ababol -
Disfrutalo mucho.
Vigalounge -
IVAN -
Disfrutar como dice cpunto de el aire en la cara y continuar trabajando duro.
Jimbo, mana 23, un verdadero placer siempre teneros por aqui.
jim-box -
Suerte con el long.
Dios, yo estaria nerviosisimo. Me imagino que los nervios los combate el agotamiento. A TRABAJAR!!!
Anónimo -
suerte y saludos
Manuel (a.k.a. mana23)
cpunto -
y de la carrera, no olvides el maravilloso aire en la cara,
suerte,
C.