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EL ESCONDITE DE IVÁN

EL CAMBIO

EL CAMBIO

Anochece en azul. Y pienso en que las noches nos enseñan que no son infinitas y que las tardes, en realidad, no terminan nunca, tan solo cambian. Un ciclo construido bajo las miradas atentas y curiosas de millones de almas en cuerpos que caducan.

Iván Sáinz-Pardo
"La ira dormida" ©2007

6 comentarios

Xabier Aurtenetxe -

A Marina Khalo,

El cielo, visto desde lejos no es azul sino negro.Lo mismo sucede si te acercas demasiado. Entonces se instala la duda: "No sé si pájaro o jaula / mano asesina /o joven muerta entre cirios /o amazona jadeando en la gran garganta oscura..." Quizás por eso Alejandra decidiera apearse de la vida con una sobredosis de seconal, su personal cicuta socrática. Era el 25 de septiembre de 1972. Ese mismo día llegaba yo a mi exilio francés y aún, de vez en cuando, oigo el eco de sus palabras: "No es muda la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo canto florecer mi silencio gris".

Pero no quiero terminar con sombríos humores. Hoy a salido el sol,y ya hace días que han despuntado los primeros crocos, cuando por estas fechas, aquí en Munich, la nieve nos suele alcanzar las rodillas. Carpe Diem.

Jacko -

Ese azul... y sus grises: La mejor tonalidad en cualquier momento del día.

humilde -

....bueno, quizás sea porque la paleta de colores que usa un atardecer a veces nos acompaña en un estado de ánimo un poco somnoliento o alicaído....

Xispita -

Al vivir en casa de mis padres, podía admirar los atardeceres más bonitos que he visto en mi vida. Casi como un ritual nos quedábamos hipnotizados por su belleza hasta que salían las estrellas. Entonces la noche era tan preciosa que nos recostábamos en la azotea para contemplarla y esperar estrellas fugaces para poder pedir deseos.
Ahora, vivo en la ciudad. Desde este lado no puedo ver los atardeceres y casi no se distinguen las estrellas y, con horror, no tengo azotea...pero hay lindos amaneceres que casi nunca veo porque soy una dormilona del carajo. ¿Saben una cosa? l alma envejece más rápido cuando no tiene su dosis de felicidad. Habrá que mudarse o morir, paseando como zombie por todas las estaciones.

Marina Khalo -

No sé por qué, en este azul, tú azul; me acordé de Alejandra Pizarnik. Ese ciclo construido de los cambios que persisten e insisten. En almas que nos miran tan parecidas y distantes.
En su diario, un día 5 de Enero del 1961, escribía:

“El horror de habitarme, de ser- qué extraño- mi huésped, mi pasajera, mi lugar de exilio”.

monocamy -

Hola, golfo. Feliz año.

Cuando era pequeñito tenía miedo de los atardeceres naranjas o rojos, porque había leído que un atardecer rojo era el prólogo de la llegada de un huracán.

Claro, como ere pequeño no había captado que tal circunstancia era cierta... pero no para donde yo vivía sino para las zonas tropicales.

:O

Lo que sufrí gratuitamente, tú...