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EL ESCONDITE DE IVÁN

POESIA

POESIA Ya que hoy es el día mundial de la poesía:

“Aturdido por el hastío de la tarde,
camino entre helechos, plantas y matorrales.
Inundado de soledad, desfilo a través de la humedad del bosque y sus hojas,
entre el tiritar de la hierba a mi paso por los senderos verdes.
Ando despacio, oculto entre adormecida penumbra,
entre el fresco musgo y las frías rocas.
Lentamente la tarde huye de mí, cálida, somnolienta,
y la noche, bajo la acostumbrada pereza de lo eterno,
me saluda con el guiño de las primeras estrellas…”

Aunque para hacer un mal poema y encima sin rima, pasemos mejor de nuevo a la prosa:

Demasiadas noches calurosas, noches dulces como besos, noches que se derraman sin sentido. A veces los ideales y las costumbres que siempre antes me acompañaron, me traicionan, se ríen de mí y luego lloran para acabar jugando entre gemidos al escondite, a verdadero o falso, a morir y volver a nacer. Es entonces cuando comienzo a dar vueltas y giro sobre mí mismo, cuando caigo rodando por el jardín y mi cabeza va golpeándose contra la tierra y las piedras. Voy rodando calle abajo, mi cabeza gira por el asfalto con rápidos golpes que no siento. Mientras, la gente pasea tranquila…
Girando como un torbellino, escucho el traqueteo de mi cabeza como truenos lejanos. Sintiendo la tormenta cerca, una vez más, dentro de mí. Puedo notar la vida en la hierba, sentir como sufre el viento a la deriva y observar como el día llora, lentamente, sobre calles, árboles y plantas.
A veces, cuando la estrella madre cae en picado y todo se perpetua en un mal acontecer, nuestras buenas intenciones parecen no servir para nada.
Llegará la noche, y murmurará algo sobre mi amarga estupidez.
Podré sentir de nuevo las palpitaciones reales de la vida y disfrutar entonces, de unos instantes de necesaria cordura.
Me acerco al borde de mi respiración y miro hacia abajo. Puedo ver todo mi cuerpo transformado en abismo infinito. Demasiado tiempo para observar el significado de mis manos, para sufrir en ansiedad el régimen caótico de mis sentimientos. Toda una eternidad gestada para pensar, para cerrar los ojos y escuchar, en silencio, el sonido del tiempo que se nos escapa.

Iván Sáinz-Pardo
"Al final del arco iris"
©-N333042/00

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