EL ÚLTIMO SAMURAI (Edward Zwick, U.S.A/Nueva Zelanda. 2003)
El último Samurai es una buena película, que aunque es verdad que no gana con un K.O, si que lo hace a los puntos. En clara evidencia queda un guión correcto pero tremendamente convencional. Nada en el es capaz de sorprender, porque la historia recuerda a muchas otras e incluso recuerda a la, bajo mi opinión, algo más aburrida Bailando con lobos. Una vez más se nos muestra una trama perfectamente trazada que circula, sin embargo, por senderos infinitamente recorridos. Lo que sucede es que, como todos sabemos, este es un mal de casi todas las producciones de estudio americanas reticentes al riesgo en taquilla, aunque bien es cierto que en este caso en concreto, Zwickt consigue sacarle partido al esquema convencional, bordando a la perfección cada una de las metas necesarias para completar un buen film. Hay épica conseguida, escenas de guerra sorprendentes y muy emocionantes (el primer ataque bajo la niebla y presentación de los samuráis, el ataque sorpresa de los Ninjas o la espectacular y genialmente rodada batalla final), una muy cuidada fotografía, una recatada historia de amor con japonesa guapísima (introducida eso si un poco con calzador), suficientes conflictos y elementos dramáticos, una buena banda sonora (del alemán Hans Zimmer), unos secundarios, todos ellos y sin excepción, estupendos y sorprendentes. Acertadas son también la templanza meditativa de la cámara y el tranquilo, pero nunca aburrido, ritmo narrativo, así como el magnifico y cuidado diseño de producción que acompaña a la película. Es de agradecer el clima de respeto desde el que se adivina que han trabajado a la hora de presentarnos todo ese mundo Oriental. Aunque puede llegar a producir escozor la idealización del supuesto mundo feudal japonés de la época, que me temo bastante poco tiene que ver con la realidad histórica.
Lo peor, además de lo convencional del guión, es quizás ver a un muy correcto y esforzado Cruise, eso si, siempre con una marcha más de la necesaria, en una descarada y desesperada busca del Oscar en una aparición constante en casi todos los planos del largometraje. Los registros se repiten una y otra vez en un personaje que parece irle pequeño para sus ambiciosas pretensiones, cayendo, a mi parecer, algo en la sobreactuación.
Lo mejor, el dominio de los conflictos, la manipulación y el control de los sentimientos a provocar en el espectador que demuestra este director, como hiciera en Tiempos de gloria (1989), Leyendas de Pasión (1994) o en En honor de la verdad (1996).
Siguiendo con la mención de algunas escenas deslumbrantes, recordar la lucha desesperada de Cruise bajo la lluvia antes de ser secuestrado por sus enemigos.
Que a los mismos yanquis no les guste esta película y que esta haya sido prácticamente un fracaso de taquilla en U,S.A, no es de extrañar, cuando tras su visionado, en las mentes de casi todos los espectadores, los valientes y prácticamente desarmados guerreros samuráis se transforman en afganos o Irakies, y los japoneses con sus ametralladoras de doscientas balas por minuto, a su vez, en los soldados del imperialista país de las barras y estrellas con sus super bombarderos, misiles teledirigidos y bombas inteligentes.
A pesar de algunos de sus defectos, como el forzado lucimiento a toda costa de Cruise en la historia, El último samurai se disfruta y me pareció notable.
Iván Sáinz-Pardo
3 comentarios
inric -
Ric Plan -
Otra cosa, me suelen encantar las bandas sonoras de Hans Zimmer, son enérgicas y muy pegadizas, pero me parecen todas muy parecidas.
Jacko -