LA ALQUIMISTA ACCIDENTAL
Como alquimista accidental hago perfumes estrujando la savia de mis temores más maduros, invento mejunjes y se los doy a probar a mi enemigo imaginario. Mi sombra, mientras, junto a unos libros de química y un esqueleto de plástico, juega con los nombres de las cosas que yo rompo. Me regaña, me araña y yo, como ya la he cogido cariño, le doy a beber una sopa de letras, para que reponga las fuerzas y me acompañe en el esperpento.
A la mañana me acurruco, me mezo junto a las muestras biológicas y me dejo mezclar con el cuentagotas. Anoto los resultados, medito y experimento. Ensayo con los tubos de ensayo, monto el lio padre, buceo junto a las célula madre y ellas solo se preocupan por mi digestión y se empeñan en enbadurnarme con crema para el sol.
Falla el día y las estrellas se vuelven todas fugaces anunciando la noche de San Juan. Esta es la última oportunidad. No quedan más noches, ya he experimentado con todas las demás. Fuera muchos prenden y saltan hogueras, yo prefiero correr para apagar mis incendios. Hago señales de humo, hago el indio en el laboratorio, rastreo los silencios y me dejo asesinar por el insomnio, caigo a balazos, cabalgando la noche sobre un caballito de cartón piedra.
Amanece y despierto preñada, desnuda, sudorosa, manoseada, agarrada a una barra americana, observada por miles de ojos ajenos bajo la luz implacable de un microscopio averiado.
Iván Sáinz-Pardo
"En la avioneta sobró un sitio" ©2012
6 comentarios
IVAN -
Belle. -
Colgados -
un saludo desde Colgados
IVAN -
Khalo -
Blup -