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EL ESCONDITE DE IVÁN

VALENCIA MADE IN U.S.A

VALENCIA MADE IN U.S.A

Si hace algo más de 20 años, en un capítulo de "El Equipo A", los americanos mostraban el aeropuerto de Valencia como un descampado inmundo y repleto de terroristas islámicos escondidos en sus turbantes, en la actualidad, las calles de Valencia tampoco parecen haber cambiado demasiado. En la serie americana que estrenará próximamente la Sexta “The Unit”, una unidad especial americana se desplaza a las calles de una ciudad de Valencia sorprendentemente represiva y policial, repleta de vespas, ventas ambulantes y controlada por guardias civiles con bigote y tricornios espectaculares. Al ritmo de Los Manolos y con unos españoles agitanados y con aspecto de mariachis, trascurre la acción y la fabulosa y realista ambientación de esta serie tan maja. Y nosotros que nos quejábamos de la Sevilla de “Mision Imposible 2”.
¡Ole!, ¡Ole… y reole!

-ACTUALIZACIÓN: Nuestro amigo Juan, nos informa de otra secuencia sin desperdicio alguno. El célebre Mc Guiver, rescata a una prisionera americana en un campamento de guerrilleros vascos. No os perdais a los vascos, quienes segun Maguiver, son montañeros vascos que desde tiempos inmemoriables, han estado luchando contra franceses y españoles y acostumbran a secuestrar rehenes americanos. Mítico. Muchas Gracias, Juan.


-Ver extracto de "El Equipo A"

-Ver extracto de la serie "The Unit"

-Ver extracto de "Mc Guiver"

16 comentarios

Juan B. Viñals Cebriá -

Fundamento y origen de la genuina receta de la Paella de la Parreta / Paella Valenciana
Fragmentos del libro de investigación gastronómica


