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EL ESCONDITE DE IVÁN

TIC TAC (Rescatado)

TIC TAC  (Rescatado)

Ya sabes que puedo volar y habitar los árboles como los pájaros, pero no soy un pájaro y a veces me siento solo.

-Saluda a la gente, son tu familia.
Me insiste una voz en mi cabeza.

Todo resulta tan extraño... Y les persigo, son mi padre y mi hermana. Y hay una manifestación con muchos automóviles y motos y no sé por qué protestan. Nos mezclamos con la gente. Ellos huyen de mí deprisa y se van en un ascensor. Éste vuelve de arriba vacío, y como sólo hay un botón, lo aprieto y subo. Subo en ese ascensor tan estrecho como una cabina de teléfono. Salgo y estoy dentro de un coche, por eso de que los sueños carecen de sentido, y también es muy estrecho y encuentro allí a una mujer y la deseo. Ella me desea también y sin apenas sitio, nos besamos como amenazados por un fin del mundo inminente, para acabar haciendo el amor, aún medio vestidos.
No estamos solos. Ellos están ahí. No puedo ver sus caras, pero sí puedo sentirlos, oír sus susurros.

-Dónde están mi padre y mi hermana?
Pregunto en alto.

-Has caído en la trampa, eres pájaro muerto. Me dice una de las voces. Y la mujer, hermosa y triste, va transformándose lentamente en un maniquí. Primero sus manos y después sus brazos y sus piernas.

-¡No, no, espera! ¿Qué te ocurre?
Le pregunto y ella me grita:

-¡Para, para, me haces daño!

Me mira, le cae una lágrima de cristal y me explica que, de alguna forma que yo nunca llegaría a entender, siempre me ha querido, mientras su rostro se paraliza y las voces ríen a carcajadas.
Vencido por la rabia, lloro, grito y les maldigo. Entonces me seco mis lágrimas saladas con la manga de mi jersey, a la vez que descubro una especie de tictac debajo del asiento. Mascullo una tensa sonrisa y les digo:

-No podréis cogerme nunca con ninguno de vuestros absurdos trucos. Ya de muy pequeño aprendí a explorar mis propios sueños y sé cuáles son mis facultades aquí y cómo despertar a tiempo. Deberíais de saberlo después de tantos años y no seguir insistiendo cada una de las veces.

El tictac se detiene y el coche explota. Yo salgo volando tan deprisa como un cohete, y esa sensación al volar consigue una vez más ponerme la piel de gallina. Encuentro un árbol lo suficientemente alto y me poso sobre una de sus ramas. Comienzo a escuchar el eco de mi respiración. Sin duda alguna, ya me estoy despertando.
Aún tengo tiempo de observar, una vez más, el amanecer, el horizonte de la realidad, asomándose poco a poco, tiñéndolo todo en un mar infinito de colores. Me estoy despertando y, una vez más, me siento como el héroe de uno de esos dibujos animados japoneses. Como Mazinger Z, encerrado de por vida en su mundo de papel, teniendo que luchar irremediablemente cada capítulo, una y otra vez, contra los malvados planes del malo.

Iván Sáinz-Pardo
"Al final del arco iris"
©-N333042/00

2 comentarios

Emeterio blanco serrano -

Estimados amigos aquí tienen ustedes esta extraña expedición que se han inventado los periódicos españoles. La historia va de una expedición a un volcán guineano. Para verla completa solo hay que teclear en Google Caldera de Luba o visitar el siguiente foro

http://www.raimonland.net/foro/index.php?s=36ea3c6e6e5c7bd4e131b3c98ba673ec&act=ST&f=5&t=888


Si sigue usted esta historia se convencerá que la expedición es mentira

Pasa este mensaje a todos los medios que puedas, a ver si hacemos rectificar a los caballeros de El País.
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monocamy -

Pues no, en principio no tiene sentido pero así ocurre. Mientras sueñas, lo que va pasando es "lógico". Por ejemplo, una vez soñé que iba en tren pero era descapotable, así que podíamos ir viendo lo que venía de frente, aunque estuvieras en medio del vagón. Y resulta que el trén pasó... ¡por un agujerito en una pared que no sé de dónde salió! xD

También me es familiar esa sensación de conocer un sueño (sobre todo cuando ya lo has soñado varias veces) y tratar de despertarse, porque recuerdas el final y no te gusta o algo...

:P

Un saludo, Iván.