ODIO LUEGO EXISTO
Hoy me levanté con el convencido propósito de odiar al mundo entero y comencé por mí mismo. Me besé el brazo derecho, el antebrazo, la mano y seguí por el otro brazo, el codo. El trance me llevó a los pies, a las piernas. Me flexioné, me estiré, me besé con ternura y dedicación allí en cada milímetro de mi cuerpo donde pude llegar. Y, sonriente y sin prisa, saboreé entonces el luto silencioso en honor a este nuevo bendito fracaso.
Iván Sáinz-Pardo
"La ira dormida" ©2010
1 comentario
Marina Khalo -
Dicen que el odio es la venganza de un cobarde intimidado y que odiar a alguien es otorgarle demasiada importancia. Si todo eso es hacia uno mismo se eleva la estupidez al cuadrado, concediéndonos excesiva transcendencia. Ya que antes o después del amor/odio viene la separación o el divorcio, lo saludable sería abstenerse de practicarlo con uno, para no acabar en una esquizofrenia. Si es por puro placer (sexo sin amor) vale. Siempre es saludable. No es muy tántrico, pero al menos no es tan tétrico.
El tema es que nunca me creí las confesiones de amor fraternal a la humanidad como su contrario.
Por cierto, al hacerlo contigo mismo ¿usaste profilácticos de sabor a fresa?, ¿látigo de cuero negro?, ¿plumas de plexiglás?...
http://www.youtube.com/watch?
v=UtxlS_o3SDk&feature=related