PAELLA VALENCIANA
PAELLA DE LA PARRETA ®


Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita del autor Juan B. Viñals Cebriá.-Inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual, V.- 20-04-2007.
Por medio de la documentada “Agència Valenciana del Turisme”, podemos saber que.-“La gastronomía valenciana está basada históricamente en:- “Los diez libros de agricultura del famoso Columela, el Libro de Cocina del romano Apicio, las Etimologías de San Isidoro (siglo VIII), el Libro de Cocina Hispano- Magrebí. Traducido por Ambrosio Huici Miranda (siglo XIII), incluidos muchos párrafos metafóricos de la poesía arabito andalusí surgidos de la imaginación de Ben al Talla y Cafar Ben Hutman, entre otros literatos, además del libro Arte de Cozina del valenciano Diego Granado, cocinero de Felipe II, configuran un gigantesco antecedente cultural que de una forma directa o velada posee un fiel reflejo en muchos de los hábitos alimenticios de estas tierras”. Por mi parte decir que mis meritos o conocimientos gastronómicos caso de poseerlos son debido a los continuados consejos y a las meritorias confidencias que con tanta paciencia me revelara mi tía María Cebriá Miralles(1906-1992-Valencia), hermana mayor de mi madre quien a principios de la década de los años sesenta se encargaba de los notorios fogones de la histórica Parreta, donde se mantenía la rigurosa “recepta” (receta) oral de la Paella Valenciana, plato germinado en aquella tan glorificada cocina. Mi tía María, me explicó aquella receta tal cual le había facilitado de propia voz la tía Lola, otra familiar nuestra descendiente directa de los fundadores de tan dignificada posesión. Hechas estas importantes revelaciones preliminares, es necesario situar la cuestión en el estudio de la cocina y sus recetas, porque a nadie se le escapa que la comunicación de las formulas y los libros en la cocina, es algo relativamente moderno. Por aquellas mismas décadas, mientras atendía mi tía con tanto donaire sus guisos, me iba explicando las materias primas, la justa medida y el adecuado procedimiento que correspondía emplear en cada momento para la elaboración de la reina y señora de la gastronomía que ahora llamamos Comunidad Valenciana; -fruto de aquellas confidencias hoy en día se dispone de la receta escrita donde se exponen los elementos didácticos e invariables que son exclusivos para las paellas condimentadas con el Fundamento de la Paella de la Parreta o Paella Valenciana. Por lo tanto nuestra fuente documental es trascendente y directa desde el mismo origen, mi abuelo paterno D. Vicente Cebriá Ballester, era pariente próximo de los dueños de aquella célebre alquería del camino de Burjasot, referida por Vicente Blasco Ibáñez, el novelista valenciano más universal, decir que tan acreditado predio se encontraba situado en el septentrión de extramuros de la ciudad de Valencia, contiguo al renombrado convento de la Esperanza, justamente en el chaflán del camino de Burjassot, por donde por una, y otra parte, discurrían los históricos caminos Real de Liria, y Paterna, tan frondoso lugar se hallaba rodeado de unas bien cuidadas huertas y arboledas, bañadas por las caudalosas acequias de Petra, Mestalla y Tormos.
Nuestro manjar
Tendremos que convenir que la Paella Valenciana es el manjar más conocido de la enaltecida gastronomía española, es la glorificación misma del arroz a nivel mundial. Este plato tan exquisito de la cocina mediterránea surgió en un principio entre las cocinas de las más señoriales alquerías de la huerta, después de la mano de la burguesía capitalina fue introducida y glorificada en los ambientes, artísticos, religiosos y literarios de Alicante, Castellón y Valencia. Incluso en estos mismos tiempos cuando los valencianos de alguna de sus tres provincias quieren solemnizar alguna efeméride especial con amigos, personalidades, Jefes de Estado, Reyes, o Papas, nunca faltará desde el mantel y la mesa más distinguida, a la más modesta, la reina y señora de la gastronomía española. Por lo tanto tendremos que convenir que la elaboración de la genuina paella es un arte que va mucho más allá, en tierras valencianas su elaboración se considera todo un rito y reverenciado ceremonial, por lo tanto nos encontramos ante una concepción especial de una receta anclada en bases tan fundamentales que no defrauda por lo exacto y lo concreto de sus ingredientes. Los antiguos y experimentados cocineros de aquellos suntuosos fogones eran tan exigentes, que para la cocción seleccionaban la leña de limonero, naranjo o algarrobo. La autentica paella debemos cocinarla con llama (fuego muy vivo), jamás con la brasa. Es fundamental el cuidado del fuego, hasta el extremo que en las más lujosas alquerías disponían de un habitáculo especial cimentado y diseñado con caracteres exclusivos. En esa parte de la cocina quedaba reservada con carácter propio para elaborar según los cánones no escritos del plato valenciano más universal, ese habitáculo se encontraba situado en aquella parte del feudo que por su situación permitía mantener en algunos momentos un fuego rápido y continuado e intenso; es impensable una buena paella sin utilizar un buen golpe de fuego, acompañada de una llama armoniosa y continuada. Otro rito, o ceremonial desaparecido, era el reposo de la paella, se apartaba recipiente del fuego y se dejaba sobre la tierra húmeda formada junto la humedad del pozo artesiano, jamás se dejaba sobre pavimento o piedra, esta tradición basada en profundas y a veces misteriosas convicciones practicadas fielmente por todos aquellos cocineros de antaño, hasta el punto, que en la editorial Destino se publicaba la versión castellana del libro de Joseph Pla (1879-1981 Gerona).“El que hem menjat”, se podía leer,-“(…) En los rústicos corrales de pueblo hay tierra para el reposo de la paella, mientras que en una cocina moderna sólo disponemos de azulejos, mármol, railite y el “foguer” de gas-ciudad”.

