TSUNAMI
Allí no había nadie.
Paseaba cuando descubrí la playa vacía, la orilla infinita, el mar ausente. No había animales, no volaban los pájaros, no había gente.
El horizonte levantó un telón de agua y, paulatinamente, el silencio se transformó en un lejano y desconocido rugido.
¿Sueño?, ¿realidad?...
Aún sentado sobre la bicicleta, pensé en que quizás así terminen todas las historias, embriagado de calma, inmóvil, esperando la última ola.
Iván Sáinz-Pardo
"La ira dormida" ©2005
Paseaba cuando descubrí la playa vacía, la orilla infinita, el mar ausente. No había animales, no volaban los pájaros, no había gente.
El horizonte levantó un telón de agua y, paulatinamente, el silencio se transformó en un lejano y desconocido rugido.
¿Sueño?, ¿realidad?...
Aún sentado sobre la bicicleta, pensé en que quizás así terminen todas las historias, embriagado de calma, inmóvil, esperando la última ola.
Iván Sáinz-Pardo
"La ira dormida" ©2005
4 comentarios
Mar -
Anónimo -
Jacko -
Se intentará.
e. -
Pero, tienes razón... A eso venimos aquí, a esperar la última ola...
Besosdebicicleta, e.