EL FUTBOL Y LOS INDIOS
Supongo que hay muchas formas de ganar al fútbol, y dos formas de perder. Una haciendo un partidazo y demostrando garra, como hizo el Barsa antes de ayer contra el Chelsea, y la otra aburriendo a los muertos, jugando de pena y racaneando un resultado, como el Madrid anoche en la Champions. En ambos casos he deseado que pasasen los equipos españoles. Y es que, cuando uno vive en el extranjero, exalta a su país como a una novia a la que se abandona para ir a la guerra.
No soy demasiado futbolero, pero si es verdad que disfruto de todo lo que acompaña y rodea a este juego. Noto que únicamente es esto lo que me motiva, porque cuando veo un partido y no me decido por uno de los dos equipos, acabo cambiando el fútbol por cualquier otra cosa.
Pero me encanta el charloteo y las birras con los amigos, embravecidos y dispuestos a celebrar o incluso a llorar noches enteras de fútbol. Disfruto de los piques simpáticos y los chistes en el Keller del Colegio Español de Munich. La super hamburguesa con queso del Bar Australiano y ver allí los partidos con Maiquel cantando y subido a una mesa. Explicar una y otra vez el fuera de juego a las chicas, discutir las jugadas dudosas, hablar del gordito del Madrid y bromear con sus ansias por un bocadillo de calamares. Los puritos del Carrusel, escuchar a De la Morena, ir a veces a algun estadio y esperar ese poderoso y extraño rumor de cuarenta y cinco mil envoltorios de papel de aluminio anunciando el descanso y el bocadillo.
Por todo esto, y por buscarle una motivación al deporte rey de nuestro país, me gusta el futbol y me hice del Atlético. Y muchas veces, desde entonces, me preguntan que porqué del Atlético, y yo siempre respondo lo mismo:
Porque de forma innata siento más simpatía y me siento más identificado con el pequeño, con los humildes, con los perdedores. Porque creo que no llega más lejos quien llega más alto, sino quien empieza más abajo. Porque siempre quise que ganasen los indios a los vaqueros. Porque no me importa sufrir más veces y sentirme héroe algunas menos. (Sabiendo que la vida es también eso) Porque prefiero a David que a Goliat. Porque sabe mucho más rico lo que únicamente podemos saborear de vez en cuando. Porque me caen bien los taxistas, porque Sabina es un poeta y un poeta no puede estar equivocado. Porque los Gomaespuma son los mejores humoristas de nuestro país, por Chiquito, por Torrente, y también por Futre, por Kiko, por Torres y creo, que sobre todo y desde luego, por mi amigo Marcos, que cuando me preguntó que de donde era, le respondí que de Madrid, y cuando me preguntó qué de que equipo era, me hizo pensar por primera vez en mi vida en todas estas cosas. El, al verme dudar, me miró de arriba a abajo y entonces, con una sonrisa muy pícara, me dijo:
-Tio, tu eres del Atleti.
Iván
No soy demasiado futbolero, pero si es verdad que disfruto de todo lo que acompaña y rodea a este juego. Noto que únicamente es esto lo que me motiva, porque cuando veo un partido y no me decido por uno de los dos equipos, acabo cambiando el fútbol por cualquier otra cosa.
Pero me encanta el charloteo y las birras con los amigos, embravecidos y dispuestos a celebrar o incluso a llorar noches enteras de fútbol. Disfruto de los piques simpáticos y los chistes en el Keller del Colegio Español de Munich. La super hamburguesa con queso del Bar Australiano y ver allí los partidos con Maiquel cantando y subido a una mesa. Explicar una y otra vez el fuera de juego a las chicas, discutir las jugadas dudosas, hablar del gordito del Madrid y bromear con sus ansias por un bocadillo de calamares. Los puritos del Carrusel, escuchar a De la Morena, ir a veces a algun estadio y esperar ese poderoso y extraño rumor de cuarenta y cinco mil envoltorios de papel de aluminio anunciando el descanso y el bocadillo.
Por todo esto, y por buscarle una motivación al deporte rey de nuestro país, me gusta el futbol y me hice del Atlético. Y muchas veces, desde entonces, me preguntan que porqué del Atlético, y yo siempre respondo lo mismo:
Porque de forma innata siento más simpatía y me siento más identificado con el pequeño, con los humildes, con los perdedores. Porque creo que no llega más lejos quien llega más alto, sino quien empieza más abajo. Porque siempre quise que ganasen los indios a los vaqueros. Porque no me importa sufrir más veces y sentirme héroe algunas menos. (Sabiendo que la vida es también eso) Porque prefiero a David que a Goliat. Porque sabe mucho más rico lo que únicamente podemos saborear de vez en cuando. Porque me caen bien los taxistas, porque Sabina es un poeta y un poeta no puede estar equivocado. Porque los Gomaespuma son los mejores humoristas de nuestro país, por Chiquito, por Torrente, y también por Futre, por Kiko, por Torres y creo, que sobre todo y desde luego, por mi amigo Marcos, que cuando me preguntó que de donde era, le respondí que de Madrid, y cuando me preguntó qué de que equipo era, me hizo pensar por primera vez en mi vida en todas estas cosas. El, al verme dudar, me miró de arriba a abajo y entonces, con una sonrisa muy pícara, me dijo:
-Tio, tu eres del Atleti.
Iván
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