S.O.S
En los ferrocarriles, camino a casa, leo a Michel Houellebecq, mientras escucho en los cascos Carta a tus catastrofes de Love of Lesbian y un tipo, con el pelo mal cortado y un bigote de aspecto totalmente postizo, juguetea delante de mí con un movil. Teclea y a la vez me mira como queriéndome decir algo.
Me quito los cascos y el aprovecha enseguida:
-Un movil sin cobertura es como un alma sin cuerpo, ¿no crees?
-¿Perdone?
-Si fuese un poco más cabron te contaría ahora el final de tu libro. Pero soy muchas cosas antes que mala persona.
-¿Ya se lo ha leído?
-He leído muchos. Los suficientes para un hombre como yo sin demasiada ambición.
Una señora me mira con complicidad, el dialogo de besugos no pasa desapercibido y el hombre continua hablando a un volumen como si el que llevara unos cascos invisibles puestos fuese él.
-Nuestra memoria no es perfecta, eso nos hace perfectos pero me cuesta seguir los pasos de mis deseos, empiezo a jugar en el tablero y acabo como un exhibicionista, esperando con mi ficha detrás de un arbusto.
Me fijo en un tatuaje que asoma por su cuello. Se termina de ver la letra S. El hombre advierte mi interés y se baja el cuello de la camisa.
-Estuve en la cárcel encerrado y acusado de casi todo. Ahora soy ex de casi todo y libre.
En su cuello se puede leer tatuado: S.O.S
-¿Te has fijado en esta señora gorda de aquí al lado? Nos mira como rechazando, pero en el fondo esta agotada de rechazar su propia vida.
La señora de antes, se da por aludida y trata de evitar mostrar la evidente rojez de su rostro ante el descaro y la desfachatez del hombre que, a continuación, se inclina hacia mí y baja algo el tono como buscando intimidad.
-Algunos se atreven a juzgarme como loco, unicamente porque no puedo ni quiero ocultar mi lucha contra mis adicciones favoritas. Las cicatrices hablan por si solas. He sido ludopata, pero de los buenos: casinos, tragaperras, cartas, apuestas
He sido cleptómano, adicto a drogas de todos los colores, al sexo en Internet, a las casas de putas, a los contactos de revistas guarras, he metido mi polla en coños infectos de nacionalidades que antes ni siquiera conocía. He sido comedor impulsivo, noctámbulo, adicto al teletienda, he cultivado todo tipo de fobias y paranoias para al final volver exactamente al mismo sitio.
Ya estoy limpio. Bueno, la cleptomanía es aún algo pendiente.
Me señala el movil que tiene entre las manos.
-Este movil lo robé hace dos días. Desde entonces ando mandando mensajes a números desconocidos, así, al tun, tun Aún queda saldo para un último mensaje.
El tipo al ver mi cara de incredulidad apunta:
-No te preocupes, tus pertenencias están a salvo, esto ha sido solo una recaída tonta.
Yo sonrió y le pregunto:
-¿Y que es lo que escribes en esos mensajes?
El me mira y me devuelve la sonrisa. De cerca su bigote da una apariencia aún mas falsa. Entonces pregunta:
-¿Que mandarías tú desde una isla llena de zombies?
Fíjate, vivimos en una sociedad donde los padres no tienen tiempo ni fuerzas para educar a sus niños, a la deriva y solos ante las descontroladas programaciones televisivas y el Internet. Victimas de la desesperanza, abandonados ante el ataque y la presión mediática. La calle llena de jóvenes, aliados al hachis, alcoholicos de fin de semana, de entrevista en entrevista, buscando trabajo, un oficio en este circo cruel, con los restos del extasis y de la cocaina del sabado noche en sus cerebros. Hombres ebrios e hipotecados conduciendo sus coches , con el hedor a tristeza y a bodeguilla, apestando a drogas legales. Nuestra tercera edad deambulando su soledad bajo la automedicación y el desamparo. Calles y ciudades llenas de gente drogada, deprimida, desequilibrada y psicótica.
De pequeño me preguntaba como podía ser que todo esto funcionase. Los periódicos en los quioscos, el pan en la panadería y los autobuses llevándote a donde prometen. Pensaba que era un logro extraordinario. Ahora, pienso que, lo que sí que resulta en realidad, es un grotesco milagro.
Parece que hemos llegado a su parada. El tipo se levanta y se despide de mí. Al pasar al lado de la señora de antes, deja caer su bigote al suelo y abandona el vagón diciendo:
-Señora, disculpe, se le ha caído el bigote.
El hombre, ahora sin el postizo, me sonríe y las puertas del tren se cierran.
Caminando por mi calle, aún con las palabras de aquel hombre paseandose en mi cabeza, suena mi móvil. Me ha llegado un mensaje. Lo leo ya en la puerta de casa. Suelto una carcajada y entro riendo. Puedo adivinar de quien es, aunque el remitente sea un numero desconocido.
Iván Sáinz-Pardo
"La ira dormida" ©2005
19 comentarios
IVAN -
Algunas fotos son mias o de gente que conozco, y la otra gran mayoria son encontradas en internet. No informo sobre la autoria de las fotos porque como te comento suelo desconocerla generalmente y porque aqui son utilizadas sin animo de lucro. Si esto fuese un fotoblog, cuidaria mas ese aspecto que comentas.
En el seccion "A cerca de" advierto sobre esto e informo sobre mi voluntad de retirar las fotos de cuyos autores así lo deseen.
Gracias y saludos.
Francisca Corvalán -
Y es por eso que haré esta quizás única crítica:
¿No sería bueno (y correcto), poner el nombre de la persona que ha logrado tomar una fotografía o diseñado una imágen que en un momento determinado haya alcanzado tus sentimientos?
Yo creo que estaría bien.
Saludos desde Chile.
Francisca
Mónica -
Kefalegereta -
Sansara -
Portorosa -
Un saludo.
EFESOR -
Saf -
Una historia infrecuente, bien escrita, medida, con una tensión sostenida hasta el final.
Literatura.
Y de la buena.
¡Qué suerte! (y luego dicen que internet es malo.....)
Saf ;-))
IVAN -
Saludos a tu esposa y a tu niño.
Un abrazo a todos.
Daniel Molina -
IVAN -
Saludos
monocamy -
Me hace gracia la gente que va en metro o en tren, soportando los ruidos de las ruedas sobre los raíles, las megafonías distorsionantes, el murmullo de la gente, los frenazos... y luego se quejan de que llevas la música de los cascos demasiado alta, e incluso escriben a los periódicos cartas de protesta...
xD
Será para desviar ansiedad... :O
ladesordenada -
Un beso.
Des.
humilde -
Elwing -
No se si seré bien recibida, pero vengo a menudo a verte y siempre me impresionas, siempre me dejas un cachito de lo k escribes grabado en la memoria
Los seres humanos somos la peor plaga del planeta, y el resto de la naturaleza solo puede soportarnos... O exterminarnos! Cm hacemos nosotros con todas sus maravillas para conseguir una vida más cómoda, más sibarita, más... Siempre más!! (Me ha impactado lo k has escrito unos post más abajo con la foto del pobre monito, en especial la foto.)
Hasta siempre.
miss b kayser -
Nevermore -
bubi -
alzhu -