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EL ESCONDITE DE IVÁN

CRITICAS CINE

NO MIRES AHÍ (Daniel Romero, España 2013)

NO MIRES AHÍ (Daniel Romero, España 2013)

Ha llegado el momento de comentar un par de impresiones sobre el último trabajo del realizador Daniel Romero, el cortometraje "No mires ahí“ que se ha financiado en gran parte gracias a una plataforma de Crowdfunding en la que contribuí hace unos meses. Lo hice a ciegas, sin conocer ni la historia ni el guión y quise entrar como productor asociado a sabiendas de que su director es uno de los realizadores más prolíficos y más trabajadores de todo nuestro plantel nacional.

La productora que lo respaldaba, el equipo técnico, el casting solo presagiaban un final feliz. Mi idea era la de dejarme sorprender, complementar y casar con éxito la faceta de productor asociado con la de espectador privilegiado. Privilegiado no solo por poder disfrutar o lamentar el resultado final antes que otros espectadores, sino por hacerlo completamente libre de spoilers y sin ningún tipo de información previa sobre la trama. Y así descubrí "No mires ahí“:

Dani ya venía cuidando con mimo el apartado técnico en sus últimos trabajos, algo que va de la mano en la moda impuesta en el género que tan bien trabaja, el de terror y el thriller psicológico. Aunque se tratan de géneros que en otras épocas eran menos exigentes en estos apartados, en la actualidad se exige un acabado casi perfecto para que el producto sea reconocible entre los títulos que lo abanderan. Y aquí, su inagotable amor por la profesión y la labor de los distintos departamentos dejan la cinta a una gran altura.

Destacable la sobria y eficaz puesta en escena, el trabajo detrás de la cámara de un siempre solvente e inspirado José Martín Rosete y la recreación de una atmósfera inquietante y en in crescendo. 
Me gusta ver como las historias de Dani son cada vez más adultas, más maduras y sin huir de los momentos más complejos de dirigir, los conflictos, las emociones, los sentimientos a la sombra de los sucesos misteriosos y la dirección de los actores. Y „No mires ahí“ es posiblemente el trabajo más avanzado en este aspecto.

Si hay algo que reprochar, que siempre lo hay, aunque hablemos del mismísimo Hitchcock, es a mi parecer el uso de la música, aunque acertada, en el camino para la emoción del espectador, señala quizás de forma demasiado explícita los momentos para el sobresalto. Y también comentar algo que tiene que ver con la realización de Dani, no solo en este trabajo, sino también en otros anteriores, y es notar como el sentido de la responsabilidad, el esmero por resultar reconocible dentro de las normas del género, hacen que su trabajo a la hora de arriesgar, de marcar su propio estilo, se sienta un tanto encorsetado. Y no deberíamos olvidarnos que, si hay un genero en el que mejor se puede amortizar los riesgos para intentar ser originales y sorprender al espectador lo es precisamente en un, chamuscado y en horas bajas, género de terror. Un genero con tanta tierra quemada, lugares comunes, clichés y convenciones para el bostezo, es de agradecer decisiones valientes en la dirección de arte, en el propio lenguaje narrativo, en la estructura dramática o en el reparto de la información.

Dani se muestra incansable, no para de practicar y trabajar, pero creo que es hora de que se suelte el pelo, le ha llegado el momento de empezar a olvidarse de las reglas y poner toda su magia y todo el talento que demuestra solo a favor de lo que propone y de lo que trata de transmitir desde su propia mirada de autor.

Para el disfrute de todos nosotros, ya en este nuevo y notable trabajo se intuye que ese salto imprescindible está a punto de suceder. 

Gracias al equipo de "No mires ahí“ por este estupendo trabajo que seguro que va a dar que hablar en festivales de todo el mundo y por mi parte, ya estoy deseando descubrir el siguiente paso de Romero. La proyección solo invita al optimismo, a pesar de vivir un presente en el cine tambaleante e incierto. Los espectadores amantes del buen género le estaremos esperando.

Iván Sáinz-Pardo

Ver Trailer "No mires ahí": 

http://vimeo.com/64406915

THE OBAMA DECEPTION

THE OBAMA DECEPTION

Mas allá de creer ciegamente en todo lo que un documental como “Obama Deception” de Alex Jones predica, creo que hay que planteárselo como lo que es, una provocación desmesurada que se esfuerza por incitarnos a una reflexión necesaria. Es un grito y no un susurro, es una queja, una protesta y no una opinión, porque las informaciones que ofrece tienen que confrontarse en un combate desproporcionado y en inferioridad de condiciones con las de una opinión publica mayoritaria y monocromática, calculada y planeada por agencias de marketing y de publicidad, asesoradas y financiadas por multinacionales e imperios de la banca y del comercio. Una opinión publica manipulada por la casi totalidad de los medios de prensa y comunicación de todo el mundo que curiosamente pertenecen en su mayoría a intereses o están en propiedad de dichas multinacionales.

El documental sugiere que el fenómeno Obama es una estafa cuidadosamente diseñada por la élite financiera de Wall Street y la Reserva Federal FED (que no es federal sino un banco privado). Afirma que Obama ha sido enaltecido como el salvador en un intento de engañar a los estadounidenses y al mundo entero para, realmente, llevar a cabo la agenda y los planes de la élite financiera.

“Hemos llegado a una coyuntura crítica en los planes del “Nuevo Orden Mundial”. No se trata de izquierda o derecha: Se trata de un Único Gobierno Mundial. Los bancos internacionales planean saquear a los habitantes de Estados Unidos y convertirlos en esclavos en una Plantación Global.”

Habrá millones de entusiastas en todo el mundo aferrándose a la esperanza de que Obama sea el Mesías que devuelva la luz a este mundo convertido en un sótano oscuro, pero, mas alla de alegrarme de no tener que volver a ver tan a menudo el careto del anormal de Bush en los telediarios, nunca me ha provocado un ápice de confianza o de simpatía el nuevo presidente de los Estados Unidos. Si todos sabemos lo que ética y moralmente significa luchar a codazos para llegar a presidente de una simple comunidad regional de un país tan insignificante como es, por ejemplo, el nuestro, es como menos insensato e ingenuo creer que se puede llegar honesta y decentemente a un cargo como el que actualmente atesora el líder norteamericano y creer que realmente este se vea en libertad objetiva de tomar las decisiones importantes. Para poder soñar con optar seriamente y con garantías a una candidatura de gobierno, son imprescindibles multimillonarias campañas políticas, estrictos compromisos con Lobbies y multinacionales y el necesario apoyo de diversas instituciones y de otros políticos y familias de poder e influencia internacional.

Han pasado 100 días desde que Barack Obama, supuestamente, haya comenzado a hacer realidad sus atractivas promesas electorales de cambio y de esperanza para los norteamericanos y el mundo. Pero la esperanza por si sola y las palabras bonitas no pagan nuestras hipotecas, ni devuelven las libertades ni los derechos civiles amputados o arrebatados por las que antes, durante años y años de historia, tantisimas personas han ofrecido y sacrificado sus vidas enteras. La esperanza por si sola no alimenta ni otorga aporte calórico a los necesitados, no ofrece ni devuelve justicia al mundo, ni tampoco cambia las injusticias y la horrible realidad que hoy en día gira en torno al ecosistema de nuestro planeta, los animales y a la gran mayoría de los humanos que lo habitan.

Lo importante en este film es que se informa de quienes son algunos de los miembros del gobierno Obama, para quiénes trabajan, cuales son algunas de las mentiras que ha dicho el, por aquel entonces candidato a presidente, durante su campaña política, cual esta siendo hasta la fecha su agenda real, y en general, quien es toda la gente que rodea su administración, a que organizaciones pertenecen y cuales han sido sus negocios o intereses hasta la fecha de hoy.

Lo apasionante de este documental y de todo este tema es que, si a uno le interesa, puede contrastarse la información y a la vez seguir el curso de los acontecimientos semana tras semana en los periódicos y en los telediarios para comprobar si las afirmaciones van cobrando sentido. Lo cierto es que la administración del presidente Obama esta llena de personalidades que comparten intereses y negocios o que pertenecen a las mismas organizaciones e instituciones que la administración Bush. Detrás de Obama esta Wall Street, La Reserva Federal, El grupo Bilderberg, La comisión Trilateral y las familias de banqueros y organizaciones mas influyentes y capitalistas de todo el planeta. En esto no parece mentir el señor Alex Jones y les invito a que investiguen si quieren un poquito la historia y las “hazañas” durante los ultimos 100 años de dichas organizaciones y personajes. Al menos, no me negaran que no llama la atención que los mismos quienes han apoyado y han hecho negocios en el pasado con Stalin, con Hitler, o con los Bush, ahora también sean los que protegen y financian a Obama. La raza del perro es importante para medir su comportamiento, pero es aun mucho más determinante el carácter de quien lo da de comer cada día y lo adiestra. Lo cierto es que Obama en sus primeros 100 días de gobierno no ha cumplido prácticamente ninguna de sus promesas electorales y sus primeros movimientos son plenamente sospechosos y contradictorios: Mostrarse en contra y votar después a favor de la “Ley Patriotica”, conocida y declarada por varios fallos judiciales como inconstitucional por violar los derechos y garantías de la Constitución de los Estados Unidos. Retrasar su retirada “inmediata” de las tropas de Irak de 6 meses a 14 meses y actualmente convertirla en una retirada parcial y en un plazo de 2 años. (No olvidemos que es una ocupación ilegal en la que han muerto más de 1 millón de inocentes y que se ha demostrado oficialmente que no existe otra motivación para dicha ocupación que no sea la económica, militar y política). Doblar el envío de tropas a Afganistán con otros 35.000 soldados más. Su apoyo condicional y aprobación de dar a ciegas, sin control alguno (y sin respetar el periodo de reflexión minimo de aprobación de leyes y firmas) a la banca miles de millones de dollares de dinero publico. Recientemente ha pedido 1.500 millones de dollares mas para el cartel farmacéutico contra la “temible” gripe porcina. (Si les apetece y les gustan las sorpresas y las emociones fuertes, les animo a que investiguen un poco sobre que conocidas familias son las dueñas y las mayores inversoras en las multinacionales farmacéuticas implicadas, solo les adelantare que el ex secretario de Defensa de Bush, Donald Rumsfeld es directivo desde hace 20 años del laboratorio Gilead Sciences, Inc. la firma con sede en California que fabrica y tiene los derechos del famoso "Tamiflu".)

Mi opinión ante todo esto es que nos atiborramos a información barata, manipulada, prefabricada, presaturada y bebemos litros y litros de desinformacion por los medios de comunicación habituales. Las noticias se manipulan buscando audiencia para vender mas con los anuncios y con la publicidad, o directamente se inventan o se precocinan para condicionar los hábitos de consumo. El único camino para la libertad y el único Dios de esta sociedad capitalista y de este mundo globalizado es el dinero y el beneficio económico. Y su único motor es el consumo creciente. Por esta razón, las noticias, los discursos políticos o cualquier aspecto de relevancia en nuestra sociedad ocultan un único fin, vender algo a alguien o sacar algún tipo de beneficio económico. Con esto quiero decir que es de agradecer que nos llegue información desde otro lado, es útil que exista un medio medianamente libre como aun lo es parcialmente el Internet y creo que es muy interesante escuchar desde todas las partes y tratar de contrastar en lo posible.

El sistema capitalista esta enseñando su verdadera cara, cruel, injusta, inhumana y la supuesta crisis económica, que por cierto, no la sufren en sus carnes nunca quienes la provocan, no lo es tanto como la brutal crisis ética, moral y de principios que nos asola.
Que solo se investiguen y se financien las enfermedades mayoritarias y con salida comercial, que se destruya, contamine, corrompa, viole, envenene o se mate si se puede hacer negocio con ello, que se incite a la infelicidad, a la enfermedad y al miedo para transformarnos en consumidores compulsivos. Que valga el todo por el todo en nombre del dinero y del mercado libre y que quienes lo posean puedan vivir intocables por encima de la ley y de sus deberes para con el resto. Que quien tenga dinero pueda esclavizar, social, sexual o comercialmente a quienes no lo tienen. Que se incite a la escasez como única formula de baremo económico, que acepte un sistema que incita y progresa con la especulación, el engaño, la ocultación, la corrupción y la alienación y la despersonalización del ser humano, es algo grotesco, estupido y absolutamente malvado. Es por eso que me parece interesante denunciarlo, gritarlo, informar sobre ello y tratar de que la gente se detenga por un momento a pensar sobre lo que sucede a su alrededor, en torno a la vida en la que somos todos protagonistas.

Alex Jones en si y sus formas tampoco me resultan especialmente simpáticas y creo que es sensato poner su información, al igual que todas las demás, en cuarentena. No comparto en gran parte su forma de pensar y mucho menos tratándose de un personaje conocido por su tendencia al paleoconservadurismo. Este movimiento desaprueba todo tipo de relación homosexual, y a su vez están en contra del aborto y la destrucción de la vida de cualquier ser que no haya tenido la opción de elegir acerca de su muerte. Defienden la tradición, la sociedad civil, el federalismo clásico, la identidad familiar, religiosa, regional y nacional.
Están en contra de los Neoconservadores y de aquí se puede entender quizás su lucha acérrima contra los últimos líderes políticos norteamericanos. Es un movimiento de derecha política anticomunista y antiautoritaria, de aquí ese carácter anárquico y de exacerbada rebeldía de Alex Jones contra todo y contra todos. Un ejemplo de esto es que, aunque parecen luchar por causas semejantes, tambien dispara contra el conocido realizador Michael Moore. A la vez comparte argumentos en común con Peter Joseph, el director del fascinante documental “Zeitgeist”, no tanto así las formas ni el modo de enfrentarse contra el sistema actual. Mientras que el primero opina que hay que conseguir mantener al pueblo armado para una lucha armada inevitable contra el sistema impuesto de la elite bancaria y el nuevo orden mundial autoritario al que nos dirigimos, el segundo cree que el cambio puede y debe ser pacifico y siempre desde el propio individuo.
Es por todo esto que, aunque desconozco las motivaciones reales de Alex Jones, tras casi media vida dedicada en gran parte a la denuncia de casi todos los aspectos que tambien aborda en este su ultimo documental, si me parece muy interesante la llamada de atención de gran parte de su discurso. Y les recomiendo su visionado.

Yo también opino que la política en la televisión es un mero show y que las verdaderas partidas económicas y políticas se juegan a escondidas en los lobbies de los mejores hoteles de lujo del planeta. También creo que es necesaria una revolución. También me temo que no será una revolución pacifica y a la vez, creo que el cambio tiene que comenzar en nosotros mismos, en nuestra lucha interior para entender que la felicidad se obtiene mediante el respeto hacia nosotros mismos y hacia los demas, siendo fieles a nuestros principios, siendo coherentes con lo que predicamos y con lo que, sinceramente, creemos. La revolución comienza con nuestros amigos, con nuestras familias, con nuestra gente, con nuestra comunidad de vecinos o nuestro barrio. Y es que, como bien dicen por ahí: “La resignación es un suicidio permanente”

Ivan Sainz-Pardo

ACTUALIZACION:

OBAMA RECULA UNA VEZ MAS Y REACTIVA LOS JUICIOS MILITARES DE GUANTANAMO

Obama se retracta de su decisión inicial. Esa reactivación ha provocado el enfado de sus seguidores, ya que en su campaña electoral se comprometía a rechazar la ley que establece las comisiones militares y a poner así fin a los juicios por crímenes de guerra de Guantánamo.

