ISIDRO
Isidro subió las escaleras del rellano, llamó a nuestra puerta, entró, nos saludó, se sentó en el sofá de nuestro comedor y se puso a hablar. Isidro nos contó que Marc, el hermano de Lucy que vive en la puerta de al lado de nuestro ático, ya le pareció de primeras un tío correcto y formidable y que, también, desde el primer día en que nosotros entramos a vivir a nuestro piso, nos vio y pensó que Lucy y yo parecíamos una pareja especial y diferente. Sin preguntarle, enseguida nos habló de él, de su situación personal, de su conflictiva relación de pareja, de su, también a veces, atormentada convivencia en casa. Isidro se desahogó durante dos horas, se despidió muy amablemente y bajó de nuevo las escaleras hasta su casa en el segundo piso. Isidro, con ese sencillo pero valiente gesto, esa misma tarde decidió romper con las vacuas conversaciones de ascensor, con los aburridos y predecibles saludos vecinales y entablar una relación distinta con nosotros.
Realmente debo admitir que nos quedamos algo extrañados por aquella inesperada y singular visita, que sin embargo, resultó ser la antesala de muchas otras venideras. Isidro comenzó a visitarnos con asiduidad, le gustaba hablar conmigo, pero sobretodo me consta que le gustaba hablar y disfrutaba de la complicidad con Lucy. Al poco, nuestra perra Lola ya lo recibía, cada una de las veces, dibujando alegres círculos invisibles con el rabo. Isidro se familiarizó con nuestra pequeña sobrina Gala, quien también suele pasar bastante tiempo en nuestra casa. Conoció a muchas de nuestras visitas, a nuestros amigos, a nuestras familias, compartió su día a día y sus anécdotas de trabajo como director de su hotel en Barcelona y fue así como nos convertimos en buenos amigos. Isidro siempre se mostró dispuesto a ayudarnos y lo hizo siempre que tuvo oportunidad. A veces, nos traía queso de alguna de sus visitas a su querida tierra, o nos sorprendía con una botella de cava. Siempre nos narraba alguno de sus viajes con su hijo, o nos mostraba muy orgulloso fotos de algunas de sus nietas. Casi siempre nos leía frases existenciales, citas clásicas, e incluso comenzamos Lucy y yo a pensar en él a la hora de ir a comprar al supermercado:
Que no se nos olviden las cervezas sin alcohol para Isidro.
Isidro era detallista, generoso, temperamental, excesivo para todo. Arrastraba una vida herida y golpeada, una situación familiar complicada, un corazón dañado y empujado por la ayuda de un marcapasos. Isidro asimilaba las victorias y las derrotas siempre con la misma pasión exacerbada y bravucona. Isidro se empeñó en compartir con nosotros un puñado de miedos y de sonrisas y nos advirtió de como los disgustos se van comiendo poquito a poco el alma. Un buen día, él nos escogió y llamó a nuestra puerta para tratar de compartir con nosotros algo más que un rellano de escalera, para tratar de mostrarnos quien era, quien había sido y quien quería ser.
Esta misma madrugada, el corazón de Isidro dejó de latir y ahora, sin poder evitarlo, es el nuestro el que late a un ritmo distinto.
Isidro, muchísimas gracias por todo, por tus visitas, por tu valentía y por regalarnos un trocito de lo mejor de ti. Desde aquí nuestro más sincero y sentido pésame a tu mujer, a tus hijos, a todos tus familiares y amigos. Querido Isidro, queremos que sepas que Lucy y yo ya te echamos mucho de menos, que para ti es hoy este escrito y también esta foto que retrata un poco de tu querida tierra vasca. Y para terminar y como a ti te gusta, un adiós y una cita:
La vida es como un espejo, te sonríe si la miras sonriendo.
Iván y Lucy
9 comentarios
silvia -
Tanto tiempo sin venir y me encuentro de repente ante ese latido amoroso que le dedicas al entrañable Isidro. Me he emocionado sinceramente. Quizá porque me habría gustado conocer a una persona que sabe compartir su día a día, como lo hizo él, así, espontáneamente, generosamente de sopetón, buscando vuestra amistad. Quizá porque tengo una historia similar con mis vecinos de rellano.... y porque tambén me habría gustado estar en medio de una de esas reuniones con Isidro, contigo y con Lucy, y con vuestros amigos. Si, creo que vivís en un mundo especial, ese mundo que a algunos nos gusta vivir, Limpio sano, tierno, viviendo y compartiendo momentos entrañables, por el puro placer de comunicación y de cariño....hacia el ser humano. Lamento que alguien no haya sabido hacer la lectura que se merecía tu homenaje. Un abrazo a todos. Incluyendo a Isidro...en lo virtual y en los sentimientos todo es posible....
Emma -
http://rojolocura.blogia.com
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graxx
Lucy -
Se me hace raro saber que nunca más ocuparás el sofá.
Gracias por haberte dejardo conocer. Nunca te olvidaré; te querremos siempre.
cuquin -
PASIEGO -
LUPI -
IVAN -
Lamento que usted lo encuentre de alguna forma ofensivo, pero creo que es evidente que la intención, la forma y el contenido son todo lo contrario.
En cualquier caso, siento haber herido su sensibilidad.
Saludos.
Ivan
cararai -
Os ruego que en el futuro tengais tanto respeto por la vida privada de los demas como la que os gustaria para la vuestra.
juan rafael -
He venido a este blog persiguiendo una fotografia.
¡tres años ya!
Nunca entenderé que haya tantas visitas y tan pocos comentarios.
En fin, saludos.