Mi consejera gastronómica

Mi tía María, con su armoniosa voz y su dulce modo de hablar, me solía decir.-“La Paella, con nuestra receta, se debe de comportar como un alimento para los sentidos, que se funde lentamente –para prolongar el gozo- en la lengua e impregna el paladar. La sola acción de llevarse a la boca la paella supone para los que gusta saborear las –exquisiteces- casi una experiencia mística. La paella ha sido y es, para los más exigentes un alimento más divino que humano, tienta, deleita, reconforta, y su ancestral receta se inscribe dentro de los más puros cánones de la acreditada dieta valenciana o mediterránea, nadie puede alcanzar eminencia de buen sibarita, si antes no ha experimentado el placer de saborear la paella con cuchara de madera”. (Traducido del valenciano)
Los profanos, o carentes de un sensitivo paladar, dicen “paella” a todo el arroz condimentado con ese recipiente. Para saborear una buena paella no se debe de atiborrar el receptáculo con ingredientes más o menos extraños, extravagantes, coloristas o estrafalarios. Para considerar exquisita una paella, el arroz debe de encontrarse en su punto, los granos secos, sueltos, separados, que cada grano tenga personalidad propia: para conseguir todas estas cualidades se contará con los justo y precisos ingredientes; arroz, aceite, verduras, pollo, conejo, fresco y selecto, todo pura ambrosía.
Otra necesaria aclaración, su nombre: es Paella, por lo tanto no se diga paellera. -Paella, es como desde siempre le llama a tan singular recipiente, que por sus medidas se le ha desprovisto del mango y en su lugar se le han fijado dos asas, por lo tanto se trata de un receptáculo metálico, redondo, ancho, cóncavo y poco profundo. Seguramente la palabra procede del latín "patella". El hecho de decir paella, sólo se invoca el receptáculo, o sartén, pero debemos de asumir, por muy exigentes que pretendamos ser con el léxico, que el término en su origen, hace referencia al contenido, y no al continente. En la carta de cualquier restaurante del mundo, desde el más lujoso, al más modesto, aparecerá escrito paella.-Paella si, -y no paellera como dicen algunos por desconocimiento; -porque paellera en todo caso, sería la cocinera, y no el recipiente donde se cocina la paella que desde su nacimiento en las tres provincias valencianas siempre se ha dicho y escrito paella, y nunca con el neogolismo paellera.

Ingredientes exactos y precisos

Los ingredientes exactos y precisos para condimentar la auténtica Paella, son.- Arroz, pollo, conejo, tomate maduro, judías blancas o tabella, judía verde ancha o ferraura, garrafón; además de pimentón rojo dulce, azafrán en rama –seco-, aceite de oliva virgen, sal, y agua. Un secreto.-Con un cazo aparte con agua se colocan unas ramitas de romero y una vez el agua haya hervido se pasará por un tamiz para que sus hebras no molesten a la hora de comer. Después se verterá a la paella con el caldo y de esta manera proporcionará el específico sabor de baquetes (caracoles) de montaña.
Muy importante, solo utilizar los productos recomendados en la receta; insistir en el arraigado pensamiento de aquellos grandes cocineros cuando decían.- “La Paella valenciana, no consiste en atiborrar el recipiente de incongruentes ingredientes, o mezcolanzas, la paella ya está inventada y sus componentes son los que son, y por lo tanto no precisa de las veleidades de cocineros inexpertos”

Componentes didácticos e invariables.-

1.- Arroz: Son preferibles los arroces Denominación de Valencia, de las variedades Senia o Bomba, (grano medio o corto). Nunca utilice arroz de grano largo, porque absorbe menos caldo y no resulta tan gustoso. (POR NUESTRA EXPERIENCIA SIEMPRE RECURRIMOS A UNAS DETERMINADAS MARCAS DE ARROZ, LA CUAL COSA NOS ASEGURA UNA PERFECTA ELABORACIÓN DE LA PAELLA VALENCIANA).
2.- Fuego (actualmente difusores de gas): debe de cubrir toda la base posterior de la paella. Se precisa un utensilio especial formado por varios aros concéntricos perforados para permitir la salida del gas y formar llamas pequeñas que calienten por igual la paella en toda su superficie posterior.
3.- Recipiente: Siempre se empleará una paella para elaborar tan selecto manjar gastronómico. En el antiguo “raval de Marjalena”, se le definía “paella sense mànec” (paella sin mango), metafóricamente, quienes cocinan con nuestra ancestral receta, siempre tienen la sartén cogida por el mango.