Obama, quien asumió el cargo en enero, ha prometido cerrar la prisión de la Bahía de Guantánamo en 2010. La prisión fue creada en 2002 para albergar a los prisioneros en los EEUU durante la guerra contra el terrorismo que el presidente George W. Bush declaró después del 11 de septiembre de 2001.

Obama decidió a principios de esta semana parar la difusión de fotografías que representan los presuntos abusos de prisioneros, rompiendo otra promesa anterior.



CASTILLO DE NAIPES

CASTILLO DE NAIPES


Se me esta haciendo algo larga la estancia en Munich. Lo estoy pasando bastante bien, pero dos semanas fuera de casa, durmiendo en un hotel, llegan a cansar. De vez en cuando tengo ratos muertos y, como si ya durante los seminarios en la Escuela me viera pocas películas, de vez en cuando me da por meterme en un cine y aprovechar para verme alguna peli alemana en cartelera. El sábado pasado me vi “Das Baader Meinhof Komplex” de Uli Edel, sobre la historia y los atentados cometidos por la banda terrorista alemana RAF durante más de tres décadas.

Una película coral, con los mejores y más conocidos actores alemanes del momento y producida por Bern Eichinger, productor de ’El hundimiento’, ’El perfume’ y ’El nombre de la rosa’. Es la película que representará este año a Alemania a los Oscars y, aunque será difícil repetir, tiene muy buenas opciones a optar a la estatuilla. Me gustó mucho, con descaradas reminiscencias de "Munich", la película de Spielberg, pero me dejó también con algunos sinsabores. Es muy larga, dos horas y media que casi parecen tres, porque llega un momento que la trama se estanca, se repite y se limita a narrar los hechos de forma cronológica, pero sin atender demasiado su evolución dramática. No me quedó tampoco muy claro el mensaje final, la motivación que mueve a los autores a contar esa historia y de esa forma. Es como si al tratar de abarcar mucho, de contar demasiado y con tantísimos personajes, uno se quedara como espectador fuera de la fiesta. Aún así, una producción magnífica, muy buenas actuaciones y un nivel cinematográfico sobresaliente. Muy recomendable. Os dejo el trailer para que no se me despisten:


Ayer estuve en la Premiere de “Nordwand” de Philipp Stölz, una de escaladores en la época del III Reich que comienza bastante bien, pero termina por languidecer brindándonos poco más que lo típico, aludes de nieve, esfuerzo personal y mucho sufrimiento. Lo cierto es que el sufrimiento también se transmite a las butacas del cine porque, con sus dos horas de duración, esta sí que realmente se hace eterna. El trabajo de cámara en mano resulta no menos que confuso, la música exagerada y realmente fuera de lugar y especula con una historia de amor que hace aguas por todos los lados. Me aburrí soberanamente y les advierto de que, además, posee un final desbalazado y bastante poco satisfactorio.

En el cine de la escuela, estos días, he podido ver en pantalla grande, entre otras, las maravillosas “Humberto D” y “El ladrón de bicicletas” de Vittorio de Sica y “Roma ciudad abierta” de Roberto Rossellini. La francesa “Attention, les enfants regardent” de Serge Leroy y el fantástico documental “Etre et Avoir” del también realizador francés Nicolas Philibert.
Hoy me he enamorado completamente de esa absoluta obra maestra que es “Paper moon”, de Peter Bogdanovich y de nuevo bastante jodido me ha dejado revisionar la onírica y perturbadora "Heavenly Creatures" de Peter Jackson.

Mañana me pierdo clase porque tengo una reunión de producción y otra con una distribuidora. Curiosamente hoy mismo me ha llegado por correo al hotel el precontrato para la dirección de “Die Therapie”, con lo que, aún continúo muy lejos de mi primer largometraje, pero a la vez y oficialmente, más cerca que nunca. Sin embargo, sabiendo muy bien que los proyectos de cine son tan estables y seguros como un castillo de naipes en la cubierta de un barco a la deriva, lo celebraré cuando realmente suene la primera claqueta.

Y sí, amigos, cuando ese momento llegue, quizás se encuentren con un tipo rebosante de felicidad, silbando y haciendo por la calle algo parecido a esto:


HANCOCK (Peter Berg, USA, 2008)

HANCOCK (Peter Berg, USA, 2008)


Durante mi estancia por trabajo en Berlin nos hicimos, de forma inesperada y casual, con unas entradas para la premiere alemana de Hancock. Un despliegue espectacular, por todo lo alto, con la presencia del director, Peter Berg, el productor y los actores: Will Smith, Charlize Theron y Jason Bateman. Con paseo por la alfombra roja, coches de policía volcados, la presencia de todos los medios informativos posibles y retransmisión en directo del canal Pro7. Un espectaculo muy hollywoodiense que culminó con la presentación de la película en la sala por los propios protagonistas.

Pero vayamos a la película: Comienza de forma trepidante, con unos efectos especiales logrados y con la premisa atractiva y divertida que ya nos mostraba el magnífico trailer. Un superhéroe irreverente, mal educado y con problemas de alcohol, eficazmente interpretado por Will Smith, que a duras penas mantiene a los malos de la ciudad de Los Ángeles a raya generando, por su dejadez y sus ebrias formas, más caos y destrucción del que trata de evitar.
La película se vende y se presenta así misma como rebelde, subversiva y cool, pero según van pasando los minutos, descubrimos que la Universal nos ha vuelto a vender gato por liebre ofreciéndonos otro Blockbuster familiar, convencional, inofensivo y comercial.
El mayor problema de Hancock es la poca credibilidad de todo lo que ocurre en una historia de superhéroe donde además, no existe antagonista o antihéroe. El personaje que se supone que ocupa esta función se malgasta como supuesta sorpresa o giro argumental, que lamentablemente ya se han encargado los guionistas de arruinar bastantes minutos antes con guiños poco sutiles y más bien explícitos. Siendo los creadores conscientes de esta carencia fundamental, se sacan como apoyo a otros antagonistas de la manga que, no solo no están a la altura esperada, sino que ya terminan de asesinar cualquier esperanza de coherencia en la historia. La película promete pero se derrumba como un castillo de arena en la segunda parte y ya no consigue remontar el vuelo. Es por esto que el sabor de boca al finalizar es más amargo que otra cosa. El sabor de un producto totalmente olvidable que, sin embargo, entretiene y divierte durante el corto ratito que la premisa inicial se desarrolla.

Gustará más a niños, a adolescentes despistados y a familias de domingos de centro comercial. Los que busquen una historia detrás o momentos de buen cine, mejor que se revisen la estupenda “El Protegido” (Unbreakable, 2000) del, desde entonces, tan venido a menos M.Night Shyamalan.

Iván Sáinz-Pardo

EL JURADO DE KAIROUAN

EL JURADO DE KAIROUAN

Esto son un egipcio, una libanesa, un sirio, un tunecino y un español que eran jurados de un Festival Internacional de Medio Ambiente en Túnez en donde, sin embargo, la mayoría de las películas se proyectaban en árabe o en francés sin subtítulos y el resto con un poco de suerte en ingles. Encerrados con los muebles de aquella pequeña habitación de hotel recordando años anteriores ahora tan pasados de moda, con las cortinas cerradas, el humo de los cigarrillos tiñendo el ambiente y bajo las discusiones continuas en árabe tan solo amenizadas con un ingles intermitente y de repetidor de primer curso de bachillerato, el español desvió su atención, puso su imaginación a volar y por unos instantes se imaginó que allí mismo, estaban planeando a escondidas el atentado de Munich del 72. Encerrados deliberando en la habitación de un hotel cochambroso en donde, sin duda alguna, las tres estrellas también parecían protagonizar un chiste malo, va el español y dice:

“Las otras películas anteriores pues más o menos, pero creo que en este engorroso documental francés si que me vendría bien un poco de traducción simultanea, ¿puede alguien explicarme de que va?”

Pero fue en esos momentos, ya mediada las proyecciones, cuando el español descubrió que el resto de los miembros del jurado tampoco sabían ni papa de francés y que, además, sorprendentemente, su oxidado ingles era el más aventajado de entre los mismos.

Mi participación como jurado en “The International Festival of Environmental of Film (FIFE6)” en Kairouan, Tunez ha resultado una experiencia divertida y ciertamente surrealista, en donde, además he podido conocer un bastante de la Tunez medieval y profunda y un más que suficiente de la Tunez turística y mercantil. Durante toda una semana hemos convivido con mucha gente realmente simpática e interesante. Mientras yo veía películas con el jurado, Lucy ha aprovechado para visitar algunos otros sitios más por su cuenta y hacer unas fotos estupendas.

Y como es de esperar, continúo con el palmarés:

Ganadora del primer premio ha resultado el documental americano de Faith Morgan

“THE POWER OF COMMUNITY”:

Una interesantísima ventana al futuro próximo desde una mirada al pasado de Cuba que, tras el derrumbe de la antigua Unión Soviética y los embargos, arrebatadas las posibilidades y ventajas del petróleo, con una moneda por los suelos y sin más recursos energéticos, simuló forzadamente pero de forma espontánea y sin pretenderlo, una situación muy cercana a la que se augura muy pronto al resto de países desarrollados cuando el abastecimiento de petróleo se cristalice como un problema global. Mientras la demanda del petróleo asciende más que notablemente con el desarrollo de países como China, las reservas y extracciones del crudo comienzan a bajar considerablemente.
El modelo cubano demuestra que un parón dramático en el desarrollo de una sociedad y un país entero también puede enseñarnos a encontrar soluciones y situaciones sociales y medio ambiental más positivas, más humanas y respetuosas con nosotros mismos y nuestro hábitat natural. Mientras que nuestro planeta ha necesitado miles y miles de años para crear todos los recursos naturales más importantes, nosotros estamos despilfarrándolos todos en un solo siglo, grotescamente y sin ningún respeto ni sentido común.

El segundo premio fue para el documental canadiense de Pascal Gelinas

“EL PORTADOR DE AGUA”

La historia de Pilles Raymond, un canadiense que un día decide cambiar su cómoda vida en Québec por la isla de las Flores en Indonesia. Allí decide comenzar a ser coherente y llegar a un compromiso entre lo que piensa en su cabeza que habría que hacer por ayudar a los demás y lo que realmente hace cada día. Y así comienza por lo más básico, el agua. Pilles aprende el idioma autóctono y se hace con la confianza de los pequeños pueblos católicos y musulmanes de la zona. Con su voluntad y su dialéctica logra unirlos en una misión común, organizar una cuadrilla para ir llevando el agua y construyendo pozos y viaductos a cada uno de los pueblos. El canadiense logrará hacerse respetar y querer entre las gentes de la región, sin pedir nunca nada a cambio y conseguirá incluso que católicos y musulmanes continúen colaborando en paz en la construcción conjunta de iglesias y mezquitas. Una historia de solidaridad y de buena voluntad. Una historia que nos demuestra que la distancia que nos separa del pensar en algo y ponerse a hacerlo realidad puede ser definitiva para lograr un mundo mejor.

El tercer premio fue para el breve pero estupendo documental del canadiense Paul Davis

“-40 C”

En un lugar en el que los días son cortos y aterradoramente fríos y las oscuras noches superan los 40 grados bajo cero, lo único que nos pide el cuerpo es quedarnos en la cama como osos invernando. ¿Quién cogería una bicicleta en estas circunstancias para ir a trabajar?
Con la ayuda de una linterna en el casco, atravesando la oscuridad, la niebla y la nieve espesa, con un frio capaz de hacer quebrar el acero, un profesor se dirige a la escuela para ofrecer educación a sus alumnos.

La buena voluntad es una pequeña luz en la oscuridad.

El premio especial del jurado fue para el documental francés de Thierry Ragobert

LE MYSTERE DES CRIQUETS

En Nigeria y Mauritania un equipo de científicos dirigidos por Antoine Foucard trata de frenar la amenaza de una plaga desconocida, mutante y devastadora de langosta. Un documental de factura destacable y que con un ritmo controlado consigue atrapar la atención del espectador.

Después se dieron algunas menciones especiales, todas muy políticamente correctas y a documentales y producciones en su mayoria lamentables donde se puede destacar en lo negativo las tres menciones especiales a la bochornosa producción egipcia “A GUEST COMING WITHOUT APPOINTMENT” y en lo positivo se rescató al menos a una producción española que, aunque lejos de tratar un problema medio ambiental, si es un cortometraje repleto de talento, frescura y sensibilidad por un tema social tan importante como es el problema de la inmigración descontrolada y dramática en el estrecho. Felicidades a Coke Rioboo por su estupendo “EL VIAJE DE SAID” Cortometraje de animación con plastilina que os recomiendo con fervor.

Se quedaron sin premio películas tan destacables como “O” del belga Pieter Jan De Pue, con un mensaje sin diálogos y una factura asombrosa.

“CONFLICT TIGER” del ingles Sasha Show, sobre la caza furtiva del tigre en Rusia convertida en un combate a muerte entre dos razas animales tratando de sobrevivir. El tigre, con su hábitat disminuido, mermado y dañado por el hombre, en busca de comida fuera de sus dominios, el hombre, hundidos en la miseria tratan de cazar para vender en el mercado negro al tigre muerto y ganar dinero para poder vivir. La desesperación plantea una rivalidad en la que con los bastos bosques rusos como escenario, el hombre armado es muchas veces la presa. En África un tigre no es denominado un asesino de hombres hasta que no se haya merendado a 5 humanos. En Rusia los bosques se llenan de asesinos de tigres y asesinos de humanos en una disputa absurda. Un documental entretenidísimo que logra hacernos reflexionar.

Otras producciones notables fueron los documentales de calidad de la francesa Isabell Millard “Las ISLAS DEL SILENCIO”, o “LAS BRUMAS DE MANENGOUBA” del francés Gaullaume de Ginstel. También asombroso el trabajo autodidacta y laborioso del ruso Oleg Lunichkin con su “UNICUM”

En definitiva un nivel bastante alto y una experiencia única.
"El Último viaje del Almirante" se proyectó en la sección informativa y el debate posterior fue muy interesante para descubrir como se interpreta el pasaje histórico del cortometraje desde una metalidad musulmana. Puedo decir que gustó mucho y que para mi fue muy enriquecedor.
Y así es que compartí unos días con el cortometrajista Xavi Sala, un tío entrañable, también conocimos a Aflah, Sanda, Neal y Peggy, Sergio Canella, Pascal, Isabell, Oleg, Salom, Amin y todos los demás. Desde aquí un fuerte abrazo.


CRONICA DE SITGES 2007 (2º parte)

CRONICA DE SITGES 2007 (2º parte)

MIERCOLES 10

Fuimos Refo y yo a comprar algo de comida para pasar estos días y también un par de botellas de vino para llevar a la barbacoa de mañana. Aún no sabíamos como podríamos ir y volver hasta Sant Pere y esto nos quitaba algo las ganas, pero pensamos que si al final no nos apetecía, podíamos bebernos nosotros las botellas de Rioja en casa y celebrar que la vida es bella y que el Pisuerga pasa por Valladolid.
Para esta noche habíamos planeado cenar en casa unos pinchos morunos y una butifarra catalana y después había que elegir entre una fiesta 40 Aniversario del festival en Pacha o la proyección de “Blade Runner: Final Cut”. Pero antes de esa decisión nos esperaban dos películas más:

MUSHISHI (Katsuhiro Otomo, Japon, 2006)

Mushishi es un manga creado por Yuki Urushibara que, además de tener su serie de anime, ahora cuenta aquí con su adaptación cinematográfica en imagen real. La adaptación al lenguaje cinematográfico sale perjudicada porque no consigue mantener un ritmo minimamente coherente para el espectador occidental. Es una fábula medieval de carácter fantástico que, aunque maneja una narrativa visual poética, arrastra también una languidez extrema y una trama más bien insulsa y poco atractiva que hará bostezar hasta los gatos de escayola más estoicos.

