INVÍTAME A TU CASA DE MUÑECAS ROTAS
Invítame a tu casa de muñecas rotas y no pagarás nunca peaje en mi autopista. Jugaremos a las cocinitas y con tus lapiceros de colores pintaremos la luna de rojo y el sol de negro. Déjame entrar en tu exclusivo club del té y el veneno correrá de mi cuenta. Solo utilizaremos las escaleras que bajen. Solo veremos los noticieros que sean de dibujos animados y desnudos, comeremos golosinas sobre camas de hosteles de carretera.
Invítame a tu casa de muñecas y romperé, uno a uno, todos los espejos que no te llamen princesa. Le robaremos juntos el vodka a las muñecas rusas. Invítame a bofetear tus noches y le pondremos antifaz a todo lo que apeste a cotidiano.
Invítame con tus labios y huiremos juntos coleccionando noches muertas en el maletero. Aprendí a hacerle el puente a todo lo que no se deje aparcar en parkings de juguete. Prometo cuidar bien de tu corazón de látex y no seguir las indicaciones de ningún mapa que no hable nuestro idioma. Invítame a entrar en tu vida y prometo quererte sin usar atajos y sin condiciónes. Invitame con una de esas sonrisas y a cambio, prometo recogerte cada vez que tus miedos se empeñen en derribarte por esas solitarias cunetas del alma.
Iván Sáinz-Pardo
"En la avioneta sobró un sitio" ©2012
2 comentarios
Nicolas -
Ginebra -
Bsos