HEROIN
Perder el control era el consomé en el menú de mi catástrofe. Los barrotes eran invisibles, las alarmas silenciosas, la cárcel de oro macizo.
De plata el pecho, forjado, para resistir en la urbe. Con las hienas rondando los días de la semana, con esos viernes de derrumbe, esos sábados a cámara lenta y esos domingos lights.
De bronce una risa, contagiosa, irresistible. Y temernos a nosotros mismos y a nuestra convivencia con nosotros mismos en esos ratos de los que casi siempre huimos. Y un café para despertar del sueño de no soñar con más que ser feliz soñando.
Iván Sáinz-Pardo
"La ira dormida" ©2007
3 comentarios
Vicente -
Bienvenidos a la cárcel de las apariencias.
http://www.youtube.com/watch?v=Fxd4VC5o8AI&NR=1
el color del cristal -
Aunque puede ser adictivo, sin duda, es tan placentero vivir sin vivir...
Jl en los afelios -
para ti todo el podio, y las olimpiadas.
espero poder volver pronto a leerte entre sueños