A´L´INTÉRIEUR (INSIDE) (Alexandre Bustillo, Julián Maury, Francia, 2007)

Leer critica de À lintérieur en Muchocine.net

Mucha expectación para este sangriento thriller francés que ya cosechó buenas críticas en el pasado Festival de Cannes. Lo que comienza como un thriller se destapa a la media hora como una brutal orgía gore que juega a batir records en piruetas mortales, doble salto con tirabuzón y triple amputación con derrame de tripa. La trama del thriller es bastante boba y predecible, pero uno se da cuenta enseguida de que la intención de la película va en realidad de otra cosa y tampoco importa demasiado. No importa porque las escenas sangrientas están fantásticamente ejecutadas y van en un ritmo y un increscendo realista en do mayor verdaderamente terrorífico y porque además están rodadas con un talento admirable. Los efectos de maquillaje son magníficos y la música machacona consigue helarnos la sangre. La fotografía es bastante interesante pero llama la atención un detalle imperdonable: La utilización de humo artificial para crear ambiente dentro de la casa esta horriblemente conseguido y da más bien la sensación de que va a aparecer por detrás de la cortina de un momento a otro el abuelo de la protagonista fumandose un puro. Lo cierto es que parece que hay un incendio en la casa durante gran parte del metraje sin haberlo y esto si que es como para fusilar al director de fotografía sin piedad alguna e incluirlo en el metraje. Aún a pesar de este problema y de que el carrusel de exageraciones sádicas del final se va totalmente de madre, la película deja de tomarse un poco en serio a si misma y gracias a esto la película se deja disfrutar plenamente como mero entretenimiento de terror, aunque a veces sea con las manos tapándonos un poco los ojos por las escenas enfermizas y brutales o tapándonos la boca por la risa nerviosa.
En definitiva, una buena película de terror sanguinario puro y duro, con una Béatrice Dalle realmente desequilibrada e implacable encarnando a la mala malísima y con indudables tintes de película de culto que bien merece la pena destacar.


Como en la fiesta de Pacha dan de comer y nuestro apartamento esta a más de media hora andando, hay un cambio de planes, la butifarra tendrá que esperar. Entramos directamente en Pacha con Javier Alvariño, Mikel Alvariño y Borja Crespo. Allí empieza a aparecer pronto todo el mundo, incluso Robert Englund "Mr.Fredy Krueger” se toma una copa acompañado de una señorita en la barra del bar. Los gogos van de “Blade Runner”, replicantes que bailotean exóticamente. Hablo un rato con Javier Alvariño, ambos nos conocimos brevemente durante la preproducción del cortometraje “Entre nosotros”, aunque al final no se encargó de la dirección de arte del corto.
Crespo se pide cocacolas y charlamos bajo una música chillout. Yo mezclo vino blanco con tinto, después una cocacola para aflojar y pronto más vino. Pronto no hay más para elegir. Se ha acabado el vino. Nos tomamos un ron cola que aún entra en la barra libre. Los canapes son variados y están muy bien, pero la fiesta no da para mucho más y en el Auditori va a empezar la proyección de la nueva versión de “Blade Runner”.
Refo y yo nos lo hemos montado muy mal y no hemos sacado entradas con nuestras acreditaciones porque pensábamos haber ido a casa a cenar primero y que la fiesta sería distinta y hasta mucho más tarde. Ahora nos apetecería entrar, pero sin entradas no nos dejan y nos volvemos caminando a casa. Una vez allí, nos tomamos un par de birras en el balcón, charlamos un rato y nos vamos a dormir. Mañana queremos levantarnos pronto para ir a ver el pase matinal de “El último Justo” y “Redacted”.

JUEVES 11

Nos tomamos un café en una terracita y yo pierdo allí las entradas de “Redacted”. Cuando estábamos maldiciendo nos enteramos que con nuestra acreditacion de prensa podemos entrar sin entrada. Aliviados entramos a ver “El último justo”. Esta no voy a comentarla detalladamente porque lo cierto es que nos salimos al cuarto de hora. Solo apuntaré que tras unos currados créditos iniciales, todo se va al garete con unos diálogos mediocres pero que encima se toman demasiado en serio a si mismos mientras que a su vez ni siquiera están bien interpretados. Todo se ve demasiado artificioso y forzado y decidimos salirnos. Pronto nos encontramos con que nadie conocido dice haberla terminado de ver.

Nos vamos a tomar otro café y a la vuelta, en la cola me presentan a Eugenio Mira que nos cuenta que esta haciendo una visita fugaz a Sitges y que se volverá a marchar enseguida. Eran las 12:45 y prácticamente llenábamos el Auditori.

Leer mi critica de Redacted en Muchocine.net

REDACTED (Brian de Palma, USA, 2007)

La película esta rodada en Jordania a medio camino entre un falso documental y una ficción convencional. La mezcla suponía en un principio acrecentar notablemente el realismo para impactar aún mucho más en el mensaje crítico hacia el conflicto bélico en Irak, pero justamente esa mezcla es la que no funciona correctamente. Brian de Palma no es Paul Greengrass y el primero parece creer que el realismo se consigue básicamente enseñando durante minutos las caras de aburrimiento de los marines estadounidenses en un puesto de guardia al ritmo de una música clásica.
Palma mezcla video cámaras, cámaras de seguridad, Youtubes, estilo de reportaje y formato cine pero sin demasiado éxito a poco que el espectador controle minimamente la coherencia del lenguaje cinematográfico. El resultado no se aleja de una serie de escenificaciones preparadas y unas buenas actuaciones que sin embargo no consiguen nunca parecen reales. Y entonces nos quedamos solos con la historia y esta pues tampoco es demasiado original ni nos depara ninguna sorpresa destacable. Fue entre otros, el mismo Brian de Palma quien ya nos contó esta misma historia en el 89 con “Corazones de Hierro”.
Aquello era sobre la guerra del Vietnam y esto de ahora esta supuestamente inspirado en la matanza de Mahmudiya.
Y yo entonces me pregunto:

¿Cuál es el mensaje que se me da como espectador?

¿Que los marines americanos se aburren y desmotivados y confusos violan y matan sin piedad en Irak?

¿Qué la guerra no tiene sentido?

Según el director: "La película es un intento por llevar al pueblo estadounidense la realidad de lo que está sucediendo en Irak" … "Son las imágenes las que detendrán la guerra. Uno sólo espera que estas imágenes indignen al público lo suficiente como para motivar a sus legisladores a votar contra esta guerra"

Escenificar con algo de esmero una violación de unos energúmenos para llamar más eficazmente la atención al pueblo americano es bajo mi opinión dar una información sesgada y sensacionalista, porque los verdaderos asesinos y responsables viajan con chofer, juegan al golf y reposan sus culos en despachos de lujo mientras toman decisiones por las que se bombardean y se dejan morir a miles de personas sin ningún miramiento en países pobres pero con recursos naturales que expoliar. En las guerras se mata, se viola, se amputa, se roba, se humilla, se tortura y esto es lamentablemente tan obvio que me hubiera interesado mucho más observar las vidas miserables y frívolas de los verdaderos culpables del conflicto y no las de un par de analfabetos tejanos con licencia para matar y violar.

En la película se deja a media la resolución del caso real, las repercusiones de los afectados de un lado y del otro y se descubre que en realidad todo esta expuesto de forma algo alborotada, sin mucho esmero ni talento, únicamente con el fin de provocar de alguna forma. Eso si, se termina con una serie de fotografías de civiles iraquíes asesinados, como si en realidad se tratara de un video de Manos Unidas, pero frente a las que uno, realmente, como espectador, no sabe muy bien como reaccionar tras todo el conjunto.

Redacted me dejó frío y aunque es evidente que todo lo que se haga para tratar de espabilar las conciencias apeleladas del mundo occidental es necesario y siempre bien intencionado y recibido, como película no consigue ni mucho menos hacer remontar la irregular carrera de su director ni aportar nada nuevo.


Tras la película nos vamos a comer y vemos a Vigalondo que nos saluda algo nervioso desde un coche oficial. El siempre magnífico Berdejo me presenta a su mujer Paz y de paso a su amigo Paco Plaza y también vemos varias veces pulular por ahí, siempre solo y como planeando en secreto una masacre en algún instituto, al bloguero "Ezcritor".
Y sí, de nuevo nos fuimos Refo y yo a beber muchas más cervezas, a pasear un poco y ver el mar, a charlar sobre cine, sobre la vida y a beber más cervezas con la intención de animar después el pase de prensa de “Los Cronocrimenes” Los pases de prensa suelen ser más rancios y pensamos que le vendría bien darle algo de vidilla, sin embargo, nos encontramos con una cola kilométrica y una sala Tramontana abarrotada y expectante. Nacho ya nos había proyectado los primeros 15 minutos de su debut al largo en el Festival de Escorto, en el Escorial hace unos meses. Ahora había llegado el momento de verlo entero.
Leer mi critica de Los Cronocrímenes en Muchocine.net

LOS CRONOCRIMENES (Nacho Vigalondo, España, 2007)

Mi primera sensación al terminar de ver la película fue la de haber visto algo bueno pero que ciertamente aún podía haber sido mucho mejor. Me explico: Es ese sabor un poco agridulce después de haber visto una especie de versión un tanto acomplejada y demasiado contenida de la verdadera capacidad e imaginería del siempre desenfadado y talentoso director de los cortometrajes “7:35 de la mañana” y “Choque”. Los Cronocrimenes podía haber sido aún más subversiva, más emocionante, más espectacular, más sangrienta, más gamberra, más divertida, más aterradora, y a la vez, con lo que ya ofrece, supone en realidad un verdadero golpe en la mesa y un aviso de que hay verdaderas intenciones por cambiar el rumbo del cine español, de ampliar las fronteras actuales de géneros, influencias, temas e intenciones y de hacer un cine más interesante, entretenido y atractivo.
Vigalondo narra con acierto una historia de viajes en el tiempo con una formula atrevida, original e inteligente y con un buen guión como mejor arma. Apuesta valientemente por una dosis de ciencia ficción diferente y alejada de los convencionalismos, arriesgando al máximo con una puesta en escena minimalista y muy autentica en sus propósitos. Pero también es cierto que descuida algunos aspectos importantes que hubieran podido enriquecer notablemente el resultado. Nos encontramos con una fotografía correcta, pero concentrada obsesivamente en el realismo, en la naturalidad, en una puesta en escena quizás demasiado poco espectacular y apoyada en una dirección de arte que parece tratar de buscar un look que roza incluso lo feísta y caótico. La dirección no resulta especialmente llamativa y la cámara no trata de llamar la atención en ningún momento por lo que el lenguaje visual esta supeditado más bien al servicio de la acción. Además no se construye una trama con el suficiente espacio para la consecución de unas actuaciones especialmente destacables. Algunos seguro discutirán si ha sido buena o no la decisión de otorgarse así mismo uno de los papeles importantes de la película. Mi opinión personal es que la decisión fue buena si la intención era conseguir trabajar como actor profesional, pero también me pregunto si no se podría haber encontrado en España a algún otro actor aún mejor y con más experiencia que él mismo para ese papel. Aún con esto, Vigalondo cumple como actor y su personaje, sin lugar a dudas, consigue crear empatía. Del personaje de Barbara Goenaga me hubiera gustado conocer algo más para poder acompañarla un poco mejor en su aventura durante la historia. Lo de Karra Alejalde ya va por gustos, porque es un actor muy peculiar que provoca amor y odio a partes iguales. A mi, particularmente, me parece acertado para el papel porque le da una profundidad turbia y enfermiza al personaje y bastante realismo a sus acciones más extremas.
El tema de los conflictos, el desarrollo y la evolución emocional de los personajes y las motivaciones de estos resultan por lo general un tanto esquemáticos en la película, cuando todo esto, sin embargo, es a mi parecer siempre necesario para ayudar a mantener con regularidad suficiente el interés y sostener el ritmo, aún a pesar de tratarse de una película de género.
Los personajes además son muy pocos y el puzzle temporal propuesto en la trama se ve por ello limitado a las escasas piezas con las que el autor se ve obligado ha jugar, y esto produce que la capacidad de sorpresa se vea mermada y que muchas de las acciones que se presentan, a veces sucedan meramente para cumplir con los giros y con los líos temporales que anteriormente se provocan. Esto hace que el argumento resulte algo predecible en algunos momentos. Sin embargo, Vigalondo consigue crear un inteligente entramado temporal que dispara y acelera ágilmente el pulso y la tensión dramática, sobretodo en la parte final y consigue controlar en todo momento los giros y las piruetas argumentales cerrándolo además todo con admirable ingenio.
Además, añadir que la enigmática música de Eugenio Mira acompaña y ensalza con acierto la atmósfera de misterio y tensión que la película propone.
El debut de Nacho Vigalondo es una apuesta autentica, sorprendente, anárquica y un tanto kamikaze visto las preferencias y los gustos generales del público y visto también el panorama actual de la industria nacional patria. Desde luego es una película muy especial y muy recomendable y os animo a todos a que intentéis disfrutarla en el cine y si esto es posible, espero que muy pronto. Es una propuesta diferente de un autor diferente y esto ya es de por sí siempre una grata noticia.


Al salir de la sala, Refo estaba avergonzado, por culpa quizás del gustirrinin y del amodorramiento etílico se quedó transpuesto durante unos breves minutos ya mediada la proyección, pero la anécdota se hizo enseguida rumor y esta corrió como la pólvora, así que Refo no dudó en interrumpir la entrevista que el bueno de David le estaba haciendo para “El Septimo Vicio” a Nacho en la cafetería del Meliá con la intención de contárselo de primera mano y evitar que se lo mal contaran después. Poco antes, el señor Pumares, dicen que molesto quizás por haber tenido que hacer cola como todo el mundo para entrar al estreno y tampoco demasiado entusiasmado con la película, también interrumpió dicha entrevista para mostrarle, según nos contó Nacho más tarde, prácticamente su más sentido pésame. En fin, unos explotan la amabilidad y otros encuentran su filón personal en el cabreo perpetuo.

Se había finalmente cancelado la barbacoa en la casa del productor de Velasco Broca y nos fuimos a cenar al Buenos Aires con los Alvariño donde fue apareciendo por allí todo el mundo. Nacho Cerdá, muy simpático, nos saludó y charló un rato con nosotros. Al final llegaron Rodrigo Cortes, el director de “Concursante”, al que conocí hace un tiempo en un encuentro de cortometrajistas en Salamanca, acompañado de algunos otros más y nos sentamos todos juntos en una mesa. Más tarde llegó Lebo junto a unos amiguetes suyos y también Vigalondo. Nos fuimos todos a tomar una copa a una terraza donde también estaban Broca y su tropa y después terminamos casi todos en un garito llamado algo así como “Routa 66” en donde unos tíos vestidos de zombies rockanrolleros metían ruido en directo. Nos cobraron 28 euros por cuatro cervezas calientes no más llegar y nos fuimos de allí cagando leches.
La noche se alargó hasta las 6 de la mañana en nuestro apartamento donde, acompañados de Lebo y los suyos y algunos más que fueron llegando, nos bebimos las cervezas que nos quedaban en la nevera y las dos botellas de rioja para la barbacoa frustrada.