PAELLA DE LA PARRETA O VALENCIANA,
INGREDIENTES
(para 4 personas):
500 gr. de pollo
500 gr. de conejo
250 gr. de bajoca (judía verde ancha)
200 gr. de garrofó (judía blanca ancha)
100 gr. de tavella
100 gr. de tomate
400 gr. de arroz
100 CC. de aceite de oliva virgen
Azafrán o colorante alimentario amarillo
Sal
Pimentón colorado
Agua, (Queremos romper un mito, por los análisis realizados, estamos en condiciones de asegurar que todas las aguas potables, son buenas para condimentar la paella).
Infusión de Romero. (No coloquen tal cual la rama de romero en la Paella, hace vulgar y, sus briznas molestan al buen gourmet).

Nota.- La Parreta, fue distinguida con el titulo y medalla del centenario de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Valencia (1886-1986).
Tienen mi autorización, para que puedan mostrar y comentar estos fragmentos.
Atentamente.
Fdo.- Juan B. Viñals Cebriá.



Doña Francisca Dequéveo -

EL PEDO DEL INSULTO

Viajaban juntos, en un coche de primera de un ferrocarril, varios amigos; y habiendo dado al uno tal apretón de orina, que no le era posible sufrir ni aguardar hasta la primera parada, dijo a sus compañeros:

-Señores, con permiso de ustedes voy a mear por la ventanilla, pues vuelto de espaldas, no falto a la decencia.

Hízolo así, mas al aflojar por delante, hubieron de escapársele un par de plumas por detrás, cuyo nada grato olor hirió desagradablemente la susceptibilidad de las narices de los otros, y entonces uno de ellos le dijo:

-Mira, cuando se te ocurra de nuevo, es mucho mejor que orines para dentro y te pees para fuera; porque ha quedado un tufo tan apestoso…

-Pues, por esta vez- contestó otro-huelan ustedes mucho y aprisa, que es el mejor medio de que se pase pronto.

Juan -

Ahh, me encanta que a cada nueva opinión me salga un nuevo amiguito…

Sintiendo una honda conmoción por el grito cavernario del querido Xabier, con el objetivo de ir, cual animal borracho de testosterona, a la defensa de la hembra ultrajada por este “pater familias”, no puedo más que reaccionar entre la sorna y el cachondeo ante la atribución de un carácter machista a mi persona. No ya provocado por la afirmación gratuita “que yo creía erradicado en ÉSE (cuál?) país”, sino por cómo formula la queja adoleciendo de aquello que denuncia.

Pero sigamos, sigamos. En el siguiente párrafo, escribe nuestro inspirado Xabier, acerca de mi concepto de las lenguas, que, a falta de realidad, no hay que negar que el hombre le echa imaginación. Pero dónde he hablado yo de mi concepto de las lenguas?; impagable la retahíla de los etnólogos y psicólogos (¿????). Sin ánimo de ser exhaustivo, trataba de que Marina entendiese que en un mercado supuestamente libre, la ley de la oferta y la demanda lo es todo. Por tanto, en un litoral donde una considerable parte de su PIB anual (sobre el 25%) procede del turismo (no ya si tenemos en cuenta que este año Valencia tendrá su primer vuelo trasatlántico; lo de la Copa América; y ya como salga lo de la F1, la cosa se cae) será más rentable utilizar una lengua que entiendan tus potenciales clientes extranjeros (la primera fuerza turística viene del Reino Unido) que no una de carácter local y autóctona. Xabier, para lecciones básicas de mercado liberal te derivo a Smith y su obra “Wealth of Nations”.

