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EL ESCONDITE DE IVÁN

REGALO DE NAVIDAD

REGALO DE NAVIDAD

Las estrellas disfrazadas en su propio carnaval celeste, con la luna como testigo accidental, ignorada por todos, llorando su plata invisible por las mejillas de la ciudad. Calles maquilladas, luces de neón, compras impulsivas como bálsamo prefabricado, portales repletos de limosnas por llegar.

Observo cada nueva Navidad desde el mismo escaparate. Ante mí, circulan manadas de sonrisas de plástico, orientadas por rutinas consumistas de desilusión.
Los capullos motorizados dando su mejor do de pecho, especialmente alterados, esclavizados y ebrios por insulsas comidas de empresa.

Esta prohibido ser adulto en Navidad. Los villancicos se venden como politonos y desde Oriente ya no premian la buena voluntad de los niños de Occidente. Hay guerra Santa declarada y los tres reyes pertenecen a Al-Qaeda.
El papa Noel, fumando un Camel, se detiene un momento ante mi pobre escaparate y se ríe de mí. Es un informático desempleado, un tipo paseándose con desgana, ofreciendo caramelos caducados bajo una barba falsa. Un memo que únicamente sirve para bajarse fotos pedófilas de Internet y promocionar subliminalmente la Coca-Cola.

Entonces pasas tú. Me ves y me sonríes, y yo, desde el otro lado del cristal, te grito:

-!La Navidad no existe! Cómprame ahora, regálame, aunque cueste mucho más. No podré aguantar hasta las rebajas.

Iván Sáinz-Pardo
"La ira dormida" ©2005

3 comentarios

Bai -

Ponme cuarto y mitad...

Dos mil seis besos

Gloria -

Por eso prefiero dejar mis buenos deseos para decir: FELIZ AÑO NUEVO!!!

alzhu -

Vaya. Me has dejado impresionada. Todo lo que yo pensaba y no sabía expresar. No así, desde luego.

Un abrazo