ESCONDITES
Aprendí a hacer lazadas en una de las pesadillas olvidadas de mi padre. En la grieta encontré el secreto. En el lenguaje táctil de las polillas, como jeroglíficos ancestrales de miedos muy recientes. Aprendí haciendo lazadas con el cordón umbilical del pasado y del futuro. Amistades de cartón piedra. Mecanismos oxidados por las lágrimas que no viste caer. Ecos, tsunamis hambrientos, ondas expansivas de palabras y pensamientos que tan solo cambian de dueño.
Hagamos planes juntos, cumplirlos o no es realmente lo de menos, créeme. ¿Recuerdas aquel sueño?, ¿El de aquel río cristalino y la ciudad de los elefantes? Pues bien, al despertar no te lo dije entonces, pero te lo digo ahora:
-Ya no quedan escondites.
Iván Sáinz-Pardo
"La ira dormida" ©2007
7 comentarios
Ros -
Marina Khalo -
Por el capitán Pescanova, que estaaaaba escondiiiiido en el comentario de las 18:04. Por Speedro que está enterraaaaado un poco más bajo de la maaaanta. Por humilde, que se le vio escondido, entre dos comentarios y unos puntos suspeeeeeensivos sugerenteeeeeees.
Por Iván, que anda en la nieblaaaaaa buscando el camino.
Y el siguiente, que no digo (ya que no lo leo) y espero rompa la olla, salvando a todos.
PS. ¿Dónde está Xaaaaaabier, Ybris, Xispita, Mata, Lucy, Jim-Box, Refo, Paulinche, Pasiego,gb, Ainoa, .y todos los demás?
Marina Khalo -
humilde -
Speedro -
Capitán Pescanova -
Un saludo.
Marina Khalo -
Si ya no quedan escondites cuando hay una amenaza real y nos persigue la tragedia (andando por un desierto, cruzando un río, navegando sin rumbo en una mar en calma, en los escombros sin refugio de ciudades tras los bombardeos y la guerra), estamos perdidos. Nos convertimos en un blanco perfecto. Aún así, la capacidad de supervivencia, buscará ansiosamente una última guarida, la posibilidad de disimular el miedo y mimetizarse con el entorno. Hundirse en el paisaje. Convertirse en piedra, en arena, en agua, en muro Quiero pensar, que siempre habrá salida. Es la única manera de buscarla. Aunque en estos casos, preferiría que no fueran necesarios los escondites, los refugios. Mejor enseñar, mostrar, descubrirse.
Esconderse por reclamo, para llamar la atención, con el único objetivo de que te busquen, es manipulador y descorazonador. Pudiera ser que nadie te buscara. Un proceso lógico cuando alguien se ha aislado durante mucho tiempo, prescindiendo cada vez más de una vida social.
Distinto es jugar al escondite: uno-cocodrilo, dos-cocodrilo quien no se haya escondido, tiempo ha tenido. ¡Cómo me gustaba este juego! ¡Qué seducción tan tremenda lo que se oculta pero se imagina!
Cuando alguien se esconde, con la intención de esfumarse temporalmente, es recomendable aprovisionarse del kit hilos (el carrete) como Ariadna o cuerdas. Sí, Iván, tus lazadas. No vaya a ser, que se agazape tan bien, que no sepa salir del escondrijo. Si no hay nada de eso, se puede recurrir a dejar la baba (buena o mala) a nuestro paso, como el caracol. La mala baba no es muy recomendable, si tiene algo que ver con el que te encuentra. En cualquier caso, es importante salir de la trinchera sin rasguños o de existir, sean pocos y leves.
Ves, Iván, algún escondite queda. Como tu rincón.
Un saludo