Siguiendo pues, con la “congruencia” (sinónimo de coherencia, para no repetirnos, vamos) de este argumento, es más lógico que en un blog donde todo o casi todo el mundo se expresa en español (sí, venga, castellano) yo también escriba en este idioma. Así, la probabilidad de que alguien me lea y medianamente me entienda es mucho mayor que si utilizase el inglés.

Espero, estimado Xabier, que hayas podido entender lo conveniente de que una oferta mercantil se adapte a las necesidades del consumidor, ya que la base de su éxito dependerá principalmente de este elemental principio.

Ya para acabar tu irrebatible argumentación (espero que tu sentido de la ironía no se haya visto influenciado por la de los teutones) acabas con el infumable Ortega y Gasset. Dejé de leerlo hace tiempo más que nada por salud mental. No obstante, es de obligada lectura su magistral obra "La caza y el toro". Aquí explica, entre otras cosas, lo inherente de la historia española a la tauromaquia (nos guste o no), continuando así el legado de los inigualables del 27, cuyo padre, Juan Ramón, los denominó: “esos maricones de playa”; quienes dieron una bofetada a la pedantería cursi de Unamuno y demás impotentes.

Bueno, lo dejo aquí porque sencillamente éste no es mi blog. No es de recibo contaros mis mil y una batallitas por Valencia y Alicante, por aquello de “Aunque no encuentro gran interés en debatir con quien habla de oídas”. En fin, Xabier, siempre me quedará tu recuerdo, cual pincelada esperpéntica, embutido en una ensaimada carlista(no recuerdo si era roja) y delante de una cazuela mugrienta. Sigue con salud.

IVAN -

Yo, Marina, las voy recogiendo yo, para que esta partida no termine nunca.
Saludos

Marina Khalo -

A Xabier

Una vez pasado los días y creo, que el temporal, comentarte tres cosas:

-Conoces Valencia y sus circunstancias como si te hubiera parido.

-Sigue siendo un placer leerte, seguir tu hilo argumentar con esa abrumadora sensación de coherencia. Se te ve pensar en cada secuencia de tu discurso, apreciando el entramado, la sutil ironía, el dominio del arte de la palabra.

-¿Cuántas vidas has vivido ya, leches?...Seguro unas cuantas reencarnaciones.

P.D. Entre ping y pong, me quedo con pong. El sonido de la “o” es más relajante.

Por cierto, ¿quién está recogiendo las bolas que voy fallando?.

oktomanota -

vaya pelea de la marina y juan jajaj me estoy partiendo , bueno bueno seguir que os estamos leyendo , anims
saludosssssss
www.oktomanota.com

Xabier Aurtenetxe -

Juan, seré yo quien te explique lo del árbol equivocado, pues fui yo quien te lanzó esa expresión. Cuando respondes a una historia tan entra~nable como la del abeto adoptado por Iván y Lucy con un extemporáneo "Joder, habéis visto el trailer del 300???", que nada tiene que ver ni con el tema ni con las formas de la historia relatada, no sólo te estás equivocando de árbol, sino que estás meando fuera del tiesto. Aunque, a tenor de los enlaces que aconsejas, no parece que lo tuyo sean las historias intimistas.

Comenzar la respuesta a Marina por una carcajada, seguida de un diminutivo en clave de chanza, para dar paso a un tono paternalista e incluso patriarcal, que yo creía ya erradicado en ése país, tampoco es lo más fino que me haya sido dado a leer en los últimos tiempos.