-“A ver “Halloween” no nos levantamos a las 9 ni de coña”

Dijo Refo antes de desmayarse. Y así fue. “Los Cronocrimenes” había resultado en realidad un fantástico colofón a nuestra visita a Sitges.

El viernes por la mañana recogimos todo y nos fuimos a Barcelona. Aún quedaban unas horitas para dejar las maletas en la consigna de Sants y tomarnos algo antes de que salieran nuestros respectivos trenes.


CRONICA DE SITGES 2007 (1º parte)

CRONICA DE SITGES 2007 (1º parte)

LUNES 8

Ya de noche, llegamos Lucy y yo a Sitges. Dejamos nuestras cosas en el hotel, nos acreditamos y nos vamos con Sara a cenar al “Buenos Aires”, un argentino en la zona del puerto. Sara me comenta que, curiosamente, le habían hablado de mi el día anterior la gente de la productora alemana “Autobahn” y que me ha conseguido una cita informal con Nicole Bardohl para la mañana siguiente.

Con el festival ya empezado, allí sentado delante de un asado de tira, lamenté el haberme perdido la proyección de “Rec”, película de la que Luis Alejandro Berdejo, guionista de esta, ya me había hablado hacía unos meses en Madrid. “Rec” es sin duda la gran favorita del festival. Durante los cinco días que he estado en Sitges, no he encontrado una única opinión que se aleje del hecho de que Paco Plaza y Balagueró han acertado de pleno construyendo un divertimento fresco, preciso, aterrador y talentoso que parece funcionar como un reloj suizo. En cuanto a “El orfanato”, película que también he perdido la oportunidad de ver durante el festival, también he lamentado perdérmela. Esta ya es, sin duda alguna, la elegida como referente internacional del cine de genero patrio, un inevitable exitazo de taquilla y una de las candidatas a recibir premios en Sitges, aunque también es cierto que quienes ya la han visto, difieren entre ellos y, al contrario que con “Rec”, no todas las opiniones resultan tan favorables. Espero ver ambas en los cines muy pronto y disfrutarlas como bien se merecen. También desearía “sufrir” la misma saturación promocional de “El orfanato” con el resto de las películas españolas que se estrenan cada año, esto sería señal inequívoca de que nuestra inexistente industria cinematográfica estaría al fin funcionando.

Después de cenar nos fuimos juntos a la proyección de “La Marea”. Allí conocí también a Gregory Wilson, el director de “Jack Ketchum´s The girl next door”, que se proyectaba detrás de mi cortometraje. Fue una grata sorpresa descubrir que a pesar de ser una sesión golfa a la 1.00 de la madrugada de un lunes, la sala estaba prácticamente repleta y que Angel Salas, el director del festival, se había acercado al cine para presentar personalmente nuestros trabajos. Como colofón a unas generosas y muy bonitas palabras de Angel, apareció por allí una tarta con unas velas y se felicitó a uno de los productores del largometraje de Gregory que, cosas del destino, cumplía años en ese preciso momento. Y así comenzó la proyección. Como no pude asistir personalmente a la premiere de “La Marea” en el pasado festival de Cine de Gijón, yo aún no había tenido la oportunidad de ver el corto en pantalla grande. Disfruté mucho de la proyección, de los aplausos y a continuación me vi el primer largometraje de mi estancia en el festival:

JACK KETCHUM´S THE GIRL NEXT DOOR (Gregory Wilson, USA, 2007)

Con la intención de que el comienzo de la historia nos sirva como carrerilla para saltar después aún más lejos en el infierno, se nos muestra un cartelito de “Basado en hechos reales” y un look cercano al del telefilm. Pero la película se va tornando oscura, aterradora, dura, casi insufrible y esto sin caer en el gore ni en la casquería. Blanche Baker nos regala un personaje demoníaco y aterrador con una sobresaliente caracterización y una interpretación brillante. La película esta bien dirigida y demuestra calidad. El problema es que tras tanto sufrimiento y tanta sentimiento de repulsa e impotencia, uno no termina por saber cual es el tema, el mensaje, la moraleja. Al final del camino descubrimos que nos han dejado completamente abandonados en nuestro viaje interior y que el director no tenía muy claro a donde nos quería llevar exactamente. No hay un ápice de esperanza, un resquicio de aire, es como una partida en la que, al final, todos terminan perdiendo y sufriendo, por lo que al salir del cine no podemos evitar sentirnos confundidos, decepcionados e impotentes. Aún así, y aunque esta es una película solo para corazones agerridos y masoquistas, es bastante recomendable.

MARTES 9

Desayunamos en el bufet del Melia. A nuestro lado, un Pablo Carbonell con un aspecto estupendo se ponía las botas a comer. Al poco fue rescatado por Alex Angulo, el cura de ficción más genial y chalado del cine español.
Fuimos a sacar entradas para las proyecciones y tras un paseo por el pueblo, nos tomamos un café en la terracita del Meliá con Nicole Bardohl. Me resultó curioso su descarado entusiasmo por “Schneckentraum” (El Sueño del Caracol), me reconoció que hace un par de meses se había puesto en contacto con mi agencia en Munich para pedirles mis cortos en dvd. Me preguntó por mis próximos proyectos y charlamos en alemán durante un buen rato. Al escucharnos, una chica rubia que acompañaba a un hombre orondo y muy grandote nos interrumpió y me preguntó en alemán si yo era yo. Vamos, que si yo era “ïban Sanspaadó”. Resulta que se presentaron y eran Roland Reber y Marina Anna Eich de la productora muniquesa “WTP International”. Su productora esta en los estudios de Baviera donde yo rodé “El laberinto de Simone” y alguien de su entorno ya les había hablado de mi. Resulta que luego me contaron que ese alguien era Antje, una estudiante para actriz que colaboraba hace unos años en la Escuela de Cine de Munich en muchos de nuestros proyectos estudiantiles y con la que yo hice amistad en aquel entonces. Al parecer, ahora trabajaba en el equipo de la productora. Cuando la conversación ya estaba animada y a varias bandas, apareció Mario Dorminsky, Director del Festival Internacional de Cine de Oporto y también se sentó con nosotros. Roland y él se habían conocido porque ambos están en el jurado, uno en la sección “Noves visions” y el otro en la “Orient Express” del festival de Sitges de este año. Hubo un reparto de tarjetas de presentación y yo volví a echar en falta las mías. Hacerse tarjetas de presentación para mí es algo así como arreglar la vieja persiana del despacho, algo bueno y necesario pero que se va posponiendo por pura dejadez y pereza.
Un rato más tarde nos fuimos Lucy y yo a comer unas tapas y una ensalada en un restaurante vasco. Después de unos cafés, nos metimos al cine a ver la que para mi ha sido la mejor peli con la que yo me he topado en Sitges: “Bug” de William Friedkin:

“BUG” (William Friedkin, USA, 2007)

Película poco catalogable, nada convencional y mucho menos comercial. Se la trata de vender como película de terror, pero no lo es. Al menos no como la gente esperaría. El terror no llega por sustos baratos a base de gatos negros, gritos de bebes, muñecas sin ojos o subidas repentinas del audio. El terror llega realmente gracias a la magnífica reconstrucción de una atmósfera perturbadora y enrarecida, la decisión de sacrificar la taquilla para regalarle a la obra una elogiable dirección de actores, un ritmo necesariamente aletargado, una presentación de personajes adecuada y una evolución correcta de estos. El terror llega con una cuidada descripción visual y narrativa de la soledad enfermiza y el desequilibrio emocional y mental que muestran sus escasos personajes. Una Ashley Judd en verdadero estado de gracia y unos acertados Michael Shannon y Harry Connick Jr.
La dirección de Friedkin(El Exorcista), conocido director veterano de setenta y dos años, parece a la vez la dirección de el debut genial y moderno de un joven talento. Se detiene en la psicología de los personajes, en la evolución hacia la locura, en el misterio del trance, en la descripción minimalista de la agonía moribunda de una cordura que se abandona por un poco de amor y de calor humano, por la falta de comunicación y de cariño, por culpa de la soledad de un mundo hostil. Pero la película tiene a la vez un corte muy moderno, psicótico y original. “Bug” es una rareza formal, una rareza fílmica, una buena película dotada de esperanza alguna para el éxito y para la aceptación popular. Una película que narra el viaje mental hacia los infiernos de la locura de sobrevivir una realidad demasiado dolorosa. Muy recomendable.

Después de ver la película nos fuimos Lucy y yo a buscar a Refo a la estación de tren y le acompañamos a buscar su acreditación al Meliá. Recogimos las llaves del apartamento que habíamos previamente reservado por Internet y buscamos el complejo. Nos despedimos allí de Lucy y Refo rompió de inmediato una de las ruedas de su maleta. Subimos a dejar las cosas. Nos encontramos con una habitación pequeña y fea con dos camas, un pasillo, una cocina bastante completa, un baño con bañera, y un saloncito muy respetable con una tele y un buen balcón. Habíamos pagado por adelantado tres noches y nos quedaríamos allí por un buen precio hasta el viernes.
Yo había sacado ya dos entradas para ir a ver “Dainipponjin” a las 20:30 y otras dos para “Cassandras Dream” de Woody Allen a las 22:45. A la primera no fuimos porque se nos hizo tarde y Refo prefirió mejor dar una vuelta por el pueblo, comer algo y tomarnos unas cervezas. No me pareció mal y nos tomamos unas Bratwurst picantes y unas patatas bravas en un bar a pie de calle cuyo nombre no soy capaz de recordar ahora ni de coña pero del que si puedo decir que era un lugar muy asequible y recomendable. Por lo del picante, nos acordamos de Vigalondo y de su “infierno de ternera” y le llamamos al móvil para ver si ya andaba por Sitges. Nacho nos contó que aún estaba en Madrid y que hasta el jueves no aparecería por Sitges.
Nos encontramos con Velasco Broca y Cormac Regan que presentaban su corto “Avant Petalos grillados” en la sección especial y un dvd recopilatorio con todos sus cortos. Nos invitaron a una barbacoa el jueves noche en Sant Pere de Ribes y se fueron a dar una breve vuelta al cementerio municipal mientras nosotros nos acababamos dos jarritas de cerveza en una terraza.
Ya en la cola de “Cassandras Dream”, Refo me presentó a Mikel Alvariño y de nuevo acabamos en un bar los tres para seguir charlando y bebiendo cervezas.
Y así, mi próxima cita con el cine ya tuvo que ser en el Auditori, a las 00:45. Sesión doble y presentación estelar de Robert Englund (Freddy Krueger) de “Jack Brooks: Monster Slayer” y “Babysitter wanted”. Me emocionó ver a Robert Englund, Fredy Krueger ha sido siempre un icono, y reconozco que me siento bastante fan de la saga. Lo cierto es que la película que nos presentó era muy mala, la proyección demasiado tarde y solo logramos quedarnos a ver la primera de ellas. La verdad es que entera solo podemos decir que la vimos entre los tres. Cada vez que yo me despertaba y miraba a los lados veía a Refo roncar con las gafas medio caídas, o a Alvariño babear la butaca como un bebe. De la parte que yo si vi de la película podría contar lo siguiente:

“JACK BROOKS. MONSTER SLAYER” (John Knautz, Canada, 2007)

La cinta intenta recuperar el cine de terror de serie B de los ochenta y en cierta manera lo consigue, pero al igual que existían en aquella década y en aquel genero mejores y peores películas, esta solo consigue evocarnos a las peores. Un ritmo caótico, una trama absurda, unas interpretaciones mediocres y unos efectos especiales como los de antes, es decir, bastante cutres. Nada nuevo ni sorprendente en el horizonte. Un despropósito capitaneado por un Robert Englund que no puede esconderse de la realidad de ver como su carrera profesional protagoniza una caída libre y sin paracaídas. En esta película, sin el sombrero y la cara quemada para disimular su descarada sobreactuación, ofrece un trabajo actoral no poco más que patético. Monster Slayer sería carne picada de videoclub si estos siguieran existiendo. Aunque para algunos fanáticos y frikies del género resultará entretenida, no es demasiado recomendable para el resto.

La vuelta, andando hasta nuestro pequeño aparmentito, se nos hizo eterna. La noche era calurosa, o quizás la sensación era tan solo fruto de la caminata. Aún faltaba mucho Sitges por delante y algunos otros paseos eternos de madrugada.

LA JUNGLA 4.0 (Len Wiseman, U.S.A, 2007)

LA JUNGLA 4.0 (Len Wiseman, U.S.A, 2007)

Partiendo de la base de que “La jungla de cristal” es una de mis 10 películas favoritas de todos los tiempos y además mi número uno absoluto en el género de acción, es comprensible entender que las secuelas de esta saga solo hayan conseguido sacarme una sonrisa complice y poco más.
Algún día hablaré de la primera parte, de la original, de la precursora, de la genial y hasta la fecha mejor película de Mc Tiernan, pero ahora es el turno de la cuarta entrega de esta saga que encumbró a Bruce Willis a lo más alto.
Muchos dicen que esta cuarta parte es una película bastante fría, sin carisma, convencional, que el guión es predecible, esquemático, que esta vez el malo es muy blandito, que le falta más mala leche, que la calificación para todos los públicos ha resultado un lastre y que en definitiva, no parece “la jungla”. Tienen razón. Pero yo apunto, además, que en realidad ninguna de sus secuelas anteriores ya se parecía en su esencia a la magistral primera parte. La jungla 2 era una especie de calcamonía comercial y sin talento de la primera, un capitulo cualquiera de James Bond, un despropósito que tiraba por tierra el aterrador sentimiento de realismo y autenticidad de la historia original. La jungla 3 era resultona, de nuevo espectacular, vibrante, pero ajena y que podía haber pasado también perfectamente como cualquier parte de la saga de "Arma Letal". Y nos llega esta cuarta parte y yo realmente no espero otra cosa más allá que una buena película de acción, como sus predecesoras, y efectivamente nos ofrecen un guión flojito, algo así un poco como “Eraser”, que ya era como “Terminador 2”, y lo mezclan con otro poco de “Mentiras arriesgadas” y ... Nada sorprendente en esta ola de plagios, secuelas, remakes, precuelas, muelas, caries y empastes hollywoodienses. Incluso se rumorea por ahí que el guión de esta cuarta entrega era, hace no tanto, un guioncillo triste de acción que llevaba tiempo coleccionando polvo y manchas de café por los estudios de los Ángeles, mientras se decidía para que saga de acción se podía reciclar, ¿“Transporter 3”?, ¿“Mentiras arriesgadas 2”? … Y que al final pensaron que si conseguían meter a Willis de alguna forma en el proyecto podrían venderla como “La jungla 4” y asegurarse el taquillazo. No se si será o no cierto, pero el resultado sabe exactamente a los ingredientes de esa leyenda urbana y el taquillazo esta siendo de ordago. Aún así, lo cierto es que esta es una película que resiste, entretiene con creces y funciona gracias a la empatía y la nostalgia del personaje de John Mc Clane, su ironía y ese talante tan socarrón, bruto y cercano. La acción es trepidante y el espectáculo visualmente muy atractivo. Es olvidadiza, claro, como la segunda, como la tercera, pero cumple de sobra con las pretensiones y las expectativas actuales. Lo demás es morriña generacional, porque vemos que Willis envejece junto con su saga y se aleja en cada intento un poquito más y muy posiblemente ya para siempre del origen, del punto de partida, de aquella primera aventura de un hombre bueno sorprendido a la hora exacta y en el lugar equivocado, del nacimiento de una obra maestra del cine de acción.

Iván Sáinz-Pardo

PROGRAMA DOBLE DE TERROR 2007 (Christopher Smith, Jonathan King/ Reino Unido, Nueva Zelanda)

PROGRAMA DOBLE DE TERROR 2007  (Christopher Smith, Jonathan King/ Reino Unido, Nueva Zelanda)

DESMEMBRADOS (SEVERANCE) Christopher Smith, Reino Unido, 2006

El viaje de un grupo de trabajadores de una compañía de armas inglesa a Hungria para fomentar el sentimiento de trabajo en equipo y el compañerismo corporativista, se transforma en una terrible pesadilla. La propuesta de partida es atractiva para después conseguir volver a poner a media docena de personajes incautos, estereotipados y muy reconocibles en las manos de un asesino sadico, cruel y sin escrúpulos, es decir en la propuesta de siempre. Ya que difícilmente se puede ser original a estas alturas y tras quince partes de “Viernes 13”, otras tantas de “Halloween”, las sagas de “Screem” con todas sus imitaciones y tras las aún más recientes “Saw”, “Hostel”, “Turistas” y compañía, el intento de desmarcarse de todas estas otras anteriores llega directamente en la mezcla de géneros. La genial y también inglesa “Shaun of the Dead” (Zombies Party) mezclaba humor con genero zombies, en esta, Christopher Smith también combina ciertas dosis de humor negro con, en este caso, el terror escabroso, realista y brutal que suele ser habitual en esta nueva moda de películas de miedo en las que occidentales de turismo son finalmente masacrados con inimaginable sadismo.
“Severance” funciona. La película se toma muy en serio la parte de terror y no descuida la parte cómica. Da bastante miedo, es muy sangrienta, consigue mantener el ritmo y la tensión constantemente permitiendonos además respirar un poco e incluso hacernos soltar una carcajada con los ya comentados gags. Inteligente propuesta que consigue entretener, sorprender y acertar en su conjunto.


OVEJAS ASESINAS (BLACK SHEEP) Jonathan King, Nueva Zelanda, 2006

Obligatoriamente hay que dejarse el cerebro en casa y además acudir en compañía al cine para poder disfrutar de la proyección de esta película. No es capaz de sorprender o de mostrar originalidad en ningún momento y consigue aprobar porque más o menos ofrece lo que promete, aunque siempre sin ir más allá de imitar con un talentoso descaro películas del mismo genero.
Jonathan King ha renunciado al miedo y al suspense y a apostado por el gore tradicional con tintes cómicos, por lo que podremos disfrutar del desparrame de visceras, de las mutilaciones y reírnos con algunos momentos jocosos, pero sobretodo podremos comentar y reírnos (para eso lo de ir acompañados) de lo mala que es en si la película.
También, si nos cansa, podemos jugar a tratar de acertar a que otra película nos recuerda esta escena y en donde ya vimos esta otra, porque lo cierto es que “Las ovejas asesinas” resulta bastante aburrida en numerosas ocasiones a pesar de su comedido metraje. Referencias explicitas a la genial y también neozelandesa “Braindead” de Peter Jackson, momento de pelea y hélice de avión a lo “Indiana Jones” y así una tras otra.
Ovejas asesinas parte de una idea cachonda a la que no se le saca ningún partido y que posiciona al producto final como una mera anécdota, una película más de serie B del montón.

Iván Sáinz-Pardo

LOST IN LA MANCHA (Keith Foulton y Louis Pepe, Reino Unido / USA, 2002)

LOST IN LA MANCHA (Keith Foulton y Louis Pepe, Reino Unido / USA, 2002)

Terry Gilliam es un director de cine peculiar, con un par de películas geniales y varios descalabros antológicos. Maravillosas “Brazil” , “12 monos”, interesantes “Miedo y asco en las Vegas” y “El rey pescador”, pero sin duda, su Titanic personal fue el accidentadísimo rodaje de “Las aventuras del barón Münchausen”, donde el rodaje de la película estuvo en numerosas ocasiones a punto de cancelarse, sobrepasando el presupuesto estimado de forma inimaginable y que consiguió terminar a duras penas. (Como ya le sucediera anteriormente en Brazil que terminó por doblar el presupuesto inicial de 23 millones de dólares)
Público y crítica, además, le dieron la espalda, en parte también por culpa de una lamentable promoción que hizo que una producción de 55 millones de dólares, recaudara a penas 4 millones. A partir de entonces, Gilliam se tatuó en el pecho la fama de director loco, iluso, irresponsable y maldito.

Pero si lo buenísimo es difícil de superar, lo malísimo siempre es superable y 12 años más tarde, Gilliam se enfrentaría a uno de los rodajes más calamitosos y desafortunados de la historia. Entre otras muchas razones, porque su rodaje en tierras españolas, que ya arrastraba casi 10 años de planificación, varios intentos fallidos de preproducción y de búsqueda de financiación por todo el mundo, se suspendió irremediablemente al sexto día arrastrando consigo un presupuesto de más de 30 millones de dólares.

Este documental, que en un principio tan solo estaba pensado como un making off habitual, terminó por ser un documento único sobre el rodaje fracasado del proyecto "The man who killed Don Quixote".

Retraso de los actores en la preproducción, fallos de comunicación y de organización, una planificación inestable y algo utópica, desastres e inclemencias naturales, aviones que arruinan las tomas sin remedio, un actor protagonista renqueante que termina por abandonar debido a una doble hernia discal, figurantes en escena sin ensayos previos, la presión sobre el hombro de los inversores y productores de la película.

Un documento estremecedor para entender lo que de verdad se esconde detrás de la industria del cine, del proceso creativo y la naturaleza real del artista enfrentado al éxito o fracaso de una obra cinematográfica que siempre depende, irremediablemente, de demasiados factores: La metereología, el equipo técnico, el artístico, la suerte, la salud, las aseguradoras, el empeño, la voluntad divina.

Orson Welles sufrió lo indecible en una cruzada similar al enfrentarse a otra versión de “El Quijote de la Mancha”. Como si de una extraña maldición se tratara, aquel rodaje tampoco se terminó. Primero murió el actor principal en mitad de este y poco después el mismo director dejando la obra inacabada.

Un documental interesante, desgarrador, divertido, triste, fundamental para comprender realmente de que están hechos los sueños de los cineastas, e imprescindible para todo aquel que desee enfrentarse a la aventura de dirigir profesionalmente una película.

Iván Sáinz-Pardo

ZODIAC (David Fincher, U.S.A, 2007)

ZODIAC (David Fincher, U.S.A, 2007)

Con Seven, Fincher recuperó, renovó, influenció e impulsó toda una moda y un nuevo género de películas y series de televisión sobre asesinos en serie.
Cuando ya pensábamos que tras la insufrible saturación de “ceseies” e imitaciones de aquella magistral propuesta de Fincher, no restaba aliento alguno ni espacio creativo para nada más, Fincher regresa con la sorprendente Zodiac, que además esta basada en hechos reales, con lo que conocemos de partida el final de la película y la solución a la trama, abanderando de nuevo el más difícil todavía.

Fincher nunca pierde de vista su propio estilo, su visión, ni sus intenciones, la dosis exacta con la que apoderarse de la razón del espectador. Con un apabullante talento y una precisión asombrosa, consigue helarnos la sangre con las primeras apariciones del asesino o agarrarnos a la butaca al mejor estilo "Hitchcock". Sin embargo, enseguida descubrimos que los verdaderos protagonistas son los investigadores, la policía y todos los que se involucraron profesional y personalmente en un caso policial, desesperante, denso y enigmático que se transformó sin remedio en un verdadero show mediático.

La historia deja atrás y en gran parte a las victimas o las vistosas coreografías de sus muertes y se centra en sentimientos universales como la desesperación, la esperanza, la tenacidad y la obsesión. Fincher renuncia a buscar respuestas, o motivos, porque todos estos se desconocen. No aporta luz absoluta, porque los hechos reales aún hoy en día continúan en penumbras.

Zodiac cuenta con un extenso metraje, y a la vez, también con una puesta en escena y una ambientación rigurosa, un reparto adecuado y serio, una realización contenida y magistral y algunos destellos aislados que quedarán, sin duda alguna, en los anales de la historia del cine. Cine por los cuatro costados en casi tres horas donde nos sumergimos de lleno en una oscura trama, en una vía muerta y sin salida, pero que consigue mantenernos en continua tensión dramática. Más no se puede pedir.

Fincher, esta vez, expulsa de clase a su espectador habitual, la generación de la televisión, de la publicidad frenética, las videoconsolas, los Blockbusters y los videoclips. Esa gran mayoría acostumbrada a la catarata de imágenes, al zapping, a la velocidad, los gags, las palomitas, los móviles encendidos y el emule.
Fincher ha realizado aquí una película meticulosa, honesta y precisa con el material existente, como un ejemplar ejercício cinematográfico, renunciando para ello a aspectos más comerciales y frívolos. Una vez más, Fincher ha dado otra vuelta de tuerca inesperada, nos ha soltado un nuevo bofeton artístico para realizar una verdadera obra maestra y sumarla a su sorprendente, desgarradora y valiente filmografía.


Iván Sáinz-Pardo

SUNSHINE (Danny Boyle, Reino Unido, 2007)

SUNSHINE (Danny Boyle, Reino Unido, 2007)


Confusa, desmesurada, artificiosa, lánguida, ruidosa, insulsa, vacía, fallida, incongruente y absurda, con unos personajes planos y un argumento trillado, ajado, roído, releído, revisto, remamado, convencional y sin aportaciones ni ideas originales. Pretendidamente pretenciosa por fuera y meramente macarra por dentro. Podía pasar tranquilamente por uno de los malos y psicodélicos viajes de uno de los protagonistas de la genial y tan lejana Trainpotting, pero lo que sí que es, con certeza, es un pastiche sin gusto ni criterio, un despropósito, una perdida de tiempo y de dinero para los desafortunados que como yo, se vean lamentablemente atraídos por los malabarismos y los colorines de esta nefasta y decepcionante propuesta cinematográfica. Contiene un par de escenas bellas gracias a unos trabajados efectos especiales, pero sucumben ante la incoherencia general, el aburrimiento, la saturación, el exceso y la agresión de unos atronadores efectos de sonido que solo invitan a salir corriendo.

Iván Sáinz-Pardo

BOSQUE DE SOMBRAS (Koldo Serra, España, Francia, Reino Unido, 2006)

BOSQUE DE SOMBRAS (Koldo Serra, España, Francia, Reino Unido, 2006)

Lo primero de todo, si aún no la han visto, háganme el favor de correr a las carteleras de cines de su ciudad a buscarla para ir a verla. La opera prima de un reconocido cortometrajista como es Koldo Serra, merece ya de por si la entrada para poder descubrirla en el cine, que es el lugar ideal para el disfrute objetivo de una obra como esta.
De las comparaciones no se libra nadie, esa es la realidad, y además se busca originalidad en una industria ansiosa y desesperada bajo este vomito de remakes, secuelas y precuelas norteamericanas. Pero por esto mismo es destacable una propuesta original como la planteada aquí. Como destacable es, sin duda, una puesta en escena envuelta en una lograda atmosfera claustrofóbica gracias, en gran parte, a una magnifica y planificada labor en la dirección artística, recreando con mimo ese paisaje norteño y ese ambiente rural de la España más profunda de los 70. Una virtud más es la del propio director, al reconocer y asumir unas intenciones cinematográficas claras, concretas, inspiradas e influenciadas de otros referentes de tanta envergadura como es el propio Peckinpah. Las referencias y las comparaciones aqui ya le invitan a uno a soñar con cine del de verdad y son de agradecer. Digamos que las fuentes, en este caso, apoyan ya de partida la historia que se quiere contar.
Se le ha criticado desde algunas partes el guión, e incluso algunos de los diálogos o de las interpretaciones, pero bien es cierto, que las exigencias de los idiomas implicados en el rodaje y en la trama de la película son notables, y aquí el problema de tener a actores ingleses chapurreando el castellano y a actores hispanos defendiéndose lo mejor que pueden con el ingles, es que al final del todo, terminan por doblarte la peli además de permitir que alguno de los actores se doblen a ellos mismos, lo cual casi siempre termina en algo cercano a lo catastrófico.
Yo creo que lo único que ocurre quizás es que, en algunos momentos aislados existe algún que otro bajón incontrolado en el ritmo global de la película que puede, a su vez, dejar al espectador fuera y entorpecer el climax final. Pero aún siendo así, la película se mantiene entera hasta el final y se nos regalan además un par de escenas memorables y un claro sentimiento de sobriedad y de buen oficio detrás de la cámara. “Bosque de sombras” un debut muy digno que reúne una estupenda fotografía y talento para una historia con estilo propio.

Iván Sáinz-Pardo

ROCKY (La saga)

ROCKY (La saga)


Antes de nada, me disculpo por lo extenso de esta crítica y recomiendo a quien aún no haya visto alguna de las películas, incluidas la última, que no continue leyendo, porque desvelo la trama de gran parte de la saga.
Esta es una de las sagas más exitosas y más famosas de la historia del cine, con todos mis respetos a Bond, James Bond, quien si el destino no lo remedia pronto, algún día me regalará un record Guinnes por conseguir ser el único occidental que aún no ha visto ninguno de sus numerosos títulos. Todos mis respetos desde aquí a sus seguidores, también a Sean Connery y al resto, pero lo mío ya es algo así como una paradoja del azar, una avalancha extraña de circunstancias y, últimamente, reconozco que también existe algo de orgullo personal ante un indudable sabor a arroz quemado. He llegado muy tarde y las increíbles piruetas del afamado gentleman ingles no consiguen captar realmente mi interés.
La saga de Rocky abarca tres décadas desde la primera película hasta la última y más reciente entrega. Permítanme que comience por el principio:

En 1976, un desconocido actor, Sylvester Stallone, escribió un guión llamado Paradise Alley (La calle del paraíso), inspirado en un combate entre Muhammad Ali y Chuck Wepner. El guión cayó en las manos de los productores Irwin Winkler y Robert Chartoff quienes, en un principio, se mostraron contrarios al empeño y la voluntad de Stallone de encarnar al boxeador protagonista. Pero este fue realmente el primer combate ganado por Stallone, quien consiguió el papel y la producción de su sueño cinematográfico. Y aunque en la película pierde a los puntos contra el poderoso Apollo Creed, este ganó, sin embargo, por K.O y en el primer asalto, contra Scorsese, quien vio como Rocky se llevaba ese año el Oscar a la mejor película por encima de su magnífica “Taxi Driver”. Stallone se guardó el título de su guión y lo reservó para otra película que el mismo rodó e interpretó dos años más tarde y que, en nuestro país, se dio a conocer como “La cocina del infierno”. El guión y la película sobre el boxeador de Philadelphia pasaron a llamarse “Rocky”.
La película de Stallone fue rodada en menos de un mes y con un presupuesto modesto de poco más de 1 millón de dólares y recaudó más de 115 millones tan solo en los Estados Unidos. Público y crítica, aturdidos por el júbilo, se aunaron a su favor y la cinta se hizo, además, con otros dos Oscars, el de mejor montaje y el de mejor director, de un total de 10 nominaciones y tras haber recibido otras 6 nominaciones y el Golden Globe también a la mejor película.
Si me preguntan a mí, les diría que “Rocky” es un estupendo drama, muy bien construido, lleno de corazón y de épica y que narra, a la perfección, una historia sobre la superación personal y la búsqueda de uno mismo. Es la historia de un boxeador italo-americano de talento, pero sin fe ni oportunidades, Rocky Balboa, quien vive y se gana la vida en un barrio bajo y deprimido de Philadelphia. Trabaja como pluriempleado, boxeando por cuatro perras y amenazando a morosos como ayudante de un matón de poca monta. Está enamorado de Adrian, hermana de su amigo Poli. Adrian es una mujer muy tímida que trabaja en una pequeña tienda de animales con quien, Rocky, intentará establecer una relación amorosa. Gracias al destino, a la suerte y en parte a su llamativo apodo, “El potro italiano” se le brinda, de la noche a la mañana, la oportunidad de su vida. Podrá enfrentarse al actual campeón de los pesos pesados y soñar con el título.
“Rocky” narra una historia honesta, universal, de esas que los americanos, en su nacional egocentrismo y adueñándose descaradamente del término, denominan como “El sueño americano”.
Lo cierto es que Rocky es una buena película, pero también es una película bastante sobrevalorada, y lo demuestra el mismo Stallone con la secuela Rocky II, donde consigue romper el mito de “La segundas partes nunca fueron buenas” calcando la estructura y la formula mágica de la primera parte con admirable respeto e inteligencia. Mimando el desarrollo de los personajes y su mundo y llegando, incluso, algo más allá en cada una de las virtudes de su predecesora. Esta segunda parte supera o, como mínimo, consigue alcanzar la calidad cinematográfica de la primera pero, sin embargo, esta vez no consiguió todo el favor de la crítica. El público, sin embargo, la recibió con bastante entusiasmo y recaudó 85 millones de dólares en los Estados Unidos. Yo opino que, ni la primera era tan buena, ni la segunda era tan mala. Pienso que ambas alcanzan un nivel muy notable y que, realmente, además de repetir en las labores de guionista, sorprende muy positivamente el trabajo del propio Stallone en la dirección, ya que lo cierto es que, durante los 119 minutos que dura esta secuela, nunca llegamos a echar de menos al director de la primera parte, John G. Avildsen.
Avildsen es un director irregular, para muchos mediocre, que en la actualidad está prácticamente retirado, pero que, sin embargo, ha conseguido reunir dos títulos que han cambiado la vida de millones de espectadores de distintas generaciones: “Rocky” y “Karate Kid”. Con ambas, no solo ha conseguido llenar las salas de cine, sino que ha conseguido motivar y volver a llenar de vida los gimnasios deportivos de medio mundo. Debo de reconocer que hasta yo mismo llegué a cinturón verde de karate (¿o era azul? Buff, ni lo recuerdo ya) gracias a ese hombre.
Volviendo a Rocky, no podemos obviar a uno de los pilares fuertes y a uno de los culpables del éxito de la cinta y de que esta, treinta años más tarde, sea considerada como un clásico o como película de culto, la magistral banda sonora de Bill Conti. El tema principal, la canción “Gonna Fly Now” es un icono cultural unido de por vida a la figura del mito “Rocky”. Conti realizó las bandas sonoras de toda la saga exceptuando la de la cuarta entrega, que por otro lado, y bajo mi opinión, era una de las mejores, influenciada sin duda por los gustos musicales y los ritmos de la década de los 80, y que exaltaban y complementaban la épica y toda la trepidante acción de aquella secuela.

En Rocky II, película que llegó tres años más tarde, ya en el 79 y con un Stallone, al igual que su personaje, encumbrado en el éxito y la fama, se justifica eficazmente los conflictos de la trama. La cinta comienza donde acaba la primera parte y podemos ver a un Apollo Creed insatisfecho con su revalidación del título mundial (por los puntos y por los pelos) ante, el hasta entonces, completo desconocido “Potro Italiano”. Interiormente, Apollo sabe que es muy posible que haya alguien mejor, un verdadero campeón, y la sombra y la creciente fama de Rocky lo torturan interiormente.
El personaje de Apollo es encarnado de nuevo por el actor Carl Weathers quien, merecidamente, se hace un destacado hueco en esta saga pugilística y siempre será recordado como tal.
En esta segunda entrega se desarrolla gran parte de la sincera y bonita relación de amor entre Adrian y Rocky, quien tras el combate le pide matrimonio y terminan casándose felizmente y por la iglesia, como un buen creyente italiano.
Uno de los aciertos de la saga, es la de otorgar un trasfondo dramático ferreo a los guiones y ofrecer conflictos personales a cada uno de los personajes. Stallone, como guionista, entiende que el antagonista de Rocky, en cada uno de sus retos, es prácticamente un personaje tan importante como el del boxeador mismo. Entendemos las motivaciones y los conflictos de Apollo, también las de Rocky y, además, se dibujan con esmero los personajes de Adrian, quien en esta segunda entrega se opone al combate tratando de salvaguardar la salud de su marido. El personaje de Poli, ese pobre diablo que además es su cuñado, o el de Mickey, el siempre entrañable y cascarrabias entrenador de Rocky.
La mujer de Rocky se queda embarazada y Rocky está dispuesto a dejar el boxeo y trabajar en lo que pueda para mantener a su familia. Pero Rocky, aunque es una persona muy noble, también es una persona muy básica e inculta, y esto se transforma en un problema a la hora de administrar el dinero ganado o de intentar trabajar de cualquier otra cosa. Desde el entorno de Apollo se le presiona para volver a combatir, pero ni su mujer, ni su entrenador parecen apoyar la idea.
Uno de los mejores momentos de la saga es la escena en el rellano de la casa de Mickey. Rocky le pide que por favor le vuelva a entrenar y su entrenador le demuestra, dándole una bofetada por sorpresa, que físicamente ya no esta apto para combatir

-¿Lo ves?, Ni siquiera lo has visto venir, ¿verdad? Y eso que te lo ha dado un viejo anciano, ¿Qué pasaría si Apollo te cazara varias veces?

-Supongo que me noquearía.

-No, te lesionaría, para siempre.

Uno de los ojos de Rocky ha perdido visión. La escena es simplemente antológica, junto a otras con algunas frases como:

“Adrian, yo… nunca te he pedido que dejes de ser una mujer, por favor… por favor te lo pido, no me pidas a mi que deje de ser un hombre”

Mientras Apollo lo ridiculiza sin piedad en los medios de comunicación, Rocky se humilla ante los ojos de su entrenador trabajando de cualquier cosa en el gimnasio de este. La situación es dolorosa y las provocaciones excesivas, lo que provoca que Mickey cambie de opinión y decida apoyarlo y volver a entrenarlo. Somos testigos entonces de cómo Rocky le dice “Lo siento” a su esposa y de como comienza el duro entrenamiento. Sin embargo, Adrian llegará a sufrir graves problemas de salud que harán peligrar su vida y la del hijo de ambos. La tensión y la emoción se incrementan, con una narración que transcurre equilibrada y firme y que llega y se transmite perfectamente al espectador. Apollo quiere venganza, saldrá para machacarlo, humillarlo y vencer así a sus propios demonios. Mientras Apollo se entrena muy duro, vemos a un Rocky desmotivado y sin ánimos para poder entrenar dignamente, muy afectado por la situación crítica de su mujer. Podemos sentir con angustia como pasan las horas, los días y como se acaba el tiempo. Sufrimos junto a Rocky, porque no esta preparado y sus oportunidades en el ring se van mermando en la silla del hospital. Pero esta entrega tiene además uno de los momentos más emocionantes, arrebatadores y potentes que yo he podido encontrar en una película. Adrian vuelve en sí, ha nacido el hijo y, ambos, parecen estar finalmente fuera de peligro. Rocky esta cansado, pero feliz, es padre por primera vez y esta dispuesto a no volver a contrariar a su mujer. Propone retirase, dar el combate por perdido, como parece ser el deseo de su mujer, pero ella, entendiendo que su marido tiene el corazón de un verdadero boxeador y que necesita cumplir su sueño, le pide que haga algo por ella:

-Quiero que hagas algo por mí. Acércate.

-Qué.

-Que ganes. ¡Véncele!

Entonces comienza la música y el entrenamiento contra reloj, y los pelos se le ponen a uno como escarpias. Llega el gran momento y Stallone ha mentalizado a sus espectadores con una precisión milimétrica.
El combate está fotografiado con una agilidad y una puesta en escena asombrosa y resulta vibrante y lleno de épica y emoción. Ëpica es una palabra que no puede dejarse de mencionar cuando uno hace referencia a esta saga. Rocky II gana por K.O, y para quien escribe esta crítica es, sin ninguna duda, la mejor película de toda ella.

Llegan los años ochenta y Stallone, en su plenitud física y profesional, está a punto de vivir su década de oro. En 1982 volverá a ponerse los guantes y de nuevo, escribe y dirige una tercera entrega de la saga. En el mismo año, nace otro icono del cine de acción, John Rambo en “Acorralado”, basada en el best seller de David Morrel “First Blood” y que dará pie a otra saga millonaria.
Rocky III es, de las seis partes, sin duda la más divertida y una de las más entretenidas. El mayor acierto, una vez más, es la elección de su contrincante, en este caso, un asombroso Mr. T (Aquí más conocido como M.A en la serie “El Equipo A”), quien se toma muy en serio su papel y consigue crear la figura de Clubber Lang, un despiadado, temible y brutal púgil lleno de odio.
Stallone parece ser consciente de que la crítica, tratandose de una tercera parte, no va a estar de ninguna de las formas a su favor, pero continúa moviendo las fichas con mucha destreza. No esta dispuesto a abandonar la formula secreta y decide volver a mezclar los géneros de acción y drama. Para compensarlos, sabe que necesita sacrificar alguna de sus fichas. Y si en la segunda parte la salud de Adrian y la de su hijo servían para manipular los corazones, en esta, utiliza la muerte del viejo entrenador como revulsivo.
La película comienza con una simpática y casi disparatada dosis de humor en la que se muestra como la vida del campeón se ha vuelto un circo mediático. Se incluye un combate de exhibición con el, entonces, aún no tan conocido luchador de lucha libre Hulk Hogan que por momentos resulta no menos que surrealista. Este principio, a veces, casi jocoso, esta calculado y medido, para contrastar con la parte dramática aún con mucho más impacto. En los momentos antes del combate y durante una discusión acalorada con Clubber Lang, Mickey sufre un ataque al corazón, y aunque Rocky quiere suspender el combate, su entrenador se niega y le pide que combata. En semejante situación, Rocky es brutalmente noqueado y terminado el combate, en los vestuarios Mickey muere en sus brazos creyendo que este ha vencido la contienda.
El boxeo es un deporte respetuoso, noble y de hombres y en Rocky III, será Apollo, gracias a la sana admiración por quien supo ganarlo con el corazón y de forma honesta y justa, quien, junto a Adrian y Poli, se aliará a Rocky en los momentos difíciles.
Las escenas de entrenamiento y los dos combates contra Clubber Lang, vuelven a estar a una gran altura, y esta tercera entrega vuelve a satisfacer al gran público. Rocky III se convierte en la película más taquillera de las tres, superando los 125 millones de dólares en los Estados Unidos.
Esta tercera entrega, y contrariamente a lo que muchos piensan, es para mí una admirable secuela, emocionante, vibrante, entretenida, con escenas realmente inolvidables y con nuevos temas musicales como “Eye of the tiger”, que quedarán para siempre en la historia del cine y que participan importantemente en la grandeza de la leyenda del púgil de Philadelphia.

Llegamos a 1985. Stallone acaba de estrenar la segunda película más taquillera del año en Estados Unidos (tras “Regreso al futuro” de Robert Zemeckis), “Rambo, Acorralado II” que, por otro lado y gracias a sus dosis de violencia gratuita, consigue arrasar en los premios Razzie a las peores películas en casi todos sus apartados, incluyendo peor película, peor actor y peor guión. Algo, bajo mi humilde opinión, ciertamente injusto si tenemos en cuenta que es una bastante más que correcta cinta de acción bélica.
Los tiempos cambian y el prototipo de héroes y villanos también. Son los años ochenta y la testosterona y la violencia fascistoide vende y funciona. Stallone no puede evitar cierta mutación entre sus dos personajes más famosos. Al igual que hace en Rambo II, en Rocky IV decide obviar en gran medida la parte social y dramática en el hilo argumental a favor de la acción pura y dura. Y de nuevo como guionista y en las labores de dirección, consigue superarse de nuevo batiendo el record de taquilla de la tercera parte. Rocky IV se alza con el título de “La película deportiva más taquillera de la historia”.
De nuevo consigue afinar las notas correctas y esto es gracias en gran parte a que encuentra un antagonista atractivo y a la altura de sus predecesores. Iván Drago, protagonizado por Dolph Lundgren, es un boxeador de la antigua Unión Soviética entrenado en instalaciones futuristas de última generación y con la ayuda de sustancias anabólicas prohibidas, que le otorgan cualidades casi sobrehumanas. Un deportista perfecto y programado con la única intención de humillar al campeón americano en mitad de la denominada Guerra Fría.
Esta vez, Stallone sacrifica una nueva pieza, Drago fulmina y provoca la muerte en el ring a un desprevenido Apollo quien, por nostalgia, decide volver al ring.
Con un estilo algo más videoclipero que las anteriores, siguiendo en parte la moda de los 80, (mítica la escena con Apollo Creed vestido de “Tio Sam” y bailando con el “Living in America” de James Brown) y prescindiendo de los acostumbrados diálogos y de los momentos moralizantes de las anteriores, Rocky IV es sin duda una de las películas deportivas de acción más efectivas y adrenalíticas de la historia del cine, y me consta que ha sido utilizada, más de una vez, para motivar a deportistas de muchas partes antes de sus enfrenamientos deportivos.
Rocky IV, aunque se aleje del estilo y de las pretensiones mucho más artísticas y sobrias de la original, es una joya del entretenimiento y de la acción y un autentico clásico de los años 80. Le pese a quien le pese.

A Stallone, sin embargo, le entraron las dudas con la década de los noventa. Parecía ser consciente, junto a otros actores como Arnold Schwarchenegger, de que los espectadores poco a poco comenzaban a reclamar un cambio y nuevas formulas. Heroes más sofisticados y algo menos planos. La saga de Rocky ya había dado todo de sí y Stallone sentía que lo mejor era dar un giro en su carrera. Poco antes de fracasar en una nueva faceta como actor cómico con dos despropósitos como “Oscar” y “ Alto o mi madre dispara”, Stallone decide culminar la saga de Rocky en el 90 con una última entrega en la que, incluso, estuvo seriamente tentado de dejar morir al héroe. Para ello, devuelve el mando en la dirección a Avildsen, el director de la original, e intenta rescatar los derroteros dramáticos de las primeras entregas. Pero esta vez, por una total falta de claridad en sus propósitos y por intentar modernizar la formula, esta falla completamente. Rocky V no solo es la peor película de la saga, a años luz de todas las anteriores, sino que no aporta absolutamente nada nuevo y únicamente consigue denigrar de un plumazo el fantástico personaje que le encumbró en la fama. Con una dirección inexistente, un guión lamentable, aburrido, absurdo y hasta en más de un momento grotesco y con unos diálogos ridículos, Stallone, sacrifica a Rocky apuntillándolo además con la peor y más desafortunada interpretación de toda su carrera. Esta vez, la figura de Rocky resulta insoportable. Deambula sin sentido como un memo tarado de verborrea incontenible, que consigue caer mal por primera vez y sacar de quicio a cualquiera.
Y de esta manera, una saga que había resistido con dignidad los gustos y preferencias de prácticamente dos décadas enteras, se estrellaba estrepitosamente en los 90, cosechando las peores criticas posibles, defraudando por completo a sus seguidores y dándose un más que sonoro batacazo en taquilla.
Este desproposito, por la falta de fe y de decisión, y sin pretenderlo, parecía ser el peor final que el mito de Rocky se merecía.

Pero en este 2007 se ha estrenado Rocky Balboa, esta vez sí el capitulo final de la saga. Han tenido que pasar 17 años, 30 años desde el primer Rocky, para que un Stallone con 60 años cumplidos, vuelva a intentar rescatar del pozo la saga y tratar de culminarla como esta se merece.
Stallone ha salido muy tocado de la década de los noventa, años que únicamente han evidenciado su creciente decadencia profesional, fracaso tras fracaso, con películas como “Driven”, “D-Tox”, “Avengin Angelo”, "Taxi 3", "Spy-Kids 3D" y un largo número de títulos mediocres que lo han apartado del éxito.
Rocky Balboa vuelve a beber directamente de la misma fuente que las primeras entregas, y si en aquellas teníamos a un solitario treintañero que soñaba con salir del anonimato y triunfar a contra reloj como boxeador, en esta tenemos a un Rocky ya retirado, un viejo veterano que se enfrenta al último cuarto de su vida como famoso ex boxeador y como viudo. Adrian ha muerto de un cáncer y Rocky dirige un restaurante con su nombre en donde entretiene a la clientela con sus viejas batallitas.
Es muy comentado el extraño y lamentable aspecto que ofrece Stallone en esta última entrega, debido a las numerosas operaciones de cirugía estética y al abuso de esteroides y anabolizantes en su afán de conservar la musculatura para poder continuar, a su edad, impresionando a sus seguidores.
Lo cierto es que no podemos dejar de comparar su vida personal con la del propio personaje y, en este caso, su aspecto físico y su situación profesional actual, juegan a favor y apoyan en parte la credibilidad de lo que se expone en esta última película. Digo en parte, porque también tenemos que creernos que un hombre de sesenta años recibe la oportunidad de volver a luchar contra el campeón de los pesos pesados. Aunque bien es cierto que esto ya era prácticamente igual de improbable en aquella primera película en los años 70.
Stallone es consciente de que, a pesar de todos sus esfuerzos, su poderío físico ha dejado de ser un arma eficaz y creíble como lo era antaño para conseguir ofrecer generosas dosis de espectáculo. Por ello, decide mejor concentrarse seriamente en la parte dramática y emocional a la que otorga la mayor parte del metraje. Esta vez, utiliza a la perfección una nueva y contundente arma, la nostalgia.
Stallone vuelve a escribir un guión con oficio, mimo y honestidad y nos muestra a un Rocky en su etapa decadente, solitario, envejecido y melancólico. Rocky sobrevive agarrado al recuerdo de su mujer y al recuerdo de los tiempos pasados, que como bien se sabe, siempre fueron mejores.
Stallone, muy consciente del caracter tan personal de este proyecto y de lo arriesgado que resultaba la idea de volver a encarnar a Rocky por última vez y tras 17 largos años de ausencia, decide controlar de nuevo el producto muy de cerca y, una vez más, es él mismo quien vuelve a realizar las labores de dirección. Esto resulta un verdadero acierto. Además, también decide volver a trabajar como antaño, con un presupuesto bastante modesto, esta vez de 24 millones de dólares.
Las subtramas y los conflictos de los personajes que rodean a Rocky en esta entrega son excesivamente esquemáticos y están sujetas un poco con alfileres, pero cumplen con su función y no llegan a entorpecer la historia.
Yo, ante todo, destacaría la escena de Rocky y Poli en la fábrica de carne, donde Rocky abre de forma “descarnada” su corazón, con lágrimas en los ojos, en un monólogo auténtico y realmente emocionante.
No tan afortunada es la parte final, con un entrenamiento rodado con el oficio de la experiencia, pero extremadamente fugaz. Se echa en falta el poder observar como un hombre de su edad, lucha por volver a coger la forma. Las agujetas, los mareos, esa mencionada calcificación de las articulaciones. Sentir la cuenta atrás, el miedo a hacer el ridículo, a no estar a la altura, el miedo al bochorno de ofrecer un show lamentable o de resultar gravemente lesionado. Hay una inexistente tensión dramática y, de un plumazo, nos encontramos a Rocky ya en el ring. Además, Mason Dixon es el antagonista peor dibujado y más flojo de toda la saga. Parece no fomentarse el poderío de este, en parte para ayudar a la credibilidad de todo el asunto o quizás, porque ya no es necesaria ninguna continuidad o profundidad excesiva del personaje al tratarse del último capítulo.
Por todas estas razones, no llegamos al combate tan motivados como nos tenían acostumbrados en los enfrentamientos anteriores, y esto resulta un lastre demasiado pesado.
El combate, por otro lado, tampoco consigue llegar a la espectacularidad deseada y es, con diferencia, y sin contar la grotesca escaramuza callejera con Tommi Gunn en la olvidable quinta entrega, el peor realizado de todos. Se intuyen algunas buenas intenciones, pero la puesta en escena es bastante mediocre y tanto el montaje, como la realización, son bastante desafortunadas. Los guiños modernos y el pretendido estilo más cool de los tiempos que corren, con una edición videoclipera y confusa, empobrecen considerablemente el espectáculo. Y si no, revisen cualquiera de los brutales enfrentamientos de cualquiera de las películas anteriores. Supongo que los planos abiertos y el montaje más clásico de las décadas anteriores, evidenciaban en demasía las carencias físicas de la puesta en escena del Sylvester Stallone de hoy en día. Una verdadera lástima y una gran oportunidad perdida, la última, para, tras una fantástica primera parte de película, haber podido ofrecernos la mejor entrega de toda la saga.
Sin embargo, y en líneas generales, Stallone recrea un honesto, justo y emocionante capitulo final, con un carácter inequívocamente circular, para reforzar la sensación de redondez de una saga que ha significado todo en su vida. Y si la fortuna y una rotura de mano (la del aspirante al título que iba a enfrentarse hace 30 años a Apollo) le otorgaron entonces la oportunidad de su vida y el principio de todo un sueño, el final esperado se lo brinda ahora otra rotura de mano. En Rocky Balboa, durante el combate, a las primera de cambio, Dixon se parte la mano con un desafortunado golpe a la cadera de Rocky, con lo que se ven de esta forma mermadas sus habituales habilidades en el ring, y lo que brinda, por otro lado, la oportunidad a un valiente veterano como Rocky, de igualar la desventaja y ofrecer el espectáculo de volver a aguantar estoicamente y con honor todos los asaltos al joven campeón. Rocky perderá a los puntos, como ya lo hiciera aquella primera vez contra Apollo, pero moralmente, volverá a ganar como ya lo hiciera entonces. Todo termina como empezó y generaciones enteras de espectadores hemos podido crecer y madurar siendo testigos directos de la vida de un hombre bueno, un verdadero héroe hecho así mismo. Rocky Balboa es una película de notable calidad que cierra con gran dignidad la saga y es también un acertado y merecido homenaje a la figura de Rocky y a su creador. Stallone ha conseguido, treinta años más tarde, volver a reencontrarse de nuevo con gran parte de la crítica. Mientras, el público está respondiendo como casi siempre, de forma fiel y apasionada y Rocky Balboa esta siendo un verdadero éxito de taquilla.
Gracias Stallone y gracias Rocky, gracias a ambos, por regalarnos, nada más y nada menos, que toda una vida plasmada en celuloide. Una vida llena de buenos valores, de penas y de alegrías, de momentos verdaderos y, sobretodo, de tantas, tantísimas emociones. Yo, a cambio, no puedo menos que escribir mí, hasta el momento, más extensa y detallada crítica, escrita desde el respeto, la admiración y desde el corazón de quien, como otros tantos millones de espectadores de todo el mundo, ha reído, llorado y gritado durante tantos años a vuestro lado.

Iván Sáinz-Pardo

HIERRO 3 (Kim Ki-Duk, Corea del Sur. 2004)

HIERRO 3 (Kim Ki-Duk, Corea del Sur. 2004)

Desconcierto es la palabra.
Con una idea original pero raquítica, un guión irregular, con una estética naturalista cercano al look del formato video y algunos momentos ciertamente brillantes, Hierro 3 me ha parecido fallida y bella a partes iguales.
Desaconsejo, a quien no la haya visto aún, seguir con esta crítica. Primero, porque puedo desmenuzar algún punto importante de la trama, y segundo, porque me temo, que la estupefacción, como única resaca tras su visionado, no deparará una critica del todo alentadora.
Hierro 3 es lo más parecido a morir de inanición comiéndose, como último manjar, un ridículo canapé de caviar de primera clase. Me explico:
La idea principal, la historia, es original y muy bonita, pero el guión flaquea y hace aguas por los cuatro costados.
El protagonista es un joven, practicamente indigente que, sin embargo, monta una moto de lujo y que además no habla una sola palabra en toda la película.

¿Por qué? No se sabe, ni se sabrá. Pero siempre queda muy bien en este tipo de cine.

Ella, la otra protagonista de esta historia de amor, también parece muda o autista, al menos hasta el último minuto de la cinta, y ambos terminan por desesperar con su inexplicable y absurdo silencio al espectador más paciente.
Los giros dramáticos, los pocos que hay, están desmotivados o simplemente no se entienden por ilógicos.

¿Ella se enamora del protagonista cuando este mata a una joven de un pelotazo de golf en la cara y huye cobardemente? El colmo del romanticismo.

Después, ambos entran de extranjis en la casa de un viejo al que encuentran muerto de cancer de pulmón. (¿Sobre un charco de sangre?) El hijo del viejo llama al padre por teléfono mientras ellos andan por la casa, el protagonista, muy listo, descuelga, no dice nada y vuelve a colgar. Después estos entierran el cadáver en el jardín y se hacen tranquilamente el almuerzo en la casa del viejo, dispuestos a dormirse después una siestecita así, como si nada. Evidentemente, y como es de esperar para todo el mundo a partir de cinco años de edad mental menos para el guionista de esta historia, el hijo se presenta a ver que es lo que le pasa a su padre y los pilla allí dentro, provocando, evidentemente, que los arreste la policía.

¿Qué no entienden nada? Yo tampoco. ¿Deseaban estos ser arrestados voluntariamente? ¿Son, por el contrario, deficientes mentales además de autistas?

En fin, el siguiente mensaje de la película parece ser: “Mucho cuidado con la policía coreana que son todos unos corruptos y unos maltratadotes crueles y despreciables. Esto por no hablar del marido de la chica protagonista, caracterizado casi como el mismo Satanás, para poder entrar en el cliché de malo malísimo, maltratador, mala persona, repugnante y déspota.
Entre toda esta orgía surrealista, mientras, aprendemos que el golf es el deporte nacional de Corea y que todos los coreanos tienen una puntería brutal pegando a pelotas de golf. Eso sí, todos ellos parecen utilizar el golf con las mismas "buenas" intenciones con las que utilizarían un bate de béisbol unos hooligans cabreados.
La trama, ciertamente increíble por todo esto y por más, con una carente evolución en los personajes y un ritmo excesivamente lánguido, se sucede hasta llegar a un final forzadísimo y pretendidamente profundo y poético que ya, por otro lado, tan bien resume la foto del poster de la película. A mi parecer, lo mejor de la cinta.
La poesía y el misticismo deberían quizá ir acompañados y apoyados de una estética más acorde y cuidada y de unos diálogos más pulidos, como tan bien sabe hacer, por ejemplo, el realizador chino Won Kar Wai, quien justifica muchísimo mejor los silencios, los espacios y las miradas en sus maravillosas historias.
Aunque el formato cortometraje hubiera sido, a mi parecer, el más apropiado para una historia como esta, destacar eso sí, la belleza de algunos momentos aislados de esta original y tan personal propuesta del cine oriental.

Iván Sáinz-Pardo

BORAT (Larry Charles, U.S.A, 2006)

BORAT (Larry Charles, U.S.A, 2006)

Imprescindible ver esta película en ingles con subtítulos. Mis subtítulos fueron en alemán porque me coincidió que la vi en Munich. El cine estaba abarrotado. Y el publico, a los cinco minutos, totalmente entregado.
El boca a boca sobre esta comedia esta funcionando como nunca antes. Supongo que lo de la publicidad del boca a boca es algo que desconcierta en sobremanera a los grandes estudios de cine. Siempre tan impredecibles y poco controlables.
La mayor virtud de esta película es que la presentan como una comedia y realmente lo es. Resulta muy, muy divertida y cumple con lo que promete, que ya es decir mucho más que la mayoría de las películas que llegan a la cartelera. En realidad, yo no recuerdo reírme tanto en un cine como en la proyección de Borat.
El humor de Borat es un humor bastante cabronazo. Es el humor de me río de ti y no contigo. Pero además, funciona paralelamente como reflexión sobre la verdadera naturaleza de nuestras sociedades modernas y el actual choque de civilizaciones. El consumismo, las modas, la doble moral, los prejuicios, el materialismo, son muchos los temas que muy inteligentemente nos van abofeteando entre carcajada y carcajada.
Sacha Baron Cohen encarna a un reportero de Kazajistan que marcha a los Estados Unidos junto a su productor y un fiel operador de cámara a realizar un documental sobre las costumbres americanas. Pronto se transformará en una Roadmovie documental irreverente, satírica y a las antípodas de ser políticamente correcta, donde el destino a perseguir será, ni más ni menos que encontrar y casarse con Pamela Anderson, de quien nuestro Borat se enamora viendo un capítulo de “Los vigilantes de la playa” en una habitación de hotel.
¿Con esta premisa puede hacerse una película?
Pues Borat funciona a la perfección como falso documental donde vemos al protagonista provocando situaciones ciertamente excesivas, escatológicas y desternillantes.
Las partes improvisadas y más documentales funcionan brillantemente como una especie de mezcla entre Michael Moore y Jackass. Y es precisamente cada vez que Cohen trata de hilar una trama argumental y se ve obligado a escenificar, cuando la cinta pierde algo de fuerza. Sin embargo, el creador de “Ali G”, es un showman inteligente, atrevido y talentoso y consigue hacer que toda la película se mantenga en pie gracias a ello.

Borat esta rompiendo todas las expectativas de taquilla mundial y va a ser sin duda el fenómeno del año. Merecido. No se la pierdan y disfruten del humor acido e implacable de Borat.

Iván Sáinz-Pardo

ESPECIAL SITGES (II)

ESPECIAL SITGES (II)

Volví a repetir visita a Sitges, donde, recientemente, ha triunfado “Réquiem”, de Hans-Christian Schmid quien, curiosamente, cursó sus estudios de cine en mi misma Escuela en la ciudad de Munich. El año que yo empecé en la Escuela, el ya había terminado sus estudios y recuerdo que, por aquel entonces, él nos presentaba su película “Crazy”, sobre adolescentes inquietos y enamoradizos, Sin embargo, a mi, la que me fascinó fue su peli “23 Nichts ist so wie es scheint”, que se estrenó en el 98 y en donde el coprotagonista era Fabian Busch, quién también protagonizara, un par de años más tarde, mi cortometraje “Schneckentraum” (El Sueño del Caracol).
Volviendo a Sitges, el jueves presencié la premiere de “Abandonados” de Nacho Cerdá:

THE ABANDONED "Los Abandonados" (Nacho Cerdá, España, 2006)

Nacho presentó la película y se la dedicó a sus padres que estaban en la sala. Se rumoreaba que la proyección para la prensa de por la mañana no había ido demasiado bien, pero por la tarde, en esta otra sesión, el público se mostraba alegre y expectante, vitoreando incluso los créditos iniciales. Gran parte del equipo técnico y los dos actores principales, Anastasia Hille y Karen Roden, quienes hacen un estupendo y esforzado trabajo en el film, acompañaban igualmente la proyección. La película, que es el debut como largometrajísta de su autor, esta dotada de una factura técnica muy destacable y la cámara de Xavi Giménez ya es, sin duda alguna y por meritos propios, una contrastada firma de calidad. Giménez ya participó en alguno de los anteriores trabajos de Cerdá, "The Awakening" (1990), "Aftermath" (1994), y "Génesis" (1998). Estos últimos son dos mediometrajes muy ligados al genero Gore, que supieron encontrar su público y hacerse un hueco en festivales fantásticos y de terror como pequeñas obras de culto.
Es Filmax quien apadrina este primer largometraje de Nacho Cerdá, largometraje que, lamentablemente, vuelve a ser un perfecto muestrario de las virtudes y de los defectos de las producciones de terror de dicha productora, que no solo están casi todas fotografiadas por el mismo camarógrafo, sino que además, terminan por parecer todas un poco como cortadas por el mismo patrón.
De “Los abandonados” me enganchó sobretodo el principio, donde predomina una misteriosa e inquietante ambientación, aliada a una eficiente labor en la dirección de arte. Nos sumergimos en una brillante composición llena de planos poéticos e inquietantes. Sin embargo, enseguida, se puede apreciar un cierto abuso de unos decorados obsesivamente oscuros y tenebrosos, muñecas antiguas rotas, gemidos de bebes y toda una serie de clichés muy reconocibles dentro del género. Unos omnipresentes efectos sonoros a un volumen totalmente fuera de madre y una sucesión interminable de sustos efectistas y gratuitos, comienzan, lamentablemente, a irritar gravemente el visionado. La historia, además, pega inexplicablemente un bajón extraordinario a la mitad del metraje, donde la trama, una vez mostradas las cartas, se estanca y las sorpresas, tras semejante atasco de efectismo desordenado y caótico, ya no surten el efecto deseado. Para cuando la cinta trata entonces de sorprender en su desenlace final, ya es demasiado tarde, aunque bien es cierto que algunas de mis escenas favoritas se concentran precisamente en este tramo. Cerdá, sin embargo, demuestra un gran talento, se hace grande y enseña los dientes a la hora de inquietar, de provocar, de sugerir, en algunos de esos momentos reflexivos, en la recreación de una logradísima atmósfera opresiva, de la tensión y el suspense, como por ejemplo cuando los protagonistas parecen esperar juntos resignados a su destino final, sin duda alguna, uno de los mejores momentos de todo el largometraje.
El público, algo frío, despidió la película con tímidos aplausos que contrastaron con el entusiasmo del principio de la velada, y a mi se me quedó la sensación de haber visto algo que podía haber sido espectacular, pero que se quedó un poco por el camino, en un ejercicio quizás demasiado artificioso y confuso. Un debut irregular e interesante casi a partes iguales para un Nacho Cerdá que comienza así su andadura en el formato largo y que continua siendo una apuesta valiente y segura para el futuro del cine más aterrador de este país.

Iván Sáinz-Pardo

ESPECIAL SITGES

ESPECIAL SITGES

Un día en Sitges y tres películas entre pecho y espalda.
Me encontré y conocí al fin personalmente a Koldo Serra, quien iba acompañado de Jon Sagalá y Borja Crespo y se disponían a entrar a ver la última peripecia de Gondry. Me anunciaron que hoy ponen de madrugada en la sección “Sesión Sorpresa” su debut como largometrajísta “Bosques de Sombras”. Esta peli esta teniendo acogidas y opiniones enfrentadas lo que hace de su visionado una experiencia aún más interesante y necesaria si cabe, y lo cierto es que yo ya tengo muchas ganas de verla. Desde aquí, toda la suerte del mundo a Koldo y a Jon con su peli en Sitges y con su próximo estreno estas Navidades.
También me encontré a David, a quien conocí en “Escorto” y venía de ver, junto a su chica, una peli asiática de esas que producen vómitos, desmayos y convulsiones. David es el responsable de esa fantástica web del cine llamada “El séptimo vicio”.

Y vamos ya con las pelis:

THE BORDERSOME MAN (Jens Lien, Noruega, 2006)

Una película extraña, que roza el surrealismo y flirtea con lo absurdo y lo experimental. Con una fotografía sobria y fría, nos muestra un mundo gris supuestamente perfecto y burocrático donde un hombre llega a el sin saber muy bien como y se siente atrapado en una sociedad deshumanizada, en una maquinaria grotesca que no se detiene. De ritmo algo lento y estilo muy europeo, la historia recala en el género del humor negro pero sin detenerse ahí, consiguiendo inquietar y provocar la posterior reflexión gracias a su ironía desnuda y su generosidad en el lenguaje visual y los simbolismos. Atrevida, interesante y avocada muy posiblemente al anonimato.

STORM (Måns Mårlind & Björn Stein Suecia, 2005)

Pretenciosa cinta presumiblemente moderna que bebe, sin complejos, del cine americano, de los anuncios de Ikea y de otras películas europeas como las de Amenabar. Esto último lo reconocieron así sus directores durante la presentación en su estreno en Sitges. Me consta que tratan por ahí de venderla como el nuevo Matrix sueco, pero no se dejen engañar, los efectos especiales no van más allá de un capitulo malo de “Embrujadas” y lo único en común a la Saga de los Wachowski es el traje de cuero de la protagonista y un par de gafas oscuras de mercadillo ambulante.
Sin ánimo de extenderme, decir que la cinta es un pupurrí cochambroso de escenas y de clichés muy reconocibles de otras películas. Es artificiosa, el ritmo es un autentico desastre, no hay un solo momento creíble o interesante y es soberanamente aburrida. Es de las pelis que no se entienden, pero no por ser inteligentes y complejas, sino por la falta de coherencia creativa, la falta de rigor, de talento y por estar todo lo que enseña además tan fatalmente mostrado y desarrollado. Una tortura.

THE HOST (Bong Joon-ho, Corea del Sur, 2006)

Animado por un trailer descarado y provocador donde una bestia surgida de un río arremete a cámara lenta contra los sorprendidos ciudadanos, entré a ver esta película en Sitges, donde además su director la presentó anunciando que los efectos sonoros no nos permitirían dormirnos a pesar de que esta comenzara a las once de la noche de un domingo.
Lo mejor de la película es su parte inicial y comprobar como va directamente al grano. Un doctor muy malo, el único americano que aparece en la película, claro, ordena tirar unos productos químicos por el desagüe de su laboratorio. Seis años más tarde ya hay un monstruo tomando el sol en el río colindante. No es original para nada, pero no importa. La gente lo descubre buceando y la bestia sale a jugar con la gente al “tú la llevas”. El monstruo campa a sus anchas a plena luz del día y podemos ver y disfrutar estupendamente de su fisionomía y de sus aptitudes gracias a unos efectos realizados, estos sí, en Hollywood. Las imágenes de la bestia, generadas por ordenador, durante los primeros veinte minutos son absolutamente arrebatadoras. Claro, y yo, mientras, me preguntaba allí sentado en el cine: Si en veinte minutos me ha enseñado este coreano todo lo que una peli de estas características me suele dar en todo su metraje completo, ¿Qué me va a enseñar a partir de ahora? Pues a partir de ahí, solo descubrimos que el protagonista es un patán lamentable y nos quedamos atónitos cuando la bestia rapta a su hija y entonces marchan, la familia al completo (hasta con el abuelito), a buscarla. Así, como si fueran de excursión al pinar.
La mezcla de géneros es algo peligroso y si el humor es oriental pues aún más complicada es la contienda. Imagínense que un monstruo rapta al hijo de Aida, la de la serie, y a partir de ahí vemos como ella, acompañada de toda su familia de patanes se van a rescatarlo. Pues seria una comedia con monstruo. Una peli de terror cómica. Ahora imagínense que la familia de perdedores y los chistes son coreanos y que el mejor de la traca es cuando el abuelo dice que puede identificar el estado de ánimo de su hijo cuando este se tira un pedo dentro de la caravana. Pues si van a ver esta peli ya no serán imaginaciones. Mucha gente se reía en la sala por cosas de la película que más bien solo son graciosas para nuestra mente occidental y que en realidad tienen que ver con la forma de actuar, de reaccionar o con las extrañas tradiciones y rituales orientales. Me recordaba a aquella sesión de cine hace unos años, con la sala llena de adolescentes partiéndose la caja a reír con la versión remasterizada de “El Exorcista”. Una película que hizo llorar de miedo a generaciones enteras, ahora se había transformado en una comedia para adolescentes que no podían evitar soltar la carcajada, por ejemplo, ante las ridículas pintas y peinados setenteros de los actores.

Volviendo a “The Host”, pronto nos enseñan que la hermana de la niña raptada es tiradora olímpica de arco y que tristemente solo consigue el bronce. Y ya sabemos entonces quien le disparará al monstruo la flecha final para tratar de ganar el oro. Con un recital de clichés de esta guisa nos adereza el coreano la hora y media restantes donde el aburrimiento se hará el protagonista de un metraje estirado, lánguido, inconexo y caótico.

Pude dar alguna que otra cabezada a pesar de los efectos de sonido. La película dura dos horas y para decir la verdad, quizá con aquel fabuloso trailer hubiera sobrado.

Y claro que no me voy sin ofreceros el dichoso trailer: AQUI

Iván Sáinz-Pardo

DESCONGÉLATE ( Felix Sabroso y Dunia Ayaso, España, 2003)

DESCONGÉLATE ( Felix Sabroso y Dunia Ayaso, España, 2003)

¿Dónde esta el buen cine español?
Aquí, escondidito, pasando desapercibido, sin titánicas promociones ni fuegos artificiales, pero existe.
"Descongélate" se alía con la tendencia costumbrista más Almodovariana, pero también con la calidad que las cintas de nuestro director manchego acostumbra.
Esta es una cinta inteligente y fresca, con unos actores en estado de gracia, una ambientación cuidada y una producción cargada de mimo y profesionalidad.
Agustín Almodóvar apadrina una única película al año, esta, sin duda alguna, se lo merecía. Humor negro, paranoico, con diálogos inteligentes y un magnifico reparto. Una Candela Peña talentosa y totalmente maravillosa. Nieto, muy bien, tirando a mejor, como siempre. Loles León, reinterpretando su papel de siempre, que para eso lo hace de miedo y un Jaenada simplemente mítico. El resto, a la altura, que es la altura del cielo mismo, y la peli que, aunque podía haber afinado aún un poquito más en la parte cómica, funciona en su engranaje dramático como un verdadero reloj, para terminar por resultar una buena comedia castiza, alocada y de humor negro.

Iván Sáinz-Pardo

UNITED 93 (Paul Greengrass, U.S.A, 2006)

UNITED 93 (Paul Greengrass, U.S.A, 2006)

En los créditos finales, el film es dedicado a TODAS las victimas del 11 de Septiembre. Porque lo que United 93 muestra, es una detallada recreación documental sobre los hechos ocurridos en aquella fatídica mañana. Y aunque son muchos y variados los distintos ángulos y perspectivas de aquella espeluznante tragedia, todos ellos cuentan con un poder dramático brutal. En este caso, Paul Greengrass, autor también de la interesante “Un domingo sangriento” o de la regular “The Bourne Supremacy” se centra en el cuarto avión secuestrado el 11 de Septiembre, aquel que, según las fuentes oficiales, se estrelló en Pennsylvania cuando los pasajeros se amotinaron contra los secuestradores y trataron de recuperar el control del vuelo. Greengrass juega con todas las bazas que un suceso de estas características ofrece. Mide a la perfección su propio talento y su capacidad para la documentación de datos y para recrear fielmente y casi con precisión matemática sucesos históricos. En este caso, se vende el film como algo supuestamente verídico. Pero solo supuestamente, porque aún son muchas las preguntas sin resolver alrededor de lo sucedido con este vuelo y con este atentado en general. Extrañamente aparecieron restos del United 93 a ocho millas del lugar donde supuestamente se estrelló y, además, nunca se llegaron a encontrar las dos cajas negras que habitualmente suelen resistir todo tipo de colisiones. Pero más extraño aún resulta el hecho de que las fuentes oficiales también aseguren que tampoco se encontraron nunca las cajas negras de los otros tres aviones.
Por otro lado, y a pesar de que el retraso de 40 minutos que este vuelo sufrió pudiera haber facilitado el que los pasajeros, como en la película, se enteraran del trágico destino de los otros aviones secuestrados y esto fuese el detonante que motivó su motín, es de extrañar que la rebelión llegase exactamente en el avión con menos pasaje de los tres secuestrados, 45. Cuando los otros aviones contaban con 64, 65 y 92 pasajeros respectivamente.
Hay teorías patrióticas e interesadas que aprovechan la versión oficial escogida por Greengrass para, además, ensalzar el valor y heroicísmo de los civiles americanos, luchando y sacrificando sus propias vidas por salvar la Casa Blanca. Otras, sin embargo, mucho menos atractivas para el gobierno norteamericano, tratan de demostrar que el avión fue derribado por un caza americano con orden de disparar contra el avión para evitar “malos mayores”. Algunas, incluso afirman que no existieron tales comunicaciones y que el avión comercial fue derribado por equivocación en aquellos momentos de caos y confusión que además tan fielmente retrata United 93.
Nada se sabe con seguridad aún, pero Paul Greengrass escoge aquí su propia versión y se mueve durante 91 minutos, cámara al hombro, ágil y despiadado como un tigre hambriento en un gallinero. Narra los sucesos a tiempo real, sin concesiones al espectador. Desnudando de clichés y recursos dramáticos su obra, sin ningún tipo de moralina ni de adoctrinamientos. Mostrando con gran crudeza y sobriedad, por un lado, una milimétrica recreación de lo que pudo haber sucedido dentro del avión y, por otro, la sorpresa, el desconcierto y la angustia de los controladores de vuelo y su total falta de coordinación con un estado de defensa norteamericano vulnerable, lento e inoperante. Greengrass no entra en posicionamientos políticos, relatando con gran pulso y sentido del ritmo. Emocionando, aplastando en la butaca al espectador y todo ello, sin llegar a posicionarse de un lado o del otro. Como ya apuntaba al principio, en los créditos finales, el film es dedicado a TODAS las victimas del 11 de Septiembre. Por eso mismo, cuando los secuestradores comprenden la verdadera situación que han provocado, y los secuestrados, presos del miedo y la desesperación, comienzan a actuar bajo el más puro y animal instinto de supervivencia, unos rezan atemorizados a Ala en la cabina de mando, mientras los otros rezan a Jesús en la parte trasera de un avión en caída libre. Una película histórica, aterradora e imprescindible.

Iván Sáinz-Pardo