Antes de entrar en el tema de Valencia quisiera hacer un alto para comentar tu concepto de las lenguas, concepto que no sólo haría reír a filólogos, psicólogos, etnólogos y otra gente de mal vivir, sino que, dándole la vuelta como a un calcetín, me deja perplejo al ver que sigues escribiendo en castellano y no en inglés. El Diccionario de la Real Academia designa tal actitud con el término "incoherencia".
Como ya expliqué en otro correo, lo que Ortega y Gasset escribió a propósito de Europa es, lógicamente, también válido para los países que la componen.

Hablemos de Valencia. Aunque no encuentro gran interés en debatir con quien habla de oídas, sin avanzar sólidos y concretos argumentos, sino vagas y confusas ideas, sí quisiera aclarar un par de puntos.
Es cierto que el PP, o más bien la Valencia "blava" (perdón, pero es el término utilizado por los analistas políticos)lleva sólo un tiempo relativo al timón de los asuntos públicos. Suficiente, sin embargo, para subrogar laureles ajenos como propios. En los albores de la democracia, los valencianos querían salvar de los apetitos especulativos el viejo cauce del Turia y abrirlo al uso público. "El llit es nostre i el volem vert!". Así, en una lengua de segunda división se expresaban los vecinos, pero era su lengua y debieron gritar suficientemente fuerte para que, en 1981, Ricardo Bofill recibiese el encargo de proyectar el parque del Turia. Hace un par de meses, com motivo de la celebración de tal efemérides, Rita (lo que se da a los amigos, no se quita) Barberá olvidó invitar a los ediles de la época y a las asociaciones de vecinos, sustituyéndoles por el último alcalde franquista de la ciudad. Cosas veredes!

Tres cuartos de lo mismo sucedió con la joya de la corona, la Ciudad de las Ciencias, del conspicuo y ya algo reiterativo Santiago Calatrava. Las huestes blavas, que ya se han montado en ese carro y nos lo quieren vender como propio, abren con precipitación el Palau de la Música y la tramoya modélica (?!)se descoyunta antes incluso de comenzar la temporada operística.
Pasaré sobre Terra Mítica cuyo mejor número es aquél en que desaparecen los millones por trabajos jamás realizados. Tampoco está mal el montaje financiario del nuevo estadio del Valencia. Tremendo pelotazo (me dirás que los pelotazos son lógicos en un club de fútbol, aunque sean urbanísticos). Leer la prensa regional se asemeja a la plegaria de un interminable rosario de recalificaciones, sobornos e intrigas varias (véase la sorda guerra entre "campistas" y "zaplanistas", que tiene su última expresión en la pugna por el control de la Caja de Ahorros del Mediterráneo)coreado de "ruega por nosotros" a ritmo de staccato.

Mientras tanto un metro obsoleto y sin el debido mantenimiento, sufre un accidente cuyos responsables moran en la niebla de los hados. Hoy mismo la Consejería de Sanidad reconoce que el transporte público apenas cubre el servicio a los hospitales, tras lo cual vuelve a meter la cabeza debajo del ala. Los problemas se solucionan olvidándose de ellos. Pásame el agua, Pilatos!

Por todo esto, y muchas otras cosas más que me llevarían a dedicarles un tiempo que no se merecen (aunque quedo a disposición de Juan para contárselas, si las prefiere a las ovejas, para combatir el insomnio), no me causa sorpresa que Rafael Calatayud esté triunfando actualmente en esa ciudad con su montaje de la obra de Molière "Los enredos de Scapin", un festival de sobornos, fechorías y mentiras con una escenografía portuaria, un tanto a la Simenon. Y es que Calatayud hace suya la divisa del dramaturgo francés: "Castigat ridendo mores", corrige las costumbres riendo.

Los próceres valencianos, agazapados en la opacidad institucional y camuflados por una sucesión de juguetes propagandísticos (en Valencia todos los días son Reyes), empiezan empero a aburrirse de los barquitos de la Copa de América (ni siquiera se han molestado en intentar prolongar el contrato, para estupefacción de los organizadores) y ya manosean con excitación los coches de Fórmula I, antes de olvidarlos pronto, a su vez, en un rincón. Hundidos en la ciénaga de la corrupción, con destellos más zarzueleros que luciferinos, están al acecho de cualquier negocio para hacerse con la recaudación del día.

Existe otra Valencia, sí. La de los anatemizados, la de los excluidos de la cultura institucional, como desde la alcaldía y el gobierno regional se tacha de antivalenciano a quien no apruebe el pelotazo del nuevo Mestalla.
Nombres que honran a Valencia, como el ya fallecido Ricardo Munoz Suay, fundador (junto a Domingo Dominguín, el hermano rojillo de la célebre saga taurina) de la productora UNINCI que, en pleno franquismo permitió rodar a Bardem y Bunuel y, ya en provecta edad, fundara la Filmoteca de Valencia, cuya sede se halla en el precioso edificio modernista del viejo cine Rialto. De allí salió "Archivos" la mejor revista de historia del cine que jamás haya existido en la Península Ibérica. Gocé de su amistad y su recuerdo me unirá para siempre a esa bella ciudad. El escritor y editor Eliseu Climent, infatigable al frente de Acció Cultural del País Valenciá, que acaba de rescatar de las fauces de las excavadoras el edificio de los grandes almacenes "El Siglo", joya igualmente de la arquitectura modernista. Juanjo Millás y su hermana Lola (hada madrina de la Filmoteca del Ministerios de Asuntos Exteriores), ambos hoy en Madrid pero tan valencianos. Agustí Flos, Manuel Vicent (aunque el tranvía y la Malvarrosa sean ya un recuerdo), Llorenc Barber y Carles Santos, que con tanta razón cita Marina. El primero, capaz de nacer en un pueblo malherido (Malferit) y de tener el mal gusto de ser profesor de estética en la capital de los Austrias, jamás será invitado al Palau de la Música, pero yo guardo un recuerdo imborrable del concierto de campanas que nos ofreció en el carrillón de la villa olímpica de Munich. Qué decir de Carles Santos? Que popularizó en Espana la música de Bartók, Schoenberg, Webern o Stockhausen o más bien que compuso las bandas sonores de las películas de Portabella, Jordi Cadena, Gonzalo Herralde y tantos otros. Cineasta a su vez, tanto de cortos y documentales como de largometrajes. Compositor facetioso, en fin, como en ese "Concert irregular" de Joan Brossa o en su "Beethoven, si tanco la tapa...què passa", imagen especular del célebre "4:33" de John Cale y ambos, elogios del silencio. Carles tampoco será invitado al Palau de la Música. Tendrá que ir al Lluire de Barcelona o al teatro Hebbel de Berlín, donde quizás se encuentre con la hermana gemela y zarzuelera de Icíar Bollaín.

Son tantas las personas entra~nables que me han hecho querer esa ciudad. En ella decidió tomar un descanso merecido, para seguir enhebrando sus versos, un cura castellano de nombre Antonio y apellido Castro. De allí venía, a pesar de su sonoro apellido vasco, un pedazo de hombre disfrazado de cónsul. Con él compartí tardes inolvidables y alguna noche en blanco, como la que pasamos con un Julio Medem angustiado cuando estaba escribiendo "La mano contra la piedra".

Por estas personas, y por otras cortadas con el mismo patrón, quiero a esta ciudad. No por los varones ilustres al frente del patronato del Museo del arroz, a quienes de tanto adorar la nutricia gramínea, se les suele pasar con demasiada frecuencia el arroz.
Como decía en mi primer correo sobre el tema, si rascamos el cemento futurista de Calatrava, se levantan polvaredas de caspa.

Juan -

Marina, el de la Triple A argentina tiene un pasado turbio en España como escolta.

Con respecto a lo de tratar a las personas con familiaridad, es algo que me viene de Canarias. Siento si te ha molestado.

Estoy deseando que me expliques lo del árbol equivocado.

Ybris -

¿Y qué pinta la música de "Granada, tierra soñada por mí" de fondo de esos extraños guerrilleron vascos?
Menos mal que les han puesto boina y no montera.

Abrazos.

Marina Khalo -

Juan, sigues equivocándote de árbol. Te lo explicaré otro día. Ahora no tengo ganas de dar clases.
Simplemente, para deberes, busca Rodolfo Eduardo Almirón Sena.
Te rogaría, si eres tan amable, que omitas mi nombre en diminutivo y te abstuvieras de llamarme hija. Ambas cosas denotan familiaridad y no creo que sea el caso.
Como ves, el jajaja…de tu principio, se quedan en mi final, en los talones.

Juan -

Jajaja.

-Marinita, hija, concreta fechas, porque hasta el año 91, Valencia era feudo del PSOE y además ganaba de manera aplastante.

-Es lógico utilizar para un comercio mucho antes una lengua internacional (inglés) que una de carácter local (valenciano/catalán, me da igual). El mercado no conoce de nacionalismos.

- Respecto a lo del fiscal con el "fascista confeso" (????) , me encantaría saber de qué fascista confeso hablas. Saludos.

A mí Valencia me parece la polla.

Marina Khalo -

El tiempo pasado a veces parece una eternidad, pero si lo rascas, como en los cartones con sorpresa; lo más casposo, reaccionario y fósil, aparecerá con sombrero tricornio y vestido de fallera. Es la piel de vaca y souvenir de paella de venta en cualquier chiringuito de playa levantina. La misma Costa Blanca (por el color de las fachadas en apartamentos y hoteles) jalonando los acantilados y laderas hasta su desembocadura al mar. Que es el morir.

Feudo del PP…y de la Rita, (porque Santa Rita, Rita, Rita…lo que se da no se quita), a ritmo del “Paquito Chocolatero” un fiscal está a punto de retirar la acusación contra un fascista confeso por pruebas. Y del mismo casal, los que aceptarían los letreros de su furgoneta en inglés, pero jamás en catalán. (Que ya se sabe que para ellos no es la misma lengua catalán que valenciano. Como tampoco es la misma Lengua, el español de Sevilla que el de Madrid. ¿?).

Esta tierra de arroz, tartana y pólvora…a la que tanto quiero; le crecen soñadores como Carles Santos, Lloréns Barber y Manuel Vicent…por no hablar de su luz y sus noches en el callejeo chispeante de su barrio. Lejos de la pandereta y la coca-cola, a orillas del mar que la vio nacer. Sin ser jamás rodada por USA, sino es con un maquillaje ramplón que no tiene.

Bona nit!

Xabier Aurtenetxe -

Enorme! Pese a su humor involuntario, o quizás gracias a él, acabo de ver el mejor documental arqueo-etnológico sobre Valencia y su clase patricia. Cuando se rasca el cemento visionario de Calatrava sale la caspa.
Cinéma-vérité en estado puro.

Juan -

Os falta lo mejoooooor!!

Aquí tenéis a MacGyver (Maquiver para todos) contra los terroristas en el País Vasco.

Lo más mítico jamás visto.

http://video.google.com/videoplay?docid=8284131910167020628

Alegria De La Huerta -

Es cuando ves estas cosas que te das cuenta que no te puedes creer nada de lo que te muestran. Al principio pensaba que era una Valencia sudamericana, pero cuando aparecen los tricornios ... por cierto, son enormes, no?
Ah, no lo comentabas, pero es impresionante la manera en la que el tio de la serie de LaSexta se quita de encima al primer tío que se tira sobre él ... ese dedo gancho!

humilde -

....joer.... impresionante.... bueno, pues entonces no nos queda más que imaginarnos USA como lo describen en los Simpsons o en Padre de Familia.... lo peor es que nosotros acertaremos